La Feria del Libro de Frankfurt es la más importante del mundo. Es para el mundo lo que la FIL de Guadalajara es para América. De eso no cabe duda. Las dudas surgen en la medida en que se pesa el impacto de estos eventos en la literatura lisa y llana. ¿Realmente crean un impacto, una discusión que aporte al acervo literario? o ¿es un mero encuentro económico, mercadotecnista? Este año el invitado de honor es Argentina. La feria es en octubre, pero ya el país rioplatense se viene preparando desde hace mucho. El presupuesto es escaso, pero intentarán hacer una muestra de lo mejor de su literatura, de acuerdo a las exigencias y condicionamientos que significa presentarse en un país que habla una lengua distinta a la suya, así como la distancia cultural. Es por eso que se el comité COFRA encabezado por Magdalena Faillece decidió que la participación argentina gire en torno al tema de la memoria. De esta manera se intenta crear un nexo entre Alemania y Argentina puesto que por una parte está el Holocausto y por otra la dictadura. Los preparativos de la Argentina para Frankfurt 2010 –cuyo lema será “Argentina, cultura en movimiento”- sigue en mayo en Bruselas, donde habrá un Simposio Internacional. “Vamos a trabajar sobre políticas de la memoria”, dice Faillace, en un artículo publicado en la Revista Ñ del diario El Clarín. “En particular, las políticas de Derechos Humanos en la Argentina”. ¿En qué período? “En especial, 2003-2011”, aclara Faillace. Todavía los panelistas de ese simposio no están designados, aunque se habla de Eduardo Anguita, el director de la Biblioteca Nacional Horacio González, Estela Carlotto, el canciller Jorge Taiana y la ensayista Pilar Calveiro. La presidenta Cristina Fernández daría una conferencia sobre la experiencia argentina en políticas de Derechos Humanos. Y el simposio cerrará con la proyección de Iluminados por el fuego, de Tristán Bauer (hoy director de Canal 7). “Quiero instalar el tema de Malvinas”, explica Faillace. El peso que significa ser el invitado de honor debería desatar una alegría que no es general. En el 2004 Fréderic Beibbeder escribió: “Termino por comprender lo que no funciona: ¡No hay escritores en Frankfurt! Es la mayor manifestación consagrada a los libros, pero no se habla más que de dinero. Se compra, se vende, se cambia, se sopesan las posibilidades del próximo García Márquez, las tiradas del Padrino IV, las posibilidades de adaptación cinematográfica de libros cuyos autores ausentes todavía no han escrito ni una sola línea…nadie, en una semana, me ha hablado de literatura.” Hay que ver cómo le va a los hermanos argentinos. Talento y buena literatura no le falta.