Casi ni se cuestiona, para el dolor de cabeza, de músculos y cualquier otro desmán mensual echándonos una pastilla de Tylenol o Panadol a la boca resolvemos la dolama. Sin embargo y como dice el refrán, el remedio puede ser peor que la enfermedad o al menos eso entiende la Agencia de Alimentos y Medicina de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Médicos del FDA y expertos de diversas universidades estadounidenses evaluaron y determinaron que tomarse en exceso el ingrediente provoca daños al hígado. En su página cibernética, www.fda.gov, se alertan las implicaciones que tiene en la salud la ingestión del fármaco más utilizado en América. “El acetaminofén, si se toma más de lo indicado, puede causar daños serios al hígado. Es muy importante seguir las instrucciones del doctor y las indicaciones de la etiquetas del medicamento”, advirtó el sitio. Añade la página que muchas veces no se notan los síntomas que sugieren el deterioro del hígado, no obstante, “con el tiempo se verá el efecto”. Advierte el portal que tienden a confundirse dichos síntomas (pérdida de apetito, nauseas y vómitos) con otros, como los relacionados al catarro. Además, la portavoz del FDA, Judith Kramer, manifestó que la interacción del acetaminofén con otros medicamentos puede provocar sobredosis letales. Tras investigar las repercusiones y prevenir los efectos del ingrediente, el FDA determinó que la dosis máxima de acetaminofén por medicamento debe ser de 650 miligramos. Aquellos con una dosis de 1,000 miligramos se venderán solamente con receta médica. Para el doctor Miguel Sosa-Padilla esta restricción es “justa” y se venía evaluando “desde hace tiempo”. “Estoy de acuerdo con eso, pero no se había intervenido…La gente está abusando del medicamento utilizándolo en grandes cantidades para tratar, por ejemplo, el artritis”, sentenció el generalista. Y es que, según explicó Sosa-Padilla, el acetaminofén es un analgésico que ha sido empleado como antiinflamatorio. Acción que con los años provoca daños hepáticos porque la ingesta del componente, a largo plazo, afecta las encimas del hígado. “Hay que restringir los medicamentos que contengan acetaminophen porque son de fácil acceso y por tanto, las sobredosis tienden a ser frecuentes”, expresó el doctor. Del mismo modo, Sosa-Padilla apuntó que la regulación es positiva porque así se evitan los percances que podrían surgirle a un consumidor que compre la medicina ignorando las posibles consecuencias de su uso desmedido. El acetaminofén se encuentra en medicinas como Tylenol, Panadol, Excedrin y otros fármacos para la alergia o el catarro.