El gobierno estadounidense declaró un cierre federal hoy debido a la incapacidad del Partido Republicano y el Partido Demócrata en ponerse de acuerdo para establecer un nuevo presupuesto.
Aunque no se anticipa un impacto drástico en el suministro de ayuda económica a los que ya la reciben, no se ofrecerán nuevas ayudas durante el cierre. De igual forma, la suspensión del 94 por ciento de los empleados del Departamento de Educación Federal podría retrasar el proceso por el cual se obtienen préstamos estudiantiles.
El plan de contingencia de esa agencia educativa indica que si la clausura del Gobierno se extiende por más de una semana, el flujo de caja hacia los distritos escolares y las universidades podría disminuir drásticamente. Esto afectaría a diversos organismos educativos que dependen de fondos federales, como los programas que combaten la deserción escolar.
La página oficial del Departamento de Educación advierte que esa dependencia no estará actualizando su información hasta que concluya el cierre gubernamental.
Por otro lado, el cese de las operaciones de varias bibliotecas y museos repercutirá en muchos investigadores cuyo trabajo depende de los recursos de estas instituciones. También, la suspensión de la mayor parte de las operaciones de los Institutos Nacionales de la Salud – el suplidor más grande de fondos federales para la investigación universitaria – afectará directamente a más de 2,500 universidades.
El cierre surge a raíz del rechazo por parte del Partido Republicano hacia la Ley de Cuidado de Salud Asequible propuesta por el Partido Demócrata.