BAGDAD (Reuters) – El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, logró una amplia victoria sobre sus rivales chiítas en las elecciones provinciales, reflejando un cambio relevante en el panorama político del país, según resultados preliminares difundidos el jueves. Los resultados arrojaron grandes triunfos para la coalición Estado de Derecho del primer ministro en la capital Bagdad y en Basora, la segunda metrópoli del país, lo que le da un fuerte impulso para las elecciones parlamentarias de finales de año. Los aliados de Maliki también lograron victorias más pequeñas, pero significativas, en ocho de las nueve provincias chiítas del sur. Las elecciones provinciales del sábado fueron las más pacíficas de Irak desde la caída de Saddam Hussein, lo que ha sido considerado por Washington como una señal de progreso en sus planes para retirar gradualmente a sus 140.000 tropas. Maliki hizo campaña por todo el país en una plataforma de ley y orden, atribuyéndose el crédito de las mejoras en seguridad. Aunque su propio partido Dawa tiene raíces chiítas, Maliki ha hecho campaña evitando las referencias religiosas, un mensaje que al parecer ha atraído a los votantes cansados de un país sumergido en una violencia sectaria. Los partidos seculares e independentistas también salieron bien parados en todo Irak, según los resultados, después de ser engullidos por los partidos religiosos en las últimas elecciones del 2005. En cambio, el Consejo Supremo Islámico Iraquí (CSII) -hasta ahora el partido chiíta dominante en el país- que ha hecho una campaña fuertemente religiosa, no ha ganado en una sola provincia. Aunque Irak vive actualmente su momento más tranquilo desde la invasión de Estados Unidos en el 2003, un atacante suicida con bomba causó la muerte de 15 personas en el noreste de Irak el jueves, poco antes de conocerse los resultados de los sondeos electorales. El atentado fue el más sangriento en semanas, un recuerdo de la fragilidad de las recientes medidas de seguridad que alentaron la esperanza del fin de la violencia sectaria que asoló el país tras la invasión. Los resultados difundidos por la comisión electoral independiente mostraron que el bloque Estado de Derecho de Maliki ganó el 38 por ciento de los votos en la capital y el 37 por ciento en Basora, la provincia que incluye la segunda mayor ciudad del país y las principales exportaciones de petróleo. Un grupo apoyado por el clérigo chiíta Moqtada al Sadr quedó en segundo lugar en Bagdad con sólo un 9 por ciento de los votos. En Basora, el CSII quedó segundo con el 11,6 por ciento. Los márgenes de victoria de Estado de Derecho fueron menores en otras provincias chiítas y se espera que en las próximas semanas los partidos negocien para formar coaliciones en los consejos regionales que elegirán a los poderosos gobernadores.