Desde el 2007 Diálogo ha conmemorado el Día del Planeta de Tierra presentando a sus lectores diversos reportajes en torno al medio ambiente. Usualmente dedicábamos la edición impresa del mes de abril a explorar dichos temas bajo el nombre de Diálogo Verde. Este año presentamos la primera oferta editorial de Diálogo Verde para la versión digital. Compartimos con ustedes hoy, tres artículos que presentan temas variados en torno al cambio climático, asunto con el cual la humanidad tendrá una cita crucial a finales de este año.
En diciembre de 2015 países de todo el mundo se darán cita en París, Francia en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático con el objetivo de llegar a un acuerdo definitivo para reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero.
Figuran entre estos gases el dióxido de carbono (CO2), que se libera a través de actividades humanas como la deforestación, el cambio de uso de los suelos y la quema de combustibles fósiles; el metano, que se libera en la descomposición de rellenos sanitarios, actividades agrícolas, y el manejo de desechos de ganado; el óxido nitroso, que se produce a través del uso de fertilizantes, la quema de combustibles fósiles y de biomasa y los clorofluorocarbones que son compuestos sintéticos que se derivan de procesos industriales.
Se espera que el acuerdo internacional que se adopte en la cumbre de París, a la que han denominado COP21, aludiendo a las partes que negociarán la nueva regulación mundial en cuanto a las emisiones de estos gases que inciden en la temperatura de la tierra y las variaciones en el clima, entre en vigor a partir del 2020.
La oposición y la resistencia a que este pacto se materialice no se ha hecho esperar. Como comenta Roberto Favio, en la columna de IPS que publicamos en esta apuesta: “La técnica del avestruz no detiene el cambio climático”, en Estados Unidos los republicanos (quienes dominan el Congreso actualmente y tienen un largo historial de manipulación de estos temas), pondrán todo su empeño en boicotear todo acuerdo con el que se comprometa el presidente Barack Obama.
La campaña en contra de la necesidad de actuar en torno al cambio climático, financiada por la industria de los combustibles fósiles como se ha evidenciado en distintos momentos (Ver reportaje “La industria de la negación y la verdad inconveniente”, publicado en la versión impresa de Diálogo en abril-mayo de 2007), también ha ido cobrando fuerza. Ahora, salió a relucir que uno de los principales detractores de esta causa también es financiado por una de las mayores empresas con grandes inversiones en centrales eléctricas alimentadas con carbón.
Estos son los mismos intereses que han logrado que estados como Carolina del Norte, Carolina del Sur y Florida proscriban el término cambio climático de sus documentos oficiales, incluyendo aquellos que emergen desde las universidades.
De acuerdo con el Florida Center for Investigative Reporting, el gobernador republicano Rick Scott ha desalentado a los empleados del Departamento de Protección Ambiental de ese estado a que utilicen en sus informes expresiones como “cambio climático” o “calentamiento global”, pues las considera alarmistas. El Estado de Carolina del Norte, por su parte, emitió una ley que prohíbe hacer referencia en cualquier documento oficial del Estado al aumento del nivel del mar en las zonas costeras, a pesar de que una Comisión sobre Recursos en las Zonas Costeras (perteneciente al propio Estado) ha predicho un aumento de 1 metro (para el final de este siglo) en tales zonas. Carolina del Sur, aprobó legislación prohibiendo referencias en los libros de texto de las escuelas al cambio climático y al impacto que las actividades humanas tienen en tal cambio, haciéndose eco de la campaña a tales efectos, impulsada por el movimiento republicano del Tea Party, según denuncia el catedrático de Políticas Públicas de la Universidad de Barcelona, Vicenç Navarro en su artículo: “El neoliberalismo y su negativismo del cambio climático”. Navarro postula que en Catalunya, España, también se está percibiendo una negación similar en foros públicos.
La propuesta editorial que presenta Diálogo en esta ocasión pretende precisamente mantener este tema latente en la discusión pública, compartir el conocimiento y la investigación que se genera desde la academia puertorriqueña para conocer, entender y manejar todas estas transformaciones que impactan nuestro entorno y nuestro diario vivir.
David Cordero Mercado reseña un interesante estudio donde trabajan investigadores puertorriqueños y dominicanos para precisar la huella del cambio climático en el Caribe. Kiara Candelaria Nieves conversa con varios especialistas en arquitectura y planificación sobre la contribución de los edificios al calentamiento del planeta y las medidas de adaptación que podrían tomarse en las nuevas edificaciones ante los cambios que se avecinan. Emmanuel Estrada López explica el fenómeno de la acidificación del océano y su impacto en los corales. También expone el impacto que ha tenido el aumento en el nivel del mar sobre las playas de la Isla.
Finalmente, incluimos en esta propuesta un excelente artículo de la profesora Ivonne del C. Díaz Rodríguez, catedrática del Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez, sobre economía ecológica. El texto presenta la necesidad de establecer un nuevo paradigma económico que no parta de la explotación de los recursos ecológicos sino que promueva una transformación profunda entre las actividades económicas y el sistema ecológico.
Al fin y al cabo, es con esto con lo que comenzarán a comprometerse los países en la COP21, con formas de producción más viables para la subsistencia del planeta.
Esperamos que lo disfruten.