“Once recintos, una Universidad”. Aunque esta afirmación ha servido para denunciar los problemas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), o como recordatorio de que, más allá del recinto donde estudiamos vive gente (o estudiantes) y, sobre todo, para reunir el reclamo estudiantil en una sola voz proponente de soluciones, la realidad es que cada unidad del sistema universitario enfrenta dificultades domésticas muy distintas.
En un intento por dar a conocer los esfuerzos de los estudiantes en los once recintos de la UPR, Diálogo realizó una serie de entrevistas a los presidentes de los Consejos Generales de Estudiantes para apalabrar el quehacer estudiantil local que mayormente pasa desapercibido, inclusive por miembros de la comunidad universitaria donde se desarrollan.
Para María Rosario Ortiz, estudiante de sexto año en Mercadeo y presidenta del Consejo General de Estudiantes de la UPR en Ponce (CGE-P), el cuerpo que preside tiene la encomienda de inculcar en sus pares un sentido de pertenencia que los vincule más a la Universidad.
En entrevista con Diálogo, la joven nombró algunos de los problemas recurrentes en el recinto de Ponce, así como las iniciativas del CGE-P y lo que esperan del año académico en curso.
Una biblioteca inaccesible, sin materiales para el lab y con calor
Según Rosario Ortiz, el horario de la biblioteca, la insuficiencia de estacionamiento y el poco equipo con el que cuentan los laboratorios son algunos de los problemas más apremiantes que enfrenta el recinto de Ponce, y que los estudiantes ya manifestaron en una asamblea celebrada el pasado 28 de octubre.
“Uno de los problemas es que el horario de la biblioteca no es accesible a todos los estudiantes, que no es suficientemente largo. Además, que los laboratorios, específicamente los de Biología, no cuentan con el equipo necesario y los materiales, lo que se debe a que no contamos con los suplidores para adquirir los mismos”, indicó.
Otro problema son los acondicionadores de aire. “En Ponce hace un calor terrible y hay muchos salones que no cuentan con aire, y en los salones que sí tienen el equipo, se están dañando poco a poco”. Rosario Ortiz agregó que los estudiantes también se han quejado de que hay algunos salones que tienen acondicionadores de aire, pero que no los encienden.
Sobre esta situación, la estudiante señaló que el Consejo se comunicó con el Decano de Administración, quien les contestó que está consciente de la situación, al tiempo que explicó que los aires en el recinto de Ponce están llegando al término de su vida útil, y que todos se están dañado de momento.
En cuanto al estacionamiento, dijo, el problema se reduce a que “a las ocho de la mañana todos los estacionamientos están llenos”. Mientras, respecto a la oferta académica, expresó que la queja general es que las clases no son las más actualizadas y que no hay muchos cursos, pero reconoció que el proceso para proponer una mayor oferta académica es más complejo y abarca un tiempo más largo.
Un consejo completo
Al momento, el CGE-P goza de no tener ninguna vacante en su cuerpo. Rosario Ortiz indicó que al inicio del semestre se lograron llenar las pocas vacantes que quedaban, lo que dejó el número final del Consejo en 23. Este, a su vez, se divide en los comités de Relaciones Públicas, Tesorería, Reglamento y Fondo de Becas.
La estudiante señaló que en este semestre ya se realizó un conversatorio con la participación del estudiantado, la Oficina de Seguridad, el Decanato de Administración y el Consejo, donde se tocaron temas de preocupación como la seguridad y el estacionamiento.
El estudiante que “viene y va”
En el recinto ponceño, al igual que en otra unidades del Sistema, existe el problema del estudiante que “viene, coge clases, y se va”.
Rosario Ortiz lamentó que esto ha llevado a que, en muchas ocasiones, el estudiante desaproveche la oportunidad de participar en la toma de decisiones del Consejo y en los comités especiales.
Mencionó como ejemplo la baja asistencia que impide el quórum en las asambleas de nominaciones y la pobre respuesta a los comités especiales, a los que llegan “una o dos personas”.
Para darle un giro a la situación, y como parte de la finalidad que se ha trazado el CGE-P para el año académico en curso, Rosario Ortiz enfatizó que el Consejo se ha propuesto organizar más actividades sociales y culturales para crear un sentido de pertenencia en los estudiantes.
“Queremos tratar de que se queden un poco más, ya sea para actividades extracurriculares o para ir a conversatorios sobre asuntos importantes de la Universidad. Queremos que más estudiantes se interesen por las situaciones de la Universidad y que estén informados de todo lo que esta sucediendo”, manifestó.