Por Wilfredo J. Burgos Matos
Las disciplinas de las Ciencias Sociales, con el paso del tiempo, han privilegiado como técnica de metodología investigativa el análisis de textos. Pero, ¿qué pasaría si la mirada se posara sobre los métodos visuales? ¿Qué repercusiones tendría aprovechar el “diluvio de imágenes” que nos arropa actualmente para entender las construcciones sociales de la mano de la riqueza de los detalles de la vida cotidiana?
Con esos cuestionamientos como telón de fondo, el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) recibirá al doctor Bernt Schnettler, profesor de Sociología en la Universidad de Bayreuth en Alemania quien se ha convertido en uno de los pioneros del análisis visual interpretativo, que, a su criterio, ha revolucionado varios campos del saber social.
Wilfredo Burgos: ¿Qué es el análisis visual interpretativo?
Bernt Schnettler: Uso ese término como denominador general bajo el cual se pueden subsumir una serie de innovaciones en el campo de los métodos cualitativos de la investigación social. Estos están teniendo creciente impacto en los últimos años debido al aumento de la comunicación visual y de las innovaciones tecnológicas, pues estamos viviendo en una cultura en la que tenemos la cámara a la mano, y esto está cambiando nuestra vida cotidiana.
En muchos aspectos, los datos visuales nos ofrecen acceso a mundos que estaban cerrados. Antes, palabras y textos eran la primera fuente de datos para los investigadores sociales. Hoy, lo podemos enriquecer con imágenes y grabaciones cuyos costes y esfuerzos no son tan altos como en el pasado. Cabe recalcar que hay disciplinas en las que las imágenes y las grabaciones de vídeo o de audio tienen una tradición larga y han desarrollado los respectivos conocimientos metodológicos como, por ejemplo, la antropología visual y la historia del arte.
También ha habido intentos de hacer uso de las imágenes y de las grabaciones en las Ciencias Sociales desde que se inventaron diversos aparatos, pero han quedado siempre al margen. El verdadero boom es reciente, tiene pocos años y estamos en medio de un desarrollo que no está concluido aún. Creo que vamos a ver mucha más sofisticación en los próximos años.
WB: ¿Por qué este tipo de análisis de representaciones visuales puede representar un reto metodológico para las Ciencias Sociales?
BS: Porque se han acumulado una serie de conocimientos metodológicos hasta hoy día basados principalmente en el análisis de textos. Existen un sinfín de propuestas muy sofisticadas y hay un millón de estudios que lo han empleado con éxito. En general, los métodos visuales aún no están en el mismo estado de desarrollo, aunque creo que nos ofrecería mucho a los que estamos curiosos de comprender la vida social.
En el seminario hablaré en detalle sobre las ventajas y los retos que nos plantean estos datos visuales, pero le adelanto que me fascina la riqueza que nos ofrece en lo que concierne el descubrimiento de los detalles de la vida social. En particular, nos ofrece una mirada íntima al proceso de cómo estamos construyendo la realidad en la que vivimos día a día, momento tras momento.
El vídeo análisis hace accesible esta fantástica obra constructiva en la que participamos cotidianamente tal como transcurre y eso es lo más fascinante. El vídeo no solo tiene la capacidad de preservar la secuencialidad de este proceso de la construcción social, sino que también nos permite compartirlo con quienes no han estado en la situación que está bajo nuestro ojo analítico. En fin, ha revolucionado la Etnografía.
WB: Entonces, al tratarse de un cambio de paradigma en las metodologías tradicionales y al entender que este tipo de investigaciones se encuentran en una etapa joven, ¿qué consecuencias o riesgos esto puede representar para la disciplina de la ciencia social?
BS: Los riesgos son múltiples, aunque no creo que imposibles de superar. Nos hace falta sensibilizar a los estudiantes, para que entiendan que las videograbaciones son un material fantástico al ya formar parte de su comunicación cotidiana. Esto nos da una buena base. También hay que aprovechar la diligencia que tienen en el uso de las cámaras. Puede ser útil profundizar en el uso de dicho aparato, aunque esto no es lo principal. Hay que entrenarlos en la perspectiva analítica y tener mucha paciencia. No se trata de producir películas. Hay que despertar la fascinación por el detalle, la obsesión de querer comprender cómo se articulan las interacciones, qué está operando dentro del núcleo de nuestra realidad social. Hay que desarrollar un ojo sociológico.
WB: Dado el constante “bombardeo de imágenes” en la actualidad, ¿cuán efectivo puede resultar este tipo de análisis videográfico?
BS: En general, lo llevamos bastante bien con la cantidad de imágenes con las que nos comunicamos a diario. No creo que se esté perdiendo mucho, al contrario, estamos ganando. Claro que hay usos estratégicos con los que intentan manipularnos como la publicidad que tiene su estética visual y la reconocemos. También hay abusos, como demuestran por ejemplo los terribles vídeos de decapitaciones que aprovechan una dinámica de difusión global mediatizada. A lo que voy aquí es lo cotidiano, que siempre me ha fascinado. Creo que nuestra cultura está cambiando de forma acelerada gracias a esa comunicación visual tan popular al punto de trastocar nuestra forma de relacionarnos y de organizar nuestro quehacer.
WB: ¿Qué implicaciones ha tenido este tipo de investigaciones en la academia europea?
BS: Es difícil subsumir a la academia europea porque convivimos con muchas culturas e idiomas y esta gran diversidad se refleja en el campo de la investigación social cualitativa. Hay tradiciones nacionales muy diferentes. La Hermenéutica, por ejemplo, es una de las corrientes más importantes en el ámbito germanoparlante, pero, a la vez, tiene poco significado en la otra orilla del Rin o en el Támesis. Asimismo, la Etnometodología y el análisis conversacional juegan un rol muy importante en el mundo anglosajón mientras que en Alemania es marginal para las Ciencias Sociales (aunque es muy fuerte en la lingüística pragmática).
De momento, no puedo discernir ninguna convergencia y no creo que los métodos visuales interpretativos tengan la capacidad de iniciar tal proceso. Es más, creo que la diversidad es una de las ventajas que tenemos en Europa y debería mantenerse. Lo mainstream es el peligro más agudo en las Ciencias Sociales de hoy en día, porque nos inhibe de buscar nuevas vías y probar alternativas. En este sentido, espero que el éxito del videoanálisis sea moderado y no se haga moda. Aunque dudo que lo llegara a ser.
WB: ¿Qué representa para usted traer esta discusión a Puerto Rico? ¿Es la primera vez que lo traerá al Caribe? ¿O a América en general?
BS: He tenido el gran honor y gusto de dar algunos seminarios sobre el tema en México, pero es la primera vez que me brindan la oportunidad de darlo a conocer en Puerto Rico. Estoy sumamente agradecido y muy curioso del seminario que tengo por delante. Me inspira el chance de discutir con estudiantes y colegas de Puerto Rico y espero aprender mucho del debate que se genere. Estamos viviendo en regiones del mundo muy diversas, pero nos une la pasión por la investigación social cualitativa. Espero poder contribuir a un intercambio fructífero en este campo y que puedan aprovechar al máximo mi visita.
La visita de Bernt Schnettler es posible gracias al apoyo del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) y surge como una iniciativa del Seminario Permanente de Métodos de Investigación (SPMI), ambos del Recinto de Río Piedras de la UPR.
El seminario que ofrecerá el investigador contará con una charla pública, Hacia una metodología cualitativa audiovisual: el vídeo como instrumentos de investigación social, el miércoles, 11 de febrero, de 10:00 a.m. a 12:00 del mediodía, en el anfiteatro Manuel Maldonado Denis del edificio Carmen Rivera de Alvarado (CRA 108) de la Facultad de Ciencias Sociales.