María (Lolita) Villanúa, María Teresa Robles y Carlos Iván Santos se conocieron como bailarines de Ballet Concierto de Puerto Rico. Entre conversaciones sobre ambiciones futuras, los tres concordaron en querer formar un proyecto de danza que que fuera más allá de un montaje o una producción. Sin embargo, por años se distanciaron y tomaron rumbos diferentes para formarse profesionalmente. Lolita se relocalizó en Brasil, Carlos Iván entró al Boston Ballet y María Teresa subió a la posición de primera bailarina en Ballet Concierto de Puerto Rico.
En agosto de 1999 comenzó a operar la compañía de danza contemporánea, Andanza, el gran proyecto que años antes tres grandes amigos habían soñado. Junto con la apertura de Andanza, se fijaron en abrir una escuela de baile para formar futuros bailarines, la cual abrió meses después.
Quince años después, Lolita, María Teresa y Carlos Iván se encuentran celebrando el 15vo aniversario de la compañía que, a pesar de haber tenido carreras previas, siempre consideraron como el futuro de sus vidas.
¿Qué es Andanza?
Como compañía de danza contemporánea y escuela de baile, Andanza se dedica a la formación de bailarines y la democratización de la danza en Puerto Rico. Es una mirada diferente al baile que promueve la fusión cultural dentro del arte para obtener un producto orgánico, fresco y una versatilidad en movimiento y estética.
Concorde a la dirección que lleva la compañía, sus bailarines se desarrollan similarmente. Para María Teresa Robles, directora ejecutiva de la escuela, el bailarín de Andanza es uno “maduro, completo, con un entrenamiento clásico pero abierto a entrar en una estética distinta”.
Actualmente, Andanza busca expandir su membresía, por lo que han creado el taller de la compañía, una oportunidad para bailarines jóvenes que aspiran a hacer del baile su profesión.
La escuela de Andanza se basa en la enseñanza del ballet clásico como disciplina principal. A esta se le añaden ramas de la danza como las danzas del vientre, salsa, tap, jazz, baile moderno, hip-hop, flamenco y Pilates.
Para realizar esa “democratización de la danza” que tanto inspira a Andanza, se ha desarrollado, desde el 2002, el programa “Danza con Andanza”. Este busca llevar la enseñanza del baile a comunidades de bajos recursos en Puerto Rico. De estos talleres también se reclutan talentos con posibilidades de crecer en el mundo del baile profesionalmente para ser becados en la escuela.
Creatividad ante la crisis
Ante la crisis económica que se enfrenta mundialmente, la danza han sido una de las áreas que mas cambios y deficiencias a sufrido. Para Andanza, no ha sido diferente. La falta de fondos, baja en matricula y carencia de respaldo ha generado inestabilidad para la compañía. Aun en tiempos difíciles, Andanza prueba que la creatividad artística puede impulsar a muchos a trabajar mas fuerte por lo que se quiere.
“La crisis económica nos activó la creatividad”, así se expreso María Teresa Robles sobre la respuesta que ha dado Andanza ante el debacle económico.
Y es que para Andanza han sido años de mucho ingenio artístico en búsqueda de fondos para subsistir. Han hecho funciones en la sede de la compañía y presentaciones en el Museo de Arte Contemporáneo, las cuales incluyen a estudiantes de la escuela. Además, distintas instituciones, como el Centro de Bellas Artes de Santurce, han cooperado con su causa en la donación de servicios. También, se ha aumentado el ofrecimiento de cursos en la escuela.
“No podemos sentarnos a esperar ninguna ayuda de nadie, sino seguir trabajando mas fuerte todavía”, este ha sido el empuje que ha llevado a Andanza a lograr cumplir sus quince años ininterrumpidos.
Aniversario de Gala
El próximo mes de noviembre, Andanza presentara “Andanza de Gala” en celebración de sus quince años, al igual que el centenario de la Escuela de Derecho y la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico. El espectáculo incluirá la obra “Muerte” inspirada en el Réquiem de Mozart, coreografiada por Antonio Gomes. De igual manera, se estrenará la pieza “Justicia” de Carlos Iván Santos.
Con quince años de trayectoria, los tres amigos que transformaron una idea en una compañía de danza, aún siguen siendo tan entrañables como siempre. Han logrado trascender el espacio académico y profesional en una amistad que se enriquece por el amor al arte, el deseo de contagiar a otros con su pasión por la danza y el empeño que ponen en dejar un legado a futuras generaciones de bailarines, coreógrafos y apasionados de la danza.