Se casó el hijo mayor de Lady Diana después de que los medios a lo largo y ancho del globo estuvieran comentando la bendita boda desde hace más de un mes. Al menos contrajo nupcias con una mujer porque imagínense si el muchacho fuera “gay”, hubiera sido catastrófico para la realeza inglesa tener un heredero al trono que quisiera cambiar de sexo o traer otro príncipe a la monarquía. Esto hubiera sido más divertido que el “issue” que han creado con la bendita boda, claro lo digo porque existe mucha gente a la que le encanta el morbo.
Confieso que el traje que llevaba la plebeya era sencillo y elegante, digno de una futura princesa. Obviamente porque no es una creación de “David Bridals” ni se lo cosió su abuelita y mucho menos utilizó el mismo ajuar que usó su madre el día de su boda.
Como todos sabemos, la boda de los ya esposo fue todo un evento. Desde condones con el nombre de “William y Kate”, hasta pasteles y otros regalos -que de seguro no recibirán- inundaron toda Inglaterra durante los pasados días.
También los medios de comunicación han estado en cuenta regresiva para la tan mediatizada boda real. Hasta el Gordo Raúl de Molina, del programa El Gordo y La Flaca que transmite la cadena Univisión, voló a Londres para ser parte de la bendita boda y de seguro los novios ni los conocen. Pero ellos están allí para traernos a los telespectadores –le peuple común y corriente- todos los acontecimientos antes, durante, al momento, al minuto, al segundo, después y más adelante de la unión real.
La euforia fue tanta, que incluso acá en Occidente, en medio del Mar Caribe, unas señoras comentaban en medio de un supermercado de Miramar los detalles finales de una actividad que llevarían a cabo en su casa desde las 4 de la madrugada para ver la boda. Aunque, para algunos esto pudiera representar una conducta un tanto exagerada; la verdad es que como puertorriqueños nos caracterizamos por no dejar pasar la oportunidad de armar el rumbón.
Hasta celebramos el mundial de fútbol cada cuatro años, desviviéndonos por los equipos de Argentina, España o Brasil. Claro, esto porque no tenemos equipo que haya competido al momento. De lo contrario, el mes que dura la FIFA sería feriado en el País que festeja desde las bodas hasta el día de la marmota.