Gobiernos alrededor del mundo se han movilizado para contener la expansión de una posible pandemia global de gripe mientras un virus derivado de la influenza porcina, que ha dejado 103 muertos en México, ya se presentó en Estados Unidos, Canadá, España, y posiblemente haya llegado hasta Nueva Zelanda, Brasil y Reino Unido. Temiendo otro fuerte revés para la frágil economía mundial, los mercados reaccionaron nerviosamente ante el brote de gripe porcina, que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a activar su “salón de guerra”, que funciona como centro de comando durante las 24 horas del día. Estados Unidos declaró el domingo una emergencia de salud pública. Aunque la mayoría de los casos afuera de México eran relativamente leves, una alta funcionaria de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) dijo temer que se produjeran muertes por el virus. La OMS ha declarado al virus como una “emergencia de salud pública de preocupación internacional” que podría convertirse en una pandemia, o el brote global de una enfermedad seria. Esto podría costar billones de dólares a una economía mundial que ya sufre su peor crisis en décadas.
En el centro de este brote se encuentra México, un importante destino turístico mundial y gran exportador de bienes procesados, en su mayoría alimentos, además de petróleo. El presidente mexicano Felipe Calderón ha asegurado que de las 1,384 personas que presentan los síntomas de la influenza, el 67 por ciento –es decir, 929 pacientes- ya fueron dadas de alta y no corren ningún peligro. El domingo a última hora, el ministro de Salud mexicano, José Angel Cordova, dijo que la gripe había dejado 103 muertos en el país y unas 400 personas habían sido admitidas en hospitales.
No han ocurrido muertes fuera de México a consecuencia de la nueva cepa de gripe porcina, pero 20 casos han sido identificados en Estados Unidos y 6 en Canadá. Monedas internacionales como el dólar y el yen se apreciaban, mientras el peso mexicano se debilitaba, aunque el Ministro de Finanzas de México, Agustín Carstens, trató de llevar tranquilidad a los mercados diciendo que el impacto sobre la economía de su país sería “transitorio”. La ministra de Salud de España, Trinidad Jiménez, confirmó este lunes el primer caso de gripe porcina en la península ibérica, un joven que estuvo en México y presentaba un cuadro de afección respiratoria y fiebre. Posibles contagios están siendo chequeados en lugares tan distantes como Europa, Israel, Australia, Nueva Zelandia, Reino Unido y Brasil. Varios países aumentaron la vigilancia en puertos y aeropuertos, usando termocámaras y sensores para identificar a viajeros con fiebre. El gabinete de Japón sostuvo una reunión especial y dijo que priorizará la producción de una nueva vacuna. Autoridades en toda Asia intentaron calmar a sus poblaciones, diciendo que tenían suficientes reservas de medicamentos contra la gripe para enfrentar un brote. Por otro lado, la Comisión Europea convocó hoy una reunión urgente de los ministros de Salud del bloque. La nueva cepa de influenza, una mezcla de varios virus de porcinos, aves y humanos, representa el mayor riesgo de pandemia desde que surgió la gripe aviaria en 1997, que entonces causó la muerte a varios cientos de personas. Una pandemia de gripe de Hong Kong ocurrida en 1968 causó la muerte a cerca de un millón de personas en todo el mundo. Un virólogo chino que ayudó a combatir las dos últimas crisis globales de salud, el SARS en el 2003 y la gripe aviaria que reemergió ese mismo año, se mostró preocupado porque Asia, podría sufrir los peor de una nueva pandemia. “Nos estamos acercando a una pandemia”, dijo Guan Yi, un profesor de la Universidad de Hong Kong que ayudó a rastrear el origen del brote de SARS en el 2003. “Creo que la expansión de este virus entre los humanos posiblemente no será contenida en el corto plazo (…) ya hay casos en casi cada región. El cuadro cambia a cada momento”, agregó el experto. Los inversores en Asia son los más conscientes de un daño potencial, luego de que el brote de SARS en Hong Kong hace seis años debilitó a la ciudad y la economía regional, así como los casos de gripe aviaria en los últimos años.