Ante la latente crisis que vive el País tras el paso del huracán, el presidente de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), José Rivera Caraballo, tildó de “irresponsable” la comunicación del presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Darrel Hillman Barrera, de que el personal administrativo, docente y no-docente deberá reportarse mañana jueves 5 octubre a sus áreas de trabajo.
La comunicación de ayer de la institución precisó que las labores académicas y administrativas comenzarán mañana. En cambio, la fecha de reinicio de clases permanece incierta.
En la comunicación, Hillman Barrera indicó que los empleados que no puedan acudir a sus respectivos recintos y unidades “deberán reportarse al Centro de Operaciones de Emergencia en el municipio de su residencia y allí solicitar una certificación de su asistencia”.
Según dijo Rivera Caraballo a Diálogo, el comunicado de la institución resulta ambiguo y le preocupa “la tensión que le puede crear a los compañeros empleados docentes y no-docentes en un momento donde todavía no hay recintos que estén preparados”. Señaló, por ejemplo, la escasez de información que existe en torno a la extensión de los daños en unidades como Arecibo, Humacao y Utuado.
El líder de la colectividad cuestionó además si compañeros y compañeras de la colectividad serán penalizados de no poder asistir debido a dificultades que se han visto acentuadas tras el paso de María.
“Yo creo que esa carta, lamentablemente, contribuye a crear un ambiente de incertidumbre y mayor tensión en un momento cuando debe ser otro el discurso”, sostuvo.
En cambio, para Rivera el llamado de la institución debe ser a continuar el voluntariado de limpieza en los distintos recintos y unidades de la UPR. De esta manera, el también profesor de la UPR en Carolina elogió la convocatoria de voluntarios realizada por el rector interino del campus riopedrense, Luis Ferrao Delgado, que, a su entender, ha funcionado “excelentemente”.
“El llamado de la APPU ha sido desde el principio que aquellos compañeros y compañeras miembros de la APPU, que pueden hacerlo, que lleguen a los recintos donde trabajan o a los recintos más cercanos y colaboren en las tareas de limpieza de manera voluntaria”, puntualizó.
Otro asunto medular en el reclamo de Rivera Caraballo es el asunto del pago a los empleados docentes. Este acotó que a los profesores se les paga por impartir cursos, por lo que “si se nos exige que vengamos a ponchar o a trabajar en este momento, ¿se nos pagará por ese tiempo extra que vamos a estar trabajando? Porque las horas contacto las vamos a reponer”, sentenció.
La comunicación de Hillman Barrera, sin embargo, no suscitó incomodidad en la Hermandad de Empleados Exentos No-Docentes (Heend). El presidente del organismo, José Torres, expuso que en estos momentos de crisis va a requerir un “esfuerzo mayor” de parte de los empleados no-docentes de la UPR para levantar a la institución y al País. En la medida en que su situación lo permita, el líder obrero convocó a la matrícula de la colectividad a que asista mañana a sus lugares de trabajo.
Propone extender el trabajo voluntario
Por otra parte, Rivera Caraballo propuso al presidente interino que las labores de limpieza y ayuda se extiendan a las comunidades aledañas a los recintos y unidades de la UPR una vez culminen las respectivas labores en estos. El académico aludió al “capital humano invaluable” que posee el principal centro docente del País que, entre sus estudiantes y empleados docentes y no-docentes, incluye psicólogos, electricistas y plomeros.
Para Rivera Caraballo, el mérito de la UPR trasciende a lo que ocurre en un salón de clases. “Ese es el llamado a la administración: que considere esa idea para que la Universidad de Puerto Rico pueda hacer acto de presencia en trabajo voluntario no tan solo para levantar a la UPR sino para contribuir a levantar el pueblo de Puerto Rico”, subrayó.
Los trabajos académicos y administrativos en las once unidades de la UPR se mantienen paralizados desde el 18 de septiembre debido al paso del huracán María por la Isla.
El huracán María impactó a Puerto Rico el pasado 20 de septiembre ocasionando hasta el momento 34 muertes y pérdidas de infraestructura y de patrimonio natural aún incalculables. La furia de sus vientos llegó a alcanzar las 155 millas por hora en algunas zonas del país para ubicarse como huracán categoría 5.