Las enmiendas a la Ley de Cierre pisan y no arrancan. Las modificaciones, propuestas desde el mes de enero por el representante del Partido Nuevo Progresista (PNP), José Chico Vega, no logran un acuerdo en torno al horario, salario o a cómo la medida protegería a los empleados. La Ley para Regular las Operaciones de los Establecimientos Comerciales, comúnmente conocida como la Ley de Cierre, define lo que es un local comercial, regula los días de cierre total – fechas como el 1 de enero, 25 de diciembre o Viernes Santo-, reglamenta las penalidades por infracciones a dicho estatuto y normaliza el salario o compensación de los trabajadores. Actualmente los negocios que, durante los domingos, tienen 15 empleados o más abren de 11:00am a 5:00pm. La Ley de Cierre vigente les prohíbe vender artículos de limpieza para el hogar, al igual que algunos productos refrigerados. De otra parte, las tiendas con menos de 15 empleados, al presente, tienen libertad de horario y de ventas. El proyecto legislativo busca, entre otras posibilidades, dejar sin efecto la mencionada jornada operativa. Al cambiarla, los establecimientos comerciales en vez abrirían en un horario extendido. Los negocios con 25 o más empleados podrían iniciar sus labores desde el mediodía hasta la medianoche y los de menos de 25 dependientes, desde temprano en la mañana.
El propulsor del proyecto, Chico Vega, sostuvo que las enmiendas a la Ley de Cierre serían beneficiosas para los pequeños y medianos comercios, pues éstos desde la mañana ofrecerían artículos que están restringidos en las grandes cadenas. De lo contrario, tanto el Presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Pedro Malavé; como el secretario de asuntos económicos y ex candidato a la gobernación del Partido Independista Puertorriqueño (PIP), Edwin Irizarry Mora; se oponen vehementemente a la medida. En un comunicado de prensa emitido en días recientes, Irizarry Mora tilda de “equivocada” la visión de que con flexibilidad de horario se ayudará a mejorar la economía del País. De hecho, sostiene que será “nefasto” para los pequeños negocios. “Son las grandes tiendas las que, al emplear personal a tiempo parcial y no estar obligadas a pagas beneficios marginales, pueden hacer los arreglos en horario, de suerte que se beneficiarían enormemente con las enmiendas propuestas a la ley”, manifestó. Por otra parte, según publicó el diario Primera Hora, Malavé expresó que, tras estudiar el Censo Federal de Comercio de 2002, la aprobación de los cambios a dicha ley desembocarían en cientos de pérdidas de empleos y cierres de comercios. Es más, explicó que a raíz de estas modificaciones, las megatiendas generarán $93 millones adicionales. Además de que se clausurarán 79 negocios y se perderán 3,600 empleos en la pequeña y mediana empresa. Al igual que Irizarry Mora, Malavé dijo que alterar el horario no provocaría un aumento en las ventas de los pequeños comerciantes, pues acontecería una redistribución de las ventas a horas distintas.
La Legislatura y el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, aún no llegan a un acuerdo en torno a las enmiendas al estatuto, principalmente, porque no se pacta cómo se le pagará a los empleados en los domingos. Al presente los que laboren ese día reciben salario doble. La Cámara divaga entre sí continuar o no con la paga doble o implementar la paga y media para el personal que haya sido contratado antes de la firma de las enmiendas. Sugieren impulsar el pago sencillo para los que se emplean posterior a eso. Sin embargo, la Cámara plantea la posibilidad de librar de la paga doble a los negocios que demuestran un incremento de 5% en sus ventas al comparársele con su nómina de diciembre.