BUENOS AIRES- El gobierno de Argentina afirmó este martes que los buques que atraviesen sus aguas rumbo a las Islas Malvinas, cuya soberanía reclama el país sudamericano, deberán requerir un permiso de las autoridades locales, fortaleciendo así los controles marítimos sobre el archipiélago. Argentina también demandará permisos para barcos con destino a las inhabitadas islas de Georgia del Sur y Islas Sandwich, sobre las cuales el país sudamericano también reclama soberanía. La disputa entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía del archipiélago -bajo control británico desde 1833- se intensificó en los últimos días, luego de que se conocieran las intenciones de la empresa inglesa Desire Petroleum de comenzar a realizar exploraciones de petróleo en las islas este mes. “Todo buque que se proponga transitar entre puertos ubicados en la Argentina continental y puertos ubicados en las Islas Malvinas, Georgia del Sur y Sandwich del Sur o atravesar aguas jurisdiccionales argentinas en dirección a estos últimos (…) deberá solicitar una autorización previa al Gobierno argentino”, aseguró el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Durante el anuncio a la prensa, el funcionario explicó que la presidenta, Cristina Fernández, firmó un decreto para habilitar la medida, que podría afectar la creciente industria de cruceros basada en el puerto patagónico de Ushuaia. Un vocero de la Embajada Británica indicó que depende de Argentina decidir cómo regular sus puertos. “La manera en la cual Argentina aplica sus leyes dentro del territorio argentino es un asunto de Argentina (…) el Reino Unido no tiene dudas respecto de su soberanía sobre las Islas Malvinas y el espacio marítimo que la rodea”, indicó. Expertos estiman que el área que rodea al archipiélago podría tener abundantes reservas de hidrocarburos, pero la exploración en 1998 en la cuenca de la Isla Malvina del norte no condujo a inversión para explotación. Hasta el momento los dos países no lograron un acuerdo para la exploración conjunta. Argentina y Gran Bretaña mantienen una prolongada disputa diplomática por las islas. Una invasión argentina en 1982 provocó una guerra que dejó casi 1.000 muertos –la gran mayoría soldados argentinos- y tras pocas semanas de combate, la Argentina firmó la rendición. Funcionarios argentinos impidieron el embarque de tubos sin costura en un buque proveniente de las Islas Malvinas la semana pasada por evidencias de que el navío fue usado para llevar insumos a la actividad petrolera en el archipiélago, que el país considera ilegal.