“Puerto Rico necesita crear empleos que le permitan
crear condiciones de estabilidad económica a la
familia puertorriqueña, no meramente con buenos
salarios, sino en empresas que sean socialmente
responsables con sus empleados. ”
-Josean Feliciano
Con la crisis económica que enfrenta la Isla, así como una tasa de desempleo que alcanzó 13.8 por ciento en noviembre de 2012, la meta de generar 50 mil empleos en 18 meses puede ser una tarea ardua. Aunque el gobernador Alejandro García Padilla ha asegurado que trabajará para que se cumpla esa promesa de campaña, entre los proyectos propuestos por su administración no se ha discutido la calidad de empleo y beneficios que ofrecerán estos nuevos puestos de trabajo a sus futuros empleados.
“Puerto Rico necesita crear empleos que le permitan crear condiciones de estabilidad económica a la familia puertorriqueña, no meramente con buenos salarios, sino en empresas que sean socialmente responsables con sus empleados”, dijo el empresario Josean Feliciano, presidente de la firma Consultoría de Negocios, que brinda servicios de asesoría a pequeñas y medianas empresas en Puerto Rico, sobre cómo establecer y mantener ventajas competitivas.
Durante la Cumbre Económica de la administración de García Padilla, celebrada el pasado miércoles 16 de enero, se mencionaron diez empresas que se han comprometido para generar diez mil empleos y dar paso al proyecto del Gobernador. Algunas de las empresas que dieron el visto bueno son Wendy’s, Econo y Pollo Campero.
“Se pondera que esos empleos satisfagan unas necesidades materiales que muchos trabajadores perdieron con los despidos de 2009. Ya hemos dicho que más allá de la magnitud de empleos a crearse, hay que controlar la calidad individual y social de dichos trabajos”, aseguró Alfredo González, profesor jubilado del Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez.
González aclaró que no ha leído los documentos oficiales del gobierno actual sobre los proyectos económicos, pero que se ha mantenido al tanto sobre ello por la información publicada en la prensa. Argumentó que lo ideal sería que el empleo generado satisfaga los criterios “imaginados de los atributos de la calidad de empleo” y que estos atributos “cumplan con requisitos sociales de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana en el empleo”.
El economista explicó que el empleo ocupa parte de la fuerza laboral de la sociedad y determina un patrón de la actividad industrial que estimula una trayectoria de crecimiento y desarrollo económico al país. “La magnitud de empleo, concurrentemente con su calidad personal y colectiva, que se promueva y que efectivamente se logre, marcaría el ritmo y los atributos socioeconómicos del tipo de evolución sociocultural de una comunidad”, añadió.
También mencionó que es importante tener un plan estratégico para que puedan generarse empleos de buena calidad y que se pueda, de igual manera, asegurarle el puesto de trabajo al empleado. Por esta razón, González hizo hincapié en que todo sistema gubernamental debería tener una “promoción planificada de empleos”, lo que describió como un mapa económico, para poder tener control sobre los factores que permitan contribuir al desarrollo “económico sostenido, sustentable y equitativo”.
Más competitividad
“Lamentablemente, la Ley de Empleos Ahora, según fue radicada en Cámara y Senado excluye a las compañías del sector de la manufactura que estén cobijadas bajo un decreto de exención contributiva. Además excluye a las empresas turísticas, fílmicas o de exportación de servicios. Ojalá que en el proceso legislativo se enmiende el proyecto para permitirles a esas empresas que se beneficien de los incentivos provistos para crear empleos en estas industrias en las que Puerto Rico puede ser competitivo”, comentó Feliciano. Al cierre de esta edición se supo que La Fortaleza radicó un proyecto sustitutivo con el fin de corregir las deficiencias de la pieza legislativa original.
Opinó que la agricultura tiene que convertirse en una actividad de desarrollo económico, ya que, según Feliciano, el 90 por ciento de los productos que consumen los puertorriqueños son exportados. “En la Isla existe el talento humano, el conocimiento técnico y la tierra disponible para producir un alto porcentaje de los productos que consumimos”, aseguró.
“A corto plazo, Puerto Rico pudiera mirar los productos y servicios que años tras año compra el Gobierno de los Estados Unidos, de esa forma se pudieran crear empresas que vendan sus productos. El Gobierno Federal destina menos de 1% a empresas operando en Puerto Rico, la razón para que ese porcentaje sea tan bajo es por desconocimiento, o porque los precios ofertados no son competitivos, pues los costos de operación en los estados suelen ser menores”, indicó Feliciano.
Aseveró que en el plan para fomentar la creación de empleos, también se debe fortalecer el sector farmacéutico y la industria aeronáutica. Para Feliciano, si se crean las condiciones necesarias para que la Isla sea más competitiva, se podría asegurar que rinda resultados la inversión educativa en Puerto Rico.
“Sin lugar a dudas, Puerto Rico ha perdido competitividad en ciertas industrias de trabajo intensivo, como por ejemplo la manufactura de prendas de vestir (en el sector comercial) y la electrónica, entre otros. Ante la pérdida de competitividad en ciertos sectores, es de esperarse una reducción en el número de empleos creados. A la pérdida de la competitividad se suma el hecho de las reorganizaciones que han experimentado diversas industrias, donde cada vez más se consolidan operaciones de manufactura, ocasionando así el despido de cientos o miles de empleados”, concluyó.