WASHINGTON- En una reñida votación con 220 legisladores a favor y 215 en contra, incluyendo el apoyo de un republicano y la oposición de 39 demócratas, la Cámara de Representantes respaldó a última hora del sábado el proyecto de Ley que ampliaría la cobertura de salud a millones de personas que carecen de seguro y prohibiría prácticas como rechazar a individuos con preexistencias. Ahora la batalla pasará al Senado, donde el trabajo relacionado al proyecto de salud -la mayor prioridad doméstica de Obama- ha permanecido estancado por semanas, mientras el líder demócrata Harry Reid intenta elaborar una propuesta que consiga los 60 votos que necesita. “Lleven este esfuerzo hasta la línea de meta”, pidió Obama a los senadores la tarde del domingo en una aparición en la Casa Blanca utilizando términos típicos del atletismo. El mandatario agregó que la aprobación de la reforma a la salud representaría “el mejor momento en el servicio público”.
Los demócratas no tienen margen de error, debido a que controlan exactamente 60 escaños en el Senado de 100 miembros. Algunos demócratas moderados se han rebelado contra el plan de Reid de incluir un nuevo programa de seguro estatal, conocido como la “opción pública” en el proyecto de ley. El senador Joe Lieberman renovó el domingo su promesa de ayudar a los republicanos a bloquear una votación final si el proyecto contiene la opción de seguro estatal apoyada por liberales del Senado. “Si el plan de opción pública está ahí, como una cuestión de conciencia, no permitiré que este proyecto llegue a una votación final”, aseguró Lieberman en el noticiero de televisión “Fox News Sunday”. Republicanos y algunos demócratas moderados han cuestionado el elevado precio de 1 billón de dólares del proyecto aprobado por la Cámara, como también los nuevos impuestos sobre la riqueza y lo que denominaron una intromisión de mano dura del Gobierno en el sector privado. El proyecto de reforma llevaría a los mayores cambios de política sanitaria que afectarían al sector de servicios de salud de Estados Unidos, de 2,5 billones de dólares, que corresponde a un sexto de la economía del país, desde la creación del programa Medicare para los ancianos en 1965. El proyecto de ley de la Cámara incluye una versión diferente de la opción pública que el del Senado. Cualquier diferencia entre los proyectos de ley del Senado y la Cámara tendrán que ser reconciliadas eventualmente, y el texto legislativo final deberá ser aprobado por ambas cámaras nuevamente antes de que sea enviado a Obama para que lo firme y lo convierta en ley. Analistas de presupuesto del Congreso dicen que el proyecto ampliará la cobertura de salud a 36 millones de personas que viven en Estados Unidos sin seguro médico, cubriendo a un 96 por ciento de la población, y reduciría el déficit de presupuesto en cerca de 100.000 millones de dólares en 10 años.