La lucha estudiantil en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP) continúa. Lo que lleva a cuestionarse: ¿qué sucederá con el semestre académico que se vio interrumpido por la huelga?
Al otro lado de los portones -por donde hace unas semanas caminaban miles de estudiantes, empleados y ciudadanos diariamente- casetas, hamacas y pancartas con mensajes de lucha ocupan los espacios en la UPRRP desde su paralización hace poco más de un mes. También una multitud de hojas y ramas caídas se adueñan poco a poco de las áreas aledañas a los árboles.
Tanto la naturaleza, como los estudiantes han reclamado su lugar en el campus riopedrense. Estos últimos, pernoctan dentro del recinto donde, pese a la paralización de sus labores académicas, se continúa generando conocimiento y propuestas, desde otra dinámica.
No obstante, una realidad paralela a esta estampa es que el segundo semestre de este año académico se interrumpió faltando poco más de un mes para darse por culminado. Ante esta situación, Diálogo conversó con Lorna Castro, portavoz del recinto, quien aseguró que los estudiantes no perderán sus créditos.
“El semestre nunca se pierde, lo que se hace es que se recalendariza desde el momento en que se reanuden las clases y todo lo que quedaba para finalizar el semestre se extiende en el periodo que sea”, explicó Castro.
Lo que sí se canceló fue la sesión larga de verano que ofrece el recinto, debido a que en la fecha en que estamos, de reanudarse las clases próximamente, confligiría la culminación del semestre con la sesión de verano. Aunque todavía está sobre la mesa si se cancelará también la sesión corta. El tiempo -y la huelga- dirá.
Además, como se anunció previamente, la fecha de la ceremonia de graduación fue pospuesta, reiteró la portavoz. Una vez se reabran los portones y continúe la labor académica, la administración reevaluará cuándo se puede efectuar.
¿Cuál es el sentir de los gallitos y jerezanas sobre la interrupción del semestre?
Para la mayoría de los estudiantes entrevistados por este medio, en estos momentos tiene más peso la lucha por mantener la existencia de Universidad de Puerto Rico (UPR) a largo plazo, que terminar los cursos matriculados actualmente.
“Si no lucho y termino este semestre, igual nunca podré terminar mis estudios. Si se tiene que perder algo, que sea un semestre y no la universidad ni la educación. Poner como prioridad este semestre ante la masacre que le quieren hacer al [sistema de] educación es como dar prioridad a los cristales del Popular [Center] antes que a la auditoría de la deuda ‘publica”, expresó Verónica Acevedo, estudiante de drama en la UPRRP.
Por su parte, Abby Rivera, quien cursa su primer año en información y periodismo, favorece la huelga y sostuvo que la interrupción del semestre “es un precio mínimo que pagar, comparado con lo que tendríamos que sacrificar si no lucháramos por nuestro futuro”.
Para la también estudiante de primer año, Richel Santiago, el mecanismo de lucha es necesario y lo apoya, pues entiende que los reclamos de los estudiantes deben ser escuchados.
Sin embargo, Santiago explicó que suele trabajar durante el periodo de verano en campamentos de niños y este año seguramente no podrá hacerlo, ya que no sabe cuándo culminará las clases. Pese a esto, reiteró su apoyo a la huelga porque “es por el bien de todos”.
Otra forma en que la paralización de las clases puede afectar los planes de algunos estudiantes es que se ven forzados a posponer sus estudios graduados. Tal es el caso de Liz García Herniaiz, que está en su último semestre y tenía planes de comenzar la maestría próximamente.
García Hernaiz también tiene la incertidumbre de no saber cuándo se efectuarán los actos de graduación; mas dijo estar firme en su apoyo a la paralización del recinto.
“Hay muchas cosas que el gobierno debe recortar, en lugar de perjudicar al sistema UPR cerrando programas y recintos para ponérselos en bandeja de plata al sistema Ana G. Méndez… perjudicando mayormente a las futuras generaciones de jóvenes estudiantes de escasos recursos y a los más desventajados”, puntualizó la futura egresada de la UPRRP.
Por otra parte, Rafael Alonzo Arias, se mostró inconforme con el cierre de los portones. Aunque dijo entender y favorecer los reclamos estudiantiles, en un inicio pensó que la huelga no era el mejor mecanismo para que los estudiantes se hagan escuchar.
Alonzo Arias, candidato a graduación, manifestó que “es una pena la interrupción del semestre académico, pero el hecho de que [la administración, el gobierno y la Junta de Control Fiscal] haya ignorado nuestros reclamos y propuestas le da más sentido a esta interrupción. Por lo tanto, me he resignado [a favorecer la huelga]”.
El estudiante de pedagogía también admitió que la incertidumbre de no saber cuándo retomarán las clases y si tendrá ceremonia de graduación le ha afectado durante las últimas semanas.
Asimismo, un estudiante de educación de cuarto año, quien prefirió no identificarse, comentó que “el no saber cuándo se reanuden las clases solo provoca ansiedad e incertidumbre sobre los estudios y el trabajo”.
Luis (seudónimo utilizado para proteger su identidad) indicó que tiene posturas encontradas respecto a la huelga, puesto que, como educador, entiende que los portones deberían mantenerse abiertos; pero como estudiante universitario no puede ser egoísta e ignorar los beneficios que puede traer esta lucha a las futuras generaciones.
“La incertidumbre siempre genera estrés, pero creo que esta lucha trasciende este sentimiento y va mucho más allá. Estamos claros de que esta lucha algún día acabará y esperamos terminar victoriosos”, sentenció Acevedo.