AMSTERDAM (Reuters) – Un avión de una aerolínea turca con 134 personas a bordo se estrelló el miércoles al intentar aterrizar en el aeropuerto de Schiphol, en Amsterdam, en medio de una ligera niebla, con un saldo de nueve personas muertas y decenas de heridos. Funcionarios dijeron que unas 84 personas fueron llevadas a hospitales, incluyendo 25 que quedaron gravemente heridas, cuando el vuelo TK 1951 procedente de Estambul impactó cerca de una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto de Schiphol, el quinto más grande de Europa por volumen de pasajeros. Seis de los heridos estaban en condición crítica. “Hasta donde sé, no hay más pasajeros en el avión”, dijo el alcalde a cargo de Haarlemmermeer, Michel Bezuijen, a periodistas. “Por el momento no podemos decir nada sobre la causa. La prioridad de las autoridades es brindar auxilio y cuidado”, agregó. Los cuerpos de tres miembros de la tripulación que fueron dejados dentro de la cabina para realizar investigaciones, más tarde fueron sacados del lugar. Medios holandeses dijeron que el piloto y el copiloto estaban entre los muertos. Previamente, funcionarios dijeron que había 135 personas a bordo del avión, pero esa cifra luego fue revisada a 134. La televisión holandesa mostró imágenes de lo que parecían ser cuerpos cubiertos en el suelo cerca del avión siniestrado, un Boeing 737 de Turkish Airlines. Al menos cuatro estadounidenses, quienes trabajan para el fabricante de aviones Boeing, estaban en la aeronave, dijo un funcionario. El avión se partió en tres, con la cola separada del resto y una gran grieta en el fuselaje detrás de la cabina, pero no se incendió. El avión se rompió cuando impactó contra el suelo cerca de la pista más lejana de la terminal de Schiphol, a unos 20 kilómetros al suroeste del centro de Amsterdam. Sobrevivientes fueron llevados rápidamente a hospitales en Amsterdam así como a la cercana Haarlem. “Caímos repentinamente y nos detuvimos”, dijo un pasajero que sólo dio su apellido, Mutlucan. “Hubo muchos gritos. Nos estrellamos y aterrizamos en lo que parecía ser un campo”, agregó. “El piloto nos dijo que aterrizaríamos en 15 minutos, pero siete u ocho minutos más tarde chocamos contra el suelo”, agregó.
Reportes del clima en el momento del accidente indicaban que había buena visibilidad a pesar de la niebla y vientos ligeros. “Creí que era un choque de autos. Escuchamos una especie de sonido fuerte y extraño”, dijo el testigo visual Randy Cordes, de 14 años, a Reuters. “Vi un motor que estaba incendiándose pero el fuego se extinguió rápidamente”, agregó. Funcionarios dijeron a altas horas del miércoles que todavía estaban intentando confirmar las identidades de los pasajeros, que incluían a ciudadanos holandeses, turcos y estadounidenses. Un vuelo procedente de Estambul que trasladaba a familiares de las víctimas del accidente está previsto que llegue más tarde el miércoles a la capital holandesa. El ministro de Transporte holandés, Camiel Eurlings, dijo que Turkish Airlines cumplía con toda la normativa de seguridad en Schiphol, y señaló en un comunicado que se investigará la causa del accidente. Por su parte, el presidente ejecutivo de Turkish Airlines, Temel Kotil, aseguró que “el piloto es un hombre experimentado y que es un ex miembro de la Fuerza Aérea turca”. El accidente del miércoles es el undécimo que involucra a un avión de Turkish Airlines en los últimos 20 años, según dijo en un comunicado el Instituto de Seguridad del Tráfico Aéreo en Amsterdam. Turkish Airways sufrió graves problemas en la década de 1970, cuando fallecieron 608 personas en accidentes en unos dos años, pero la seguridad ha mejorado y el accidente del miércoles es el segundo mortal en esta década, según la Fundación de Seguridad Aérea. El accidente aparentemente es el peor desde que un avión de carga El Al se estrelló contra bloques de edificios en un suburbio del sudeste de Amsterdam en octubre de 1992, dejando un saldo de 43 muertos, de los cuales 39 estaban en tierra.