La etapa de entrevistas individuales a los potenciales jurados en el caso federal contra el ex gobernador de Puerto Rico Aníbal Acevedo Vilá inicia esta tarde a puerta cerrada. El juez de New Hampshire Paul Barbadoro accedió a una petición conjunta de la fiscalía federal y la defensa de Acevedo Vilá para que las entrevistas individuales a los candidatos a jurado se hagan sin la presencia de la prensa. Hasta el momento el proceso se había efectuado ante la presencia de tres representantes de la prensa y cinco personas del público general. La petición se basó en que los potenciales jurados podrían sentirse incómodos con la presencia de la prensa y su identidad podría conocerse de antemano y en la posibilidad de que candidatos traten de influenciar a otros potenciales jurados. En el segundo día del juicio federal contra Acevedo Vilá por cargos de corrupción, 147 miembros de los paneles de potenciales jurados fueron excusados del proceso por parte del juez Barbadoro. Hasta el momento, el juez Barbadoro ha examinado a más de 500 candidatos en la primera fase del proceso de selección del jurado que deberá estar compuesto por doce personas. Además, se deben seleccionar seis suplentes. El juez Barbadoro reiteró que el jurado estará secuestrado y que no podrán tener acceso a noticias sobre el caso, aunque anticipó que se les perimitrá contacto con los familiares bajo la supervisión de alguaciles de la corte. Estimó que el juicio en su fondo comenzará en algún momento de la próxima semana. En esta ocasión, el juez Barbadoro hizo claro que es necesario el dominio del idioma inglés por parte de los jurados. Según informó la representación de la prensa en la sala, Acevedo Vilá se muestró hoy más relajado que ayer. Incluso, se informó que sonrió cuando el teléfono móvil de uno de sus abogados sonó en sala, y que ha tenido mayor contacto visual con los potenciales jurados que durante el primer día de los trabajos. El ex presidente del Partido Popular Democrático (PPD) no ha emitido comentarios a la prensa que cubre los procesos. Ayer se limitó a decir que “más allá de reafirmarme en lo que siempre he dicho sobre este proceso y en deferencia a los pedidos que ha hecho el juez en este caso, no voy a hacer ninguna otra expresión y pido que respeten mi determinación”, dijo Acevedo Vilá a los periodistas que lo abordaron a su llegada al edificio federal en Hato Rey. El inicio del juicio se da a casi un año de que un Gran Jurado emitiera las primeras acusaciones contra el entonces gobernador y otras doce personas en marzo de 2008. Más adelante, en agosto de 2008, se radicaron cargos adicionales contra el líder popular. En diciembre de 2008, el juez de New Hampshire Paul Barbadoro desestimó 15 de los 19 cargos contenidos en la primera acusación contra Acevedo Vilá. El veterano líder político enfrenta nueve cargos por conspiración y fraude electrónico por los que se expone a una pena de hasta 20 años de prisión. Las determinaciones de culpabilidad en el Tribunal Federal deben ser por unanimidad. El juez instruyó a los potenciales jurados a indagar en sus conciencias sobre la necesidad de que sean justos e imparciales durante el proceso. Enfatizó que los acusados son inocentes hasta que se pruebe lo contrario y que no pueden creerles a los testigos por su estatus social, sino por sus declaraciones. También advirtió que no puede considerarse las declaraciones de culpabilidad de otros co-acusados.
Los acusados Acevedo Vilá y su ex ayudante Luisa Inclán deberán estar presentes durante todo el proceso de selección del jurado. El resto de los co-acusados se declaró culpable o llegó a acuerdos con la fiscalía federal para convertirse en testigos de cargo como fue el caso de la ex ayudante del entonces comisionado residente en Washington Eneidy Coreano. El Juez dijo en sala que estima que el juicio dure entre cuatro a seis semanas. El equipo de la fiscalía federal para este caso estará comandado por la veterana fiscal María Domínguez. El resto de los fiscales serán Ernesto López Soltero, Jacqueline Novas, Timothy Henwood y Mathew Stennes. Mientras que la defensa del ex Primer Ejecutivo estará a cargo de los abogados Thomas Green, Bradford Berenson, Eric Shumsky, Harry Anduze y José Ortiz Vélez. La investigación federal contra Acevedo Vilá tuvo su origen en una querella que le radicó el también ex gobernador Carlos Romero Barceló en octubre de 2004 por irregularidades en sus recaudos para la campaña electoral del 2000. Ya en septiembre de 2006 las autoridades federales comenzaron a citar figuras ligadas a Acevedo Vilá para entrevistas o comparecencias ante un Gran Jurado. El 27 de marzo de 2008 agentes federales arrestaron a los doce coacusados en el caso. Al otro día, el Gobernador se entregó a las autoridades estadounidenses en la Isla y se declaró no culpable de los cargos que pesaban en su contra. A pesar de las acusaciones federales, Acevedo Vilá se mantuvo en la presidencia del PPD y aspiró a la reelección a la gobernación, pero fue ampliamente derrotado por el candidato del Partido Nuevo Progresista (PNP), Luis Fortuño. El caso contra Acevedo Vilá ha generado un alto interés público, por lo que el Tribunal Federal impuso nuevas reglas de cobertura para la prensa. También se emitió una orden por parte del juez presidente de ese foro, José Fusté, en la que advierte sobre sanciones severas a los abogados que no sigan los cánones de ética y comenten públicamente sobre los procesos.