–¿Tinto o rosado?
–No, gracias. No me gusta el vino.
Aprender a beber vino no es más que el acto de adiestrar el paladar o –al menos– eso aseguró Miguel Pérez Díaz, sommelier y decano fundador de la Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes de la Universidad de Puerto Rico en Carolina.
Entonces, ¿cuál es el vino correcto para adiestrar el paladar?
Una persona que está entrando en el mundo del vino y la uva debe comenzar –según el sommelier– con los vinos blancos o rosados. Estos vinos tienen mucha presencia de azúcar y la cantidad de taninos es mínima, ya que el propósito del tanino o piel de uva es aportar un sabor más seco y hasta astringente.
Pérez Díaz recomendó también el conocido Merlot como otra opción para adiestrar el paladar porque opaca la resequedad del vino. Otra alternativa es el vino alemán, su porción de azucar es mayor y eso mitiga el sabor del alcohol.
Pero si lo que desea es refrescarse en medio de un verano con temperaturas sobre los 100 grados, el profesor sugirió un Pinot Grigio. Este vino se compone de una fruta ácida que se cultiva en el noreste de Italia.
Una vez se supere la parte del sabor, debe –de acuerdo con el profesor– aprender a escoger la botella del vino que consumirá.
¿Cómo saber si el vino está en buenas condiciones?
Para determinar el estado del vino solo hay que observar el cuerpo del vino. Si la luz no se puede reflejar en el cuerpo o se pierde la sustancia translúcida que caracteriza a la bebida, el vino puede estar oxidado.
Pérez Díaz expuso que uno de cada diez vinos está dañado por hongos y para detectarlo también se puede usar el olfato.
Si la bebida huele a corcho, a fósforos quemados o a huevos podridos, el vino puede estar dañado por hongos. Eso sí, las sospechas siempre deben ser confirmadas “con prueba en boca”, afirmó el decano.
Además, verifique si el metal que rodea la botella se puede girar. Si la respuesta es no, también puede estar dañado.
El expertó aconsejó que “cuando compre vino recuéstelo”. Según él, si la botella permanece parada, se puede deteriorar y hasta oxidar, en especial si tiene corcho.
“Otra cosa: las personas deben evitar mover mucho el vino porque eso lo oxida y lo aíra. Si usted ve a una persona haciendo eso, es porque no sabe lo que está haciendo”, afirmó entre risas.
Conoce los por cientos de alcohol en los vinos
Antes de salir corriendo a comprar vinos es importante conocer que un vino dulce es en realidad un vino con una gran porción de frutas fermentadas: entre más frutas, más fermentación y por ende, más alcohol.
Los vinos que tienen cerca de 20% de alcohol son considerados como los llamados vinos dulces. Los secos son los que tienen de 12 a 14% de alcohol. En el caso de los vinos semisecos su por ciento de alcohol ronda los 10 puntos.
¿A qué temperatura se debe tomar el vino?
Para saber la temperatura en la que se debe servir el vino, hay que dividirlo por categorías, porque “si existe algo que puede afectar o beneficiar el disfrute de un vino es la temperatura en la que se consuma”, puntualizó el profesor.
Existen los vinos espumosos y los de mesa. De los de mesa se derivan los blancos, tintos y rosados.
Los vinos espumosos se pimplan a temperaturas bajas, para ser más específicos, de 35 a 40 grados fahrenheit. En el caso de los vinos blancos, la falacia suele ser bebérselo frío y eso termina afectando la apreciación del sabor y el olor, expuso Pérez Díaz.
En el caso del vino tinto mucha gente dice que el tinto se debe beber a temperatura ambiente. Para Pérez Díaz, todo dependerá del cuerpo del vino.
Los tintos más ligeros se deben beber a 55 grados fahrenheit y entre más espesos, más temperatura aguantarán. En el caso de los vinos rosados, su temperatura promedio a la hora de ser consumido debe rondar los 45 grados por ser el intermedio fijo entre el tinto y el blanco.