Seguimos con la plática que sostuvimos con David Bernier. En esta segunda parte de nuestra trilogía, el joven Secretario de Estado muestra sus destrezas de esgrima laser al batirse con Diálogo en una informal discusión de economía. El debate en cuestión ahora trata los recién firmados acuerdos económicos con República Dominicana y las plataformas que el gobierno de Puerto Rico por su propia cuenta busca desarrollar, sin pedirle mucho permiso que digamos a Washington, pero dando cara ante la realidad del capitalismo globalizado y la desigualdad de competencia que presenta el libre comercio mundial.
Bernier detalló algunos aspectos correspondientes al novel tratado con Quisqueya, alcanzado gracias a las gestiones hechas por la Comisión Conjunta Puerto Rico-República Dominicana, que el funcionario boricua lidera junto a su contraparte dominicano, el Ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro. Para esta parte de la entrevista buscamos asesoramiento del economista Deepak Lamba Nieves, director de investigación del Centro de la Nueva Economía (CNE) y becario de posgrado del Instituto Walton de Economía de la Universidad de Brown. He aquí un mano a mano dentro de ese cuadrilátero conocido como la economía internacional.
Diálogo: Háblenos del acuerdo con República Dominicana, pues gran parte del mismo tiene que ver con la educación superior. ¿Cuáles son los principales beneficios para la Universidad de Puerto Rico?
David Bernier: Es parte de la nueva cultura que estamos empezando a crear en cuanto a la interacción entre ambos países. Antes de eso quisiera plantear que entre los retos de cara al futuro que tiene nuestro sistema de educación superior está fortalecer su gobernanza, de igual forma hay que armonizar la educación con los distintos escenarios económicos. Eso es fundamental, no dejar que siga creciendo el proceso automáticamente, todo debe estar enmarcado en un escenario universitario justo y abierto. En esa mirada al futuro me entusiasma lo que veo. En cuanto a los acuerdos y el rol de la universidad, fíjate que la universidad siempre ha sido bandera de internacionalización para Puerto Rico, aún cuando más confinado los gobiernos han estado siempre la Universidad ha estado al frente y su carácter así lo dice, la universidad es universal. Estos acuerdos son novedosos y distintos a lo que siempre se han hecho porque van enfocados a buscar resultados y el elemento universitario es clave. ¿Por qué el beneficio es recíproco? Pues aquí se unen ambos gobiernos en la responsabilidad económica. El programa de becas académicas es combinado. El gobierno de República Dominicana aporta la mitad del dinero y el de Puerto Rico la otra mitad. Se establecen unos acuerdos que benefician a estudiantes de ambos lados.
D: O sea, ¿que estudiantes de ambos países se beneficiarían? Es que quizás hay gente que piense que solamente los de allá se beneficiaban, ¿los estudiantes puertorriqueños se benefician?
Bernier: Vamos por partes. Aquí hay estudiantes que van a venir a Puerto Rico a estudiar, con todos los gastos que eso conlleve, de hospedaje, de matrícula, de comida, de todo lo que conlleva vivir acá. Es algo que vamos a reglamentar ahora. Eso sí, nosotros tenemos un esfuerzo que se llama ‘Campus Puerto Rico’ para promover que estudiantes extranjeros miren a Puerto Rico, lo que le da una inyección a nuestras universidades que han visto una disminución en sus matrículas. Fortalece nuestras finanzas y diversifica el ambiente universitario. Para que se puedan mantener las finanzas universitarias hay que promover lo que ocurre naturalmente en otras universidades, la internacionalización. El fondo de becas combinadas ayuda en eso.
D: Pienso en un fondo combinado de becas y de inmediato pienso en los estudiantes puertorriqueños de medicina o de ingeniería que van a República Dominicana.
Bernier: Exacto, lo que pasa es que hay que mirar en este caso que en particular es lo que conviene. El perfil de nuestros estudiantes que van a República Dominicana van con un respaldo económico de becas o préstamos federales. Y hay que ver el monto que hay, que en muchas ocasiones no es una cantidad suficiente, y cuál es la utilización que se le da y ver cómo se combina para ayudar a los nuestros. Esto es entre los gobiernos de Puerto Rico y República Dominicana, más allá de si hay ayuda de Washington o no. ¿Cuál es la mejor utilización para todos los fondos? Pues eso lo vamos a reglamentar ahora para el beneficio de los estudiantes nuestros y de los dominicanos.
D: Entonces, ¿aquí no está Washington metiendo la mano, ni nada de eso?
Bernier: No, no lo hay, pero te soy honesto, si Washington tiene alternativas que ayuden al desarrollo de esto, que entendamos que hace sentido, pues bienvenido sea, no hay problema.
D: Sigamos con el tema de los acuerdos con República Dominicana, pero ahora entremos al renglón del comercio, la economía internacional, lo que pudiera surgir de aquí… Nos hemos asesorado con el economista Deepak Lamba Nieves, quien dirige investigaciones en el Centro Para la Nueva Economía y hay distintas inquietudes… No es secreto que en muchos países son oligarquías familiares las que controlan diversos sectores del comercio y no es fácil o seguro para ciertos empresarios hacer inversiones en esos países. Le voy a dar un ejemplo de esto de las oligarquías, pasa en Europa, en Estados Unidos, en Latinoamérica, en Asia, en Medio Oriente, así es el comercio de capital… conocemos que hace un tiempo, la empresa de la familia Vicini hizo negocios a través de gestores y cabilderos reconocidos que tenían en Puerto Rico, querían trabajar la caña de azúcar aquí, pero eso ha visto sus trabas. ¿Cómo asegurarse que cosas como estas no vuelvan a suceder? Más importante aún, ¿Cuán real es la posibilidad de que verdaderamente vaya a haber una apertura para empresarios nuevos y no los mismos poderosos de siempre?
Bernier: Es que pueden ocurrir muchas cosas. Veamos que pasaba antes y qué pasa después. Esto es lo que es importante. Antes no había ningún acuerdo, solo una actividad económica de un lado a otro con todas sus virtudes y defectos y con problemas y situaciones. ¿Qué traen a la mesa los acuerdos nuevos? Ahora hay una oficialidad, un grado de formalidad, para disminuir el riesgo de que cuando haya acuerdos económicos y relaciones comerciales de alta magnitud sucedan situaciones que generen inestabilidad. Así que aquí todos ganamos, porque cuando se añade formalidad a los procesos hay más salvaguardas y garantías para nuestros empresarios. Esto es en el carácter general. Ahora bien, si vemos el discurso del presidente Danilo Medina, fue un discurso importantísimo. Hizo unos planteamientos de praxis que nosotros venimos haciendo aquí hace un tiempo. Por ejemplo, si somos países y los gobiernos importan más de lo que producen a nivel local y muchas de esas importaciones vienen de países en continentes tan lejanos como Asia, ¿por qué antes de nosotros adjudicarle una compra a un país asiático no nos miramos nosotros mismos, a ver si no hay un producto local en países vecinos que nos supla la necesidad? Es una cosa sencilla, pero no ocurre. Y si tú lo dejas suelto, ahí el mercado libre se encarga.
D: Bueno, pero hay algo que pasa en todos lados, desde los Betis en España o los Wal Mart en Estados Unidos hasta los Quilmes en Sudamérica y los Vicini en República Dominicana… Son pocos los poderosos, pocas las familias, la oligarquía comercial de la que te hablé hace un ratito, ¿Cómo nosotros nos aseguramos de que verdaderamente aquí haya apertura para los nuevos comerciantes?
Bernier: Acuérdate que aquí cada país tiene sus problemas, tiene su realidad y tiene su perfil. En la República Dominicana, al igual que nosotros tiene sus problemas, sus asuntos que atender, sus virtudes. En este caso, nosotros lo que regulamos o lo que miramos de cerca es cuando ocurre ese intercambio comercial como lo fomentamos para que sea más voluminoso, más estable y más productivo para ambos países. Pero no pretendemos entrar en sus asuntos domésticos ni que ellos entren en los nuestros. Hay un respeto a la realidad de cada gobierno. Igual cuando vayamos a hacer algo con México, con Colombia, con Perú, cada uno de estos países tiene sus propias realidades.
D: Entonces, ¿nos quedamos plenamente en la competencia del libre mercado, no importa cual comerciante sea más grande o poderoso que cuál?
Bernier: No, no, pero más bien es mercado regulado, porque si vamos a un mercado como Venezuela, que tiene su propia realidad, nadie pretende ir allí a decirle qué es lo que ellos van a hacer. Tienes que establecer la plataforma para atender el asunto que tiene que ver con las relaciones. En el caso de estos acuerdos y las plataformas que queremos trabajar con otros países, es algo diseñado para ayudar a los dos, al pequeño y al grande, pero al que más ayuda es al pequeño, porque el grande, sin la necesidad que el gobierno le haga una plataforma, siempre busca una manera, porque tienen recursos como cabilderos, como capital para montar sus propias oficinas. Los grandes siempre encuentran la forma de cómo llegar. Pero el gobierno sirve de plataforma facilitadora, con sus oficinas comerciales, con sus acuerdos específicos. Ahora, alguien que tiene un producto de calidad viable en otra economía, pero no tiene el dinero, pues el gobierno le establece esa plataforma. Por lo tanto, los que benefician de estos acuerdos son los pequeños y medianos comerciantes, aunque los grandes también, pero los grandes como quiera encuentran las formas porque tienen el capital de encontrarse unos a otros.
D: ¿Cómo se mediría el éxito de estos acuerdos recién aprobados? ¿Se pudieran medir en más exportaciones versus menos importaciones, por ejemplo? ¿Se trata más de eslabonamientos o vínculos con corporaciones?
Bernier: Es correcto medirlo en más exportaciones versus menos exportaciones. Pero te voy a decir algo que mucha gente no tenía claro. ¿Cómo se medía antes? Aquí antes, la Junta de Planificación emitía unos números de cuál era la balanza comercial general, pero nadie iba uno a uno a ver de qué se trataba eso, hasta el año pasado que el Departamento de Estado estableció el primer censo corporativo del País. La gente ha pasado por alto que la actividad económica del foráneo con el local empieza aquí, no afuera, porque lo primero que hace cualquier compañía es incorporarse y proteger su marca. ¿Qué hicimos? Incluimos por primera vez una serie de preguntas realizadas junto al Instituto de Estadísticas de Puerto Rico en la cual se le inquiría a las corporaciones si exportan, qué exportan, a dónde exportan, si ese es su destino primario o secundario, entre muchas otras cuestiones. Esa información ya la tenemos digitalizada y hoy precisamente, por primera vez en los dos años que llevo aquí, yo he tengo la oportunidad de hacer un diagnóstico, un perfil, de a dónde se mueven nuestras compañías, en qué regiones estamos. Eso no estaba y ya lo tenemos con el toque de un botón.
D: ¿O sea que eso ya está? Una de las inquietudes del economista que consultamos era que el Departamento de Estado carecía de un registro de corporaciones serio, que levantase datos reales y que estos estén disponibles para el análisis de académicos y otros.
Bernier: Eso es verdad, carecía. Ya lo tiene. Todo esto se ha hecho de la mano de la Cámara de Comercio, con la Cámara de Industriales y los datos son tan frescos como del año pasado. Y el año que viene esperamos que haya cambios por los movimientos que se han hecho. El año que viene por primera vez vamos a tener un cambio. ¿Qué debe ocurrir? Contra, debe haber más compañías exportando. Si ahora hay 112, por ejemplo, yo apuntaría a que subiera a 140, por lo menos. Si se exportaron $800 millones, deberá subir a $900. Yo espero un incremento. Y ahí podremos medir la efectividad de los acuerdos. Si eso no se materializa, pues no fueron efectivos, así de sencillo. Yo sé que hay gente que es bien creativa y trata de buscarle cosas a estos acuerdos, pero al final van a chocar con la realidad de que esto es algo bien hecho, bien pensado y que ha tomado tiempo. Esto es algo serio, no es romanticismo, porque las propuestas románticas son fáciles, esas salen en un mes. Esto ha tomado a ambos países dos años para hacerse. Y por eso, cuando el presidente dominicano habló allí, habló con la seguridad que habló. Las expectativas que tenemos son reales, no estamos pensando en cosas que no van a suceder, son expectativas reales de aumentar el comercio bilateral.
D: ¿O sea que es real que aumentarán las exportaciones de Puerto Rico versus sus importaciones? Usted dice que eso sucederá.
Bernier: Sí, tienen que aumentar. Puede que aumenten las importaciones desde República Dominicana, pero hay que ver que se han sustituido importaciones de Asia por eso y ahí hay un ahorro automático por la distancia. Un ahorro de distancia, es un ahorro de tiempo y de dinero. Si una empresa local que tiene un buen producto o un servicio tiene las garantías de que va a tener una mirada distinta por la cercanía del [mercado] dominicano, invierte más recursos en aumentar el volumen de producción porque tiene ya un mercado y todo eso repercute en la economía local. Pero, ¿cómo se mide? Tienen que haber más compañías exportando y tiene que aumentar la balanza comercial, punto. Si no ocurre eso, no funcionó y todo lo que te he dicho es poesía.
D: ¿Perdón?
Bernier: Repito, tiene que aumentar las compañías exportando y el volumen comercial, en ambos países. Si no, no funciona, así de sencillo.
D: ¿Cómo ve los eslabonamientos o las corporaciones en conjunto entre ambos países?
Bernier: Excelente. Yo espero que a mediados de este año ya haya varias listas, que haya un mercado nuevo en el que corporaciones dominicanas y puertorriqueñas puedan colaborar de lleno entre ellas, porque es que la cercanía lo manda. Aquí yo he escuchado muchas reacciones. Obviamente, hay un escepticismo natural que uno lo espera, producto de tanto tiempo en el que no ha ocurrido nada, o porque en ocasiones anteriores no se encontró el resultado que esperaba. Por eso hemos sido muy cuidadosos. Aquí estamos anunciando el primer acuerdo específico con un país, no es el quinto ni el sexto y mira que hemos tenido propuestas. Pero hay que ser serio y responsable de lo que se anuncia viene eventualmente acompañado de resultados.
D: Supongamos que más acuerdos como los logrados con República Dominicana sucediesen alrededor de Latinoamérica. Se entiende que quizás exista alguna asimetría legal y hasta de legitimidad entre Puerto Rico y otros estados latinoamericanos, ¿qué pretende hacer el Gobierno de Puerto Rico para asegurar las apuestas comerciales de los empresarios locales? ¿Qué tipo de apoyo para navegar las particularidades de los mercados internacionales se les ofrecerá a los empresarios? ¿Cómo se le pueden dar garantías y protecciones a los empresarios locales que van a hacer negocios en el extranjero? ¿Qué pasaría si surge algún conflicto entre comerciantes?
Bernier: Primero, está lo que ya comenzamos a hacer, que es darle un grado de formalidad a las relaciones comerciales con los gobiernos vecinos, enmarcado en el Tratado de Libre Comercio, pero no limitándonos a eso. Ese es el marco. Si tú dejas al marco corriendo solo, no vas a tener los resultados que necesitas. Tienes que añadirle elementos para potenciar las posibilidades que existen. No todos los acuerdos son iguales, porque lo que tiene República Dominicana no es lo mismo que tiene Colombia o Perú. Son realidades distintas y cada acercamiento es diferente. A Colombia y Perú los hemos identificado como destinos de mercado. En ambos países tenemos oficinas comerciales. En ambos países hemos aumentado los vuelos y la comisión aérea. Con cada uno de ellos hemos firmado acuerdos que sirven de marcos. Igual sucedió con República Dominicana, con quién ahora tenemos acuerdos específicos. Esto es un sistema, no es una improvisación. Es un sistema, que está funcionando, que toma su tiempo y que es natural que algunos sectores se muestren escépticos, algunos motivados por asuntos ajenos o políticos, y otros con razón porque experiencias anteriores no se materializaron los resultados. Hago hincapié en que los acuerdos con República Dominicana son los primeros, pero esperamos que sucedan también con Colombia y con Perú. Pero si con Perú y Colombia la cosa no madura, no vamos a hacer acuerdos, porque no queremos lastimar este concepto de relaciones comerciales que hemos desarrollado porque estamos ajorao’s y queremos decir que en vez de un acuerdo logramos tres. Si es uno es uno, pero es uno con resultados. Y cuando el segundo esté maduro, lo anunciamos. Es más, yo ahora te digo Colombia y Perú, pero a lo mejor surge un acuerdo con otro país centroamericano.
D: O sudamericano que tenga petróleo, ¿no?
Bernier: O sudamericano, tú lo has dicho, ahí no hay problema. Pero tiene que ser sobre unas bases estables fiables, que nos permitan responsabilizarnos por los resultados. Eso es lo más importante, porque ese escepticismo provocado por la falta de resultados anteriores lo queremos eliminar.
D: Pero, ¿en eso es que se basa el escepticismo de los detractores, en falta de resultados anteriores? ¿No has encontrado aquí que la corrupción en el País de los pasados 20 años influya en este malestar?
Bernier: No, no, no tanto es la corrupción en el País, eso sería más cosa de acá, en esta cuestión internacional no llega ni a eso. Es más bien que la asociación que algunos sectores tienen de las gestiones que se hacen para vincularnos a otros países es que son asuntos meramente ceremoniales, que no vienen acompañados de sustancia para tener resultados.
D: O sea, pura estética.
Bernier: Sí, y entonces escuchas los comentarios de que mira, ahí están tomándose una foto y esto y lo otro. Y esa es fácil decirla. Y a la mínima provocación, está en la punta de la lengua de alguna gente y lo dicen. Yo no lo reprocho, y hasta lo entiendo. Sé de dónde viene ese impulso. Nos toca cambiarlo. ¿Cómo? No hablándote aquí, si no teniendo resultados.
(Nota del editor: En la próxima parte de esta entrevista, el Secretario de Estado aborda el tema de las relaciones de Puerto Rico con el resto de Latinoamérica, con países como Venezuela y Cuba y con la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, CELAC.)
Vea la primera parte de la entrevista con Bernier aquí:
Bernier abre el diálogo: “No creo” que corra para un puesto electivo