Un estudio presentado ayer por la Coalición de Vacunación de Puerto Rico (VOCES), reveló que en una muestra poblacional de mujeres en la Isla entre las edades de 16 a 64 años, un 29.4% tenían infección con Virus de Papiloma Humano (VPH) en cérvix y 38.6% tenían infección en ano. En hombres, por su parte, un 53% tenía infección de VPH anal y 20% infección en orofaringe.
Dado a que el virus es altamente transmisible y se considera la infección de transmisión sexual más común en la mayoría de las poblaciones a nivel mundial, sin las debidas protecciones la cantidad de contagios sólo iría en aumento en los próximos años. El VPH, además, es uno de los principales causantes de ciertos tipos de cáncer. Por tal razón, VOCES identificó la necesidad de crear un Panel Asesor de VPH en Puerto Rico para que emitiera unas recomendaciones respecto a cómo mitigar el virus en la Isla.
En términos de prácticas sexuales, se documentó en el informe, titulado Vacunación contra el VPH en Puerto Rico: Una radiografía sobre el VPH en Puerto Rico y recomendaciones del Panel Asesor, que el 30.8% de los adolescentes escolares están sexualmente activos y el 51.5% de aquellos con 15 años o más comenzó la actividad sexual antes de los 15 años. Además, los datos del Registro de Cáncer de Puerto Rico han documentado que las tasas de incidencia para cáncer cervical, orofaringe y pene son más altas que las reportadas en la población blanca no-hispana que reside en los Estados Unidos. También revelaron que el cáncer anal está en aumento.
“Tenemos que reconocer que en Puerto Rico los adolescentes tienen otros tipos de juegos sexuales en los que no necesariamente tiene que haber intimidad pero sí puede haber conexión con el virus”, recalcó la doctora Lilian Rodríguez, fundadora y presidenta de VOCES, un grupo multisectorial en el que participan sobre 40 entidades, siendo la mayoría de ellas las organizaciones de profesionales de la salud.
De acuerdo al Puerto Rico Inmunization Registry (PRIR), en el año 2014 sólo un 22 % de las mujeres y un 17 % de los hombres entre los 13 y 15 años estaba vacunado contra VPH. La meta de VOCES es clara: alcanzar el 80 por ciento de vacunación contra VPH en féminas y el 64 por ciento en varones entre las edades de 11 a 18 años para el 2020.
Para ello, el Panel Asesor, compuesto por 22 representantes, incluyendo investigadores, académicos, profesionales de la salud, pacientes y miembros de la comunidad, recomendó varias estrategias para ser impulsadas en Puerto Rico. Una de ellas es establecer las tres dosis de vacunación contra VPH como requisito de entrada en escuelas públicas y privadas en los grupos de 11 a 12 años. Esto con el propósito de fomentar la vacunación en adolescentes y proteger las futuras generaciones, según se dijo en la conferencia. VOCES ya emitió la recomendación al Departamento de Salud de Puerto Rico, encargado de establecer los requisitos de vacunas al momento de un estudiante ser admitido en una escuela.
Otra de las recomendaciones, de hecho, fue “fortalecer el Registro de Inmunización de Puerto Rico como registro central y robusto para la recopilación de datos sobre la vacunación contra el VPH y hacer su uso mandatorio para todos los inmunizadores”, destacó el informe. También el Panel insistió en la necesidad de incrementar la educación entre los jóvenes y padres sobre la importancia de vacunarse para prevenir principalmente, más allá del contagio con VPH, los tipos de cáncer que puede provocar, como el cervical, vaginal y anal.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de ADN, del cual se han identificado más de 100 subtipos, que produce infecciones en la piel y en las mucosas del tracto ano-genital, oral (boca y garganta) y respiratorio. Hay más de 40 tipos de VPH que pueden infectar las áreas genitales de hombres y mujeres. Estos tipos de VPH también pueden infectar la boca y la garganta. Las mujeres de 25 años o menos son más propensas a contraer el virus. En los hombres, la prevalencia pico de VPH ocurre a mayor edad comparado con las mujeres. El VPH se transmite por contacto de piel a piel durante las relaciones sexuales (sexo vaginal, sexo anal y sexo oral), y se puede transmitir, aun cuando la persona infectada no presente síntomas.
De acuerdo a estadísticas mundiales, 8 de cada 10 personas activas sexualmente se infectarán con VPH en algún momento de sus vidas. Respecto a los hombres, 6 de cada 10 cánceres en pene son causados por la infección de VPH, mientras que en las mujeres, 7 de cada 10 cánceres vaginales, orofaringe y de vulva son causados por el mismo virus.
“Si nosotros logramos aumentar la vacuna contra VPH, disminuiría también de manera drástica la incidencia de cáncer cervical”, puntualizó la doctora Ana Patricia Ortiz, quien forma parte del Panel Asesor.
La vacuna para prevenir el VPH es Gardasil y consta de tres dosis: la primera, en efecto, al momento en que se aplique, la segunda debe ser exactamente a los dos meses y una tercera aplicación del medicamento al cuarto mes de haber recibido la primera dosis. Existe otra vacuna llamada Cervarix, pero esta no previene las verrugas genitales y no puede ser aplicada en hombres, de modo que un 95 por ciento de las personas que se vacunan contra el VPH, utilizan Gardasil, según dijo a Diálogo el doctor Fernando J. Ysern-Borrás.
Aunque alarmante, por la cantidad de casos que se registra de VPH en la Isla, no resulta raro el hecho de que sea difícil lograr que la vacuna contra el virus sea obligatoria en la Isla. De hecho, en los Estados Unidos, en sólo dos estados, Rhode Island y Virginia, y la capital federal Washington DC, es mandatorio que los ciudadanos reciban la vacuna. Sin embargo, aún allí los padres pueden negarse a que se les aplique el medicamento a los menores de edad. Esto de debe, según explicó Ysern, al tabú que todavía existe respecto al tema de las relaciones sexuales en la adolescencia, ya que muchos padres entienden que la aplicación de la vacuna es como darle un permiso a sus hijos para tener relaciones con alguien.
“Se hace difícil la vacunación en las escuelas (contra el VPH, porque se trata de un virus que se contagia por contacto sexual. Es más difícil hacerlo obligatorio, es lo ideal pero la dinámica es diferente”, señaló el doctor.
El Panel, por otro lado, insistió en la necesidad de que los profesionales de la salud recomienden enérgicamente la vacunación contra VPH especialmente a los jóvenes entre las edades de 11 a 18 años.
Clínica de vacunación en la UPR
El 9 de septiembre se estará llevando a cabo una actividad de vacunación masiva en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, que forma parte de un esfuerzo multidisciplinario de la Coalición y otros miembros para vacunar a los jóvenes contra el VPH. Además de las clínicas de vacunación, se estarán llevando a cabo charlas educativas sobre el virus. Aunque el evento está enfocado en los estudiantes, toda persona podría asistir a vacunarse.
“Creo que es importante para que ellos (los jóvenes) se empoderen de su salud y tengan la oportunidad de comenzar esta vacunación que previene el cáncer no solamente en mujeres, también en hombres. Yo recomiendo y promuevo que todos tengan la oportunidad de visitarnos ese día”, indicó a Diálogo la doctora Vivian Colón, quien añadió que el plan es aumentar la vacunación y hablar eventualmente de una disminución radical de los tipos de cáncer en Puerto Rico provocados por el VPH.
El Código de Seguros de Salud, de hecho, obliga a todos los planes médicos privados, grupales e individuales, y dentro de la Ley Orgánica de ASES enmendada en el 2012, a incluir la vacuna contra VPH en sus cubiertas, tanto a mujeres como a hombres.
“Esa de ASES específicamente cubre la vacuna desde los 11 hasta los 18 años”, aclaró la licenciada Linette Sánchez, quien estuvo presente entre los que asistieron a la conferencia.
De acuerdo a un estudio farmacoeconómico realizado por el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, si se logra la vacunación del 80 por ciento de las féminas y el 64 por ciento de los varones en la Isla, habría un ahorro de entre $88 a $218 millones en costos directos e indirectos a corto y largo plazo, respectivamente, en términos de tratamientos a pacientes con VPH y cáncer en el País.