La interrogante por parte del gobernador entrante, Luis Fortuño sobre la viabilidad de cumplir los convenios colectivos firmados en el sector público; las ya tradicionales cesantías de empleados transitorios en las postrimerías de un cuatrienio; el anuncio de despidos en la industria hotelera; y el pronóstico de un aumento en la tasa del desempleo son señales del difícil panorama laboral que se avecina. Todas estas situaciones reseñadas por la prensa puertorriqueña en los pasados días surgen también en tiempos de crisis económica, tanto en la Isla como en Estados Unidos. De hecho, el presidente electo en Estados Unidos, Barack Obama ha destacado como una de sus prioridades implantar un plan de rescate económico que cree 2.5 millones de empleos. La administración entrante en Puerto Rico ya ha manifestado su intención de cabildear para que la Isla se beneficie del programa de estímulo federal. Mientras tanto, en Puerto Rico el secretario del Trabajo, Román Velasco ha anticipado que las cifras de desempleo podrían alcanzar próximamente sus niveles más altos en los últimos doce años. Las expresiones del funcionario surgen en momentos en que un importante hotel en la costa Este de Puerto Rico anunció la cesantía de 200 empleados. Ante todo este panorama, el ex secretario del Trabajo y profesor de la Escuela Graduada de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Víctor Rivera Hernández afirmó que el país enfrenta tiempos difíciles en términos de empleabilidad. El también abogado laboral enumeró una serie de factores que inciden en la situación. En primer lugar, sostuvo que siempre que hay un cambio de gobierno se afecta el renglón laboral. En segundo lugar, afirmó que las cifras de empleo y desempleo en Puerto Rico pasan por momentos de vulnerabilidad y cierta volatilidad. “Todos sabemos que esto es un asunto que afecta, no solamente a Puerto Rico, sino que afecta al mundo entero y más directamente a los Estados Unidos, de manera que tienen una explicación económica a nivel mundial las cesantías que el sector privado en Puerto Rico está llevando a cabo. En este momento, la mayoría de ellas son justificadas”, explicó el académico en entrevista con Diálogo Digital. De otra parte, en el proceso de transición cada día salen a relucir deudas cuantiosas en distintas agencias del gobierno. Hasta el momento, se estima que el déficit del gobierno de Puerto Rico alcanza los $1,900 millones. Con esos datos, el gobernador entrante Fortuño dijo a la prensa del país que no puede garantizar que se honren los aumentos negociados en unos 40 convenios colectivos que se firmaron durante el cuatrienio que está por concluir. Adelantó que llegado el momento, espera entablar un diálogo con los líderes sindicales para exponerle la realidad fiscal del gobierno. De inmediato, el líder de la Central Puertorriqueña de Trabajadores (CPT), Federico Torres Montalvo calificó las expresiones de Fortuño como “una confrontación entre el sector laboral y el gobierno”. El líder sindical dijo en entrevista radial (Radio Isla 1320) que el gobernador electo tiene que ser creativo en la búsqueda de fondos para cumplir los compromisos contraídos con los trabajadores. Sobre los convenios colectivos, el ex secretario del Trabajo, Rivera Hernández coincidió en que se trata de compromisos hechos que el gobierno tiene que honrar, pues es un contrato entre las partes. Sin embargo, anticipó que probablemente el gobierno recurra al contenido de la Ley 45 de Sindicación que establece que los aumentos se honrarán si hay disponibilidad de fondos. El profesor de Administración Pública explicó que el gobierno tendrá que probar caso a caso la falta de fondos para honrar los aumentos negociados. Ante la intención del Gobernador electo de entablar un diálogo con los líderes sindicales, Rivera Hernández le deseó mucha suerte, pues en su experiencia como Secretario del Trabajo encontró falta de generosidad en ese liderato. “Va a ser en futilidad, ya que el liderato obrero en Puerto Rico en los últimos años se ha dedicado a defender su derecho a la negociación sin tomar en cuenta la capacidad económica y presupuestaria del gobierno. Le ha interesado más cobrar sus cuotas y obtener sus aumentos que la situación que pueda estar pasando el gobierno. Han sido poco generosos”. Finalmente, Rivera Hernández recalcó que hace mucho tiempo que el gobierno de Puerto Rico debió haber cambiado su postura de proveedor de empleos a promotor de empleos. “Esa es una obligación de este gobierno. Va a ser una obligación en tiempos de mucha dificultad y en tiempos donde promover el empleo en el sector privado no va a ser tan fácil como lo hubiese sido muchos años atrás donde había bonanza económica, pero irremediablemente va a tener que moverse a eso porque el gobierno no puede seguir sosteniendo el renglón de la empleabilidad en Puerto Rico, pues va a terminar comprometiendo la nómina pública y a la misma vez dejando sin empleo a la gente”, opinó el ex Titular del Trabajo.