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La Escuela de Enfermería del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) en su afán de llevar a los estudiantes del salón de clases a la práctica y de desarrollar al máximo la competencia cultural y la empatía comunitaria celebró ayer una feria de salud en Villa Venecia, Guaynabo, comunidad integrada por más de 800 residentes. A las 10:00 de la mañana estudiantes de primero a cuarto año del Programa de bachillerato en Enfermería, iniciaron esta feria de salud y educación. La misma contó, además, con la integración de los profesionales en adiestramiento de las otras cinco Escuelas que componen Ciencias Médicas: Profesiones de la Salud, Medicina Dental, Medicina, Graduada de Salud Pública y Farmacia. “Desde que el programa se fundó, siempre han existido estas actividades en la comunidad. Una de las áreas de gran importancia que contempla el currículo de Enfermería es el enfoque en la salud primaria y en varios cursos, esta salud primaria se lleva a la comunidad. Los estudiantes hacen una inmersión en la comunidad, realizan un estimado de salud y de necesidades y luego hacen un diagnóstico de lo que más les urge para generar un plan de intervención, como este gran cierre”, explicó la Decana de Enfermería, la doctora Suané Sánchez. En un amplio lugar de Villa Venecia, constituida por 300 niños, 100 jóvenes, 400 adultos y 30 viejos aproximadamente, se preparó para recibir a todos los residentes. Hubo servicio de cernimiento y evaluación dental, así como orientación de salud oral para personas con diabetes, mujeres embarazadas y niños. Los estudiantes de odontología orientaban a cada ciudadano y les informaban a qué profesional oral debían dirigir su situación de salud. Igualmente, los terapistas ocupacionales, con los doctores facultativos de la Escuela de Profesiones de la Salud, hicieron entrevistas sobre estrés a los que visitaban su área. Luego, les preparaban un plan anti estrés que incluía el diseño y la creación de una bola anti estrés desarrollada con productos de su hogar: harina de maíz, harina blanca y un globo de cumpleaños. Los participantes también recibieron masajes, prueba de glucosa, tomas de presión, refrigerios, orientación y productos de nutrición, instrucciones de salud ambiental, reciclaje y manejo de desperdicios sólidos. La Junta de Donaciones Anatómicas del Recinto de Ciencias Médicas también hizo presencia con una mesa de información. Orientaciones por doctoras sobre cáncer, principalmente de mama, con productos y material brindado por el Centro Mujer y Salud del RCM, y folletos sobre abstinencia sexual y planes médicos, fueron incluidas. Un aspecto importante de la salud, que también fue velado, fue el recreacional. Estudiantes de Enfermería y de la Escuela de Profesiones Relacionadas a la Salud se vistieron de payasa y mimas, respectivamente, para entretener a los asistentes. Asimismo, los niños disfrutaron de varios “brinca brinca” un espectáculo de una payasa profesional y regalos. Los adolescentes disfrutaron de la música de un Dj profesional y los hombres jóvenes adultos compitieron en un torneo de baloncesto, coordinado por los estudiantes hombres de Enfermería. La coordinación general estuvo en manos de María Colón e Ilka Rodríguez estudiantes del grupo de Comunidad, bajo la tutela de la doctora María Castro, de cuarto año del bachillerato en Enfermería. Son seis grupos los que componen el curso de Comunidad y todos hacen diversas intervenciones en zonas rurales o urbanas en las que más los necesiten. “Estamos aquí con el propósito de contribuir a una mejor calidad de vida y mayor salud. Este evento es la cumbre del curso de Comunidad, pero nosotros hemos estado viniendo a esta comunidad a realizarles toma de presión, examen físico y hemos dado charlas educativas”, sostuvo María Colón. Ilka Rodríguez añadió que dicha comunidad sufre mucho de diabetes, presión alta, violencia doméstica –abuso infantil inclusive- y asma. Esta feria estuvo completa con unas mesas en las que se ofreció empleos para representantes de ventas de varias compañías. Los padres de los estudiantes de enfermería también dijeron presente, al igual que muchos de los profesores de Enfermería. La actividad contó con el apoyo de otros recintos de la Universidad de Puerto Rico, universidades e institutos educativos privados, la Policía, los Bomberos y Emergencias Médicas de la Isla.