BOSTON- El republicano Scott Brown ganó la noche del martes una reñida elección al Senado de Estados Unidos en Massachusetts, en lo que los expertos han calificado como un duro golpe al presidente Barack Obama y su Reforma Sanitaria, ya que Brown prometió ser un actor decisivo en la polémica votación de la reforma. La victoria de Brown arrebató a los demócratas la mayoría de 60 votos que tienen en el Senado –la llamada Supermayoría- y que necesitan para evitar los obstáculos republicanos. También pone en entredicho a los demócratas que enfrentan duras carreras electorales por la reelección en las votaciones legislativas de noviembre. Brown derrotó a la fiscal general del estado, la demócrata Martha Coakley. Lo que alguna vez pareció ser una fácil victoria para los demócratas se convirtió en una carrera desesperada luego de un aumento en el respaldo al senador estatal republicano, motivado por la preocupación de los votantes por la economía, la reforma a la salud y la agenda del presidente Obama. Brown prometió convertirse en el voto 41 de los republicanos en contra de la legislación de reforma a la salud. “La gente no quiere este plan de salud de un billón de dólares que se le está imponiendo al pueblo estadounidense”, aseguró Brown en un hotel de Boston a sus partidarios que coreaban “41” y “que ocupe su asiento ahora”. Massachusetts eligió por última vez a un republicano para el Senado en 1972, pero el cambio de tendencia no podría haberse dado en un peor momento para Obama. Los demócratas controlan 60 votos en el Senado frente a 40 de los republicanos, y la llegada de Brown podría condenar el proyecto de salud. “Ellos pensaron que este asiento les pertenecía. Ellos pensaron que no podían perder”, declaró un acalorado Brown. “Ustedes les demostraron lo contrario”, agregó. La victoria de Brown con un 52 por ciento de la votación en el estado, de fuerte tendencia demócrata, planteó la posibilidad de grandes derrotas para los demócratas en las elecciones legislativas de en noviembre. “Cualquiera que haya recorrido el estado ha visto la rabia”, expresó Coakley, quién fue criticada por realizar una débil campaña, a una habitación llena de partidarios desilucionados en un hotel de Boston. “Estoy descorazonada por los resultados”, agregó. Obama, quién ganó casi el 62 por ciento de los votos en el estado en la elección del 2008, visitó el estado el domingo para intentar encender el entusiasmo a favor de Coakley en su campaña por reemplazar al fallecido senador demócrata Edward Kennedy, un ícono demócrata y defensor de la reforma de salud. En Washington, el portavoz de Obama, Robert Gibbs, explicó que el presidente llamó a Brown después de conocerse el resultado. “El presidente dijo al senador Brown que busca trabajar con él en los urgentes desafíos económicos que enfrentan las familias de Massachusetts y otras familias en el resto de la nación”, apuntó Gibbs en un comunicado. El líder demócrata del Senado de Estados Unidos, Harry Reid, aseguró que daría la bienvenida a Brown al Senado en cuanto recibiera los papeles de los funcionarios de Massachusetts. “Creo que sólo sería justo y prudente que suspendamos las próximas votaciones sobre la reforma al sistema de salud hasta que el senador electo Brown ocupe su cargo”, declaró el senador demócrata Jim Webb. Los líderes demócratas prometieron seguir adelante con la reforma en el Congreso, a pesar de los resultados, pero varios demócratas advirtieron que el partido debería reconsiderar su postura. “No sería lo peor en el mundo el dar un paso atrás y decir que vamos girar para hacer algo sobre el empleo”, declaró el representante Anthony Weiner a periodistas de Nueva York. Los republicanos aseguran que el resultado confirma el malestar del público con la reforma a la salud de Obama y su enfado porque los legisladores demócratas los ignoran. “Los votantes de Massachusetts, como todos los estadounidenses, han dejado muy en claro qué piensan de la reforma a la salud. Ellos no quieren este proyecto de ley y quieren que Washington los escuche”, declaró el líder republicano del Senado, Mitch McConnell. Funcionarios electorales informaron de una gran participación, los votantes desafiaron al frío y una leve nevazón para ir a votar. Medios locales informaron de largas filas en algunos puntos de votación.