En septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado que derrocó al presidente chileno Salvador Allende y colocó en el poder al dictador Augusto Pinochet, fue encontrado el cuerpo sin vida del cantautor y militante del Partido Comunista de Chile Víctor Jara quien había sido asesinado días antes luego de ser torturado.
Dadas las condiciones de su muerte, su velorio y entierro fue un acto realizado de forma clandestina, al cual asistió su esposa Joan Jara junto a dos personas más. Los restos del músico estuvieron cerca de extraviarse. Hoy, 36 años más tarde, su cuerpo fue desenterrado para practicarle exámenes forenses, por orden del juez que investiga el caso de asesinato. Los resultados revelaron que el cantautor murió luego de recibir más de 30 disparos y tenía los huesos fracturados, producto de múltiples torturas. Los culpables de dichos actos aún no han sido encontrados.
Ahora que las autoridades han devuelto los restos a sus familiares, se realizará un funeral masivo para honrar la figura del artista quien se ha convertido en una figura icónica de la libertad, la oposición en contra del despotismo y la opresión. Dichos homenajes darán inicio el jueves 3 de diciembre cuando las puertas de la Fundación Víctor Jara se abrirán y se mantendrán así ininterrumpidamente hasta las diez de la mañana del sábado 5, cuando se realizará una caravana a pie, en la cual los familiares del cantautor, otros artistas y todos los participantes, lo acompañarán hasta el cementerio. Canciones, música, danza y lecturas de poesía con el estilo del artista serán los protagonistas de esta manifestación de cariño, aprecio y orgullo chileno.