SIDNEY (Reuters) – La policía australiana analiza este martes la zona arrasada por el fuego, en busca de pruebas de los pirómanos que lo habrían provocado, mientras la cifra de muertos en los peores incendios forestales del país parece que superará los 200, según informes oficiales. La comisaria de policía del estado de Victoria Christine Nixon inició la mayor investigación del país por un delito de incendio, llamada “operación Phoenix”, comprometiéndose a detener a cualquiera que haya provocado un fuego. Al menos 181 personas fueron confirmadas como fallecidas en los incendios, pero las autoridades aseguran que la cifra puede aumentar. “Aún hay un gran número de personas, que excede la cincuentena (…) que los forenses creen que ya están muertos, pero no están identificados aún”, dijo Brumby a periodistas. “Va a ser un número significativo, superará las 200 muertes”, agregó el primer ministro australiano Kevin Rudd. Los incendios que barrieron partes del estado de Victoria el sábado por la noche fueron “sospechosos”, ya que no hubo elementos naturales como rayos capaces de provocarlos, dijo la policía. Las autoridades dijeron que cualquiera que fuera hallado culpable afrontaría acusaciones de homicidio sin premeditación y asesinato. “Las leyes del estado estipulan que ellos pueden ser encerrados, y encerrados de por vida”, dijo el primer ministro Kevin Rudd. “Mi opinión personal es que se debe permitir que se pudran en la cárcel. Esto es un asesinato atroz a escala masiva”, agregó. La zona del desastre, que duplica el tamaño de Londres y abarca a más de 20 poblaciones al norte de Melbourne, ha sido declarada zona del crimen por las autoridades. La cinta policial rodeaba las casas carbonizadas donde se encontraron cadáveres. Unos 25 focos de incendio seguían ardiendo en Victoria el martes, y una decena de poblaciones estaba en alerta por los fuertes vientos. “Las llamas no están cerca de ser controladas como para permitir que la gente baje la guardia”, dijo el miembro de los servicios de emergencia Kevin Monk. Los incendios han incrementado la presión sobre el primer ministro para que adopte acciones firmes contra el cambio climático, mientras los científicos acusan al calentamiento global de las condiciones que han alimentado el desastre. “La tragedia de esta semana demuestra que ahora estamos lidiando con un cambio climático en Australia y ahora es evidente todo lo que estamos a punto de perder”, dijo el miembro de Greenpeace Trish Harrup en un comunicado. Sin embargo, los incendios forestales importantes no son inusuales. “El clima experimentado el sábado (…) aunque poco frecuente, no es inesperado, ya que en promedio este clima de incendio extremo ocurre cada 5 a 20 años”, dijo Justin Leonard de la Commonwealth Scientific & Industrial Research Organization.
Las historias de horror, coraje y suerte continuaban surgiendo a medida que las ciudades arrasadas por el fuego comenzaban a reconstruir sus vidas cotidianas. Una mujer contó a la televisión australiana cómo ella y sus hijos sobrevivieron escondiéndose en una cueva hecha por wombats (marsupiales característicos de Australia) en el campo. Muchos animales australianos sobreviven a los incendios cavando. Ross Buchanan, en la ciudad de Kinglake donde murieron más de 30, perdió a sus dos hijos en el incendio tras llevarlos a las casas de familiares en otra ciudad pensando que allí estarían a salvo. Mientras que Buchanan luchó para salvar su hogar en Kinglake, sus hijos murieron cuando el fuego arrasó la otra ciudad. Victoria ha ordenado una Comisión Real de Investigación para explorar todos los aspectos del incendio, incluyendo pautas de seguridad. Las autoridades dijeron que la regla de oro para sobrevivir en los incendios forestales es la temprana evacuación o quedarse y defender los hogares, pero los expertos aseguran que aparentemente varias víctimas entraron en pánico y huyeron en el peor momento. Algunas fallecieron quemadas en el interior de sus automóviles cuando intentaban evadir las llamas. Australia es el país más propenso a los incendios en la tierra, señalan los científicos, y la mayoría de los fuegos se inician debido a rayos. Los trágicos incendios son el peor desastre natural en Australia en 110 años. El peor episodio de incendios forestales fue el llamado “Miércoles de ceniza” de 1983, en el que murieron 75 personas.