Muchos profesores y ex alumnos universitarios recuerdan una época en la que los movimientos estudiantiles eran constantes y significativos. Los temas y asuntos importantes del País se discutían en la Universidad de manera masificada. Eran los tiempos de la década del 70 y el 80, cuando las asambleas tenían la asistencia de miles de estudiantes y las actividades de protesta estaban en todo su apogeo. La participación de los jóvenes en los movimientos estudiantiles ha sido evidente a través de la historia de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Entre las movilizaciones estudiantiles más recordadas se encuentran las de marzo de 1970, relacionadas con la lucha contra el Reserve Officers Training Corps (ROTC) y las confrontaciones entre independentistas y anexionistas; y las de septiembre de 1981 y abril de 2005, ambas por alzas en el costo de la matrícula. Sin embargo, entrada la década de los 90 hasta el presente, se ha especulado muchas veces, tanto en las aulas como en los medios de comunicación, sobre la baja participación estudiantil en los procesos de toma de decisiones, y la falta de apoyo en lo actos de protesta. La aparente apatía ha sido mencionada al reseñarse asambleas de estudiantes como la que se celebró el 19 de abril de 2007 en el Recinto de Río Piedras. La reunión contó con la asistencia de unos 650 estudiantes, cuando se discutía el informe del Comité Asesor de Finanzas Institucionales (CAFI). En aquel entonces, el recinto riopedrense contaba con unos 19,000 alumnos. Christian Huertas, de 18 años y estudiante de Biología de la UPR en Bayamón, expresó que nunca ha asistido a una asamblea. Huertas tampoco pertenece a ninguna organización estudiantil ya que “entre los estudios y el trabajo no hay tiempo”. El joven reconoció que no es correcto “ir a estudiar e irse para su casa”, pero se defendió al decir que nunca se ha enterado de un llamado a asamblea por parte de su Universidad. “Yo me entero de lo que pasa en Río Piedras por las noticias y considero que hay que apoyar los paros y piquetes si hay razones justificadas”, comentó. Por su parte, Cristina Alemán de 21 años, estudiante de ingeniería en el Recinto Universitario de Mayagüez, sentenció que los estudiantes que no participan de las asambleas no tienen derecho a cuestionar lo que en ellas se decida. De igual forma se expresó en contra de aquellos que van con la intención de no coger clases: “Tengo a gente de la UPR de Río Piedras en mi facebook, y me da vergüenza decirte que muchos de ellos fueron a la asamblea extraordinaria y votaron a favor del paro, y después ponían en su profile: `pa´ la playa mañana´”. El portavoz de la Unión de Juventudes Socialistas (UJS), Víctor Rodríguez Márquez, afirmó que la movilización estudiantil es menor ahora que en otras décadas, pero aseguró que más que apatía, lo que existe es un retiro social del país en pleno. “La gente no va a los cierres de campaña [de los partidos políticos] si no le ponen un cantante de reguetón… no hay una cultura de organización”, señaló. Además expuso que éste es un problema complejo, directamente relacionado a que el Estado aporta al retiro social de sus ciudadanos cuando cierra lugares de expresión social y cultural. “El neoliberalismo nos lleva a preferir el individualismo antes que el colectivo”, anotó.