Vivimos tiempos de cambios convulsos y profunda incertidumbre. El mundo que conocimos antes de la “crisis” financiera global no va a volver y el futuro no termina de esbozarse en el horizonte, mientras el estado del bienestar agoniza. Los partidos políticos reelaboran y actualizan sus discursos para tratar de explicar el panorama actual, pero sus propuestas no resuenan. Hay escepticismo. Se hace cada vez más patente su limitada capacidad de actuación ante el debilitamiento de las soberanías nacionales por los poderes económicos supranacionales que dictan las políticas de austeridad a seguir.
A la crisis económica se suma la crisis del sistema democrático y de representatividad de las instituciones. En España, de donde procedo, los dos grandes partidos (PP y PSOE) han sufrido una pérdida de confianza de los ciudadanos que ha resquebrajado el bipartidismo. El temor ante nuevas elecciones —serían las terceras desde el 20 de diciembre de 2015— y el inmovilismo político han caracterizado la última sesión de investidura fallida. Las campañas electorales han estado marcadas por acusaciones de corrupción, de “radicalismo bolivariano” y de ausencia de ideología en los partidos. Actualmente, las miradas se centran en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que, tras la dimisión forzada de su secretario general Pedro Sánchez, se plantea la abstención con el objetivo de permitir formar gobierno al PP (Partido Popular) e investir a Mariano Rajoy presidente.
Puerto Rico tiene en común con España la intensa crisis financiera y la obligación externa de reducir el déficit público, con las consiguientes políticas de austeridad. Desde Media Elecciones, el proyecto del Observatorio de Medios de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, consideramos que la cobertura informativa de los medios de comunicación guarda estrecha relación con el interés político de los ciudadanos. Por ello, recopilamos noticias de la campaña electoral con el objetivo de determinar cuál es el enfoque principal en la prensa digital puertorriqueña. Nos preguntamos si lo que guía la opinión desde la noticia es un enfoque estratégico en el que se explota la conflictividad entre los actores políticos, o aquel que ahonda en las propuestas programáticas y analiza su viabilidad. Es una pregunta clave en democracia.
Aunque los medios son uno de los factores que contribuyen a formar opinión en el elector, su efecto —para bien o para mal— es significativo y cada vez mayor. Una cobertura mediática que enfatiza la conflictividad entre los actores políticos genera la “espiral del cinismo” entre los ciudadanos, apatía y desinterés por los asuntos públicos y la política. Una buena cobertura tiene la capacidad de generar conciencia política y social, una espiral “virtuosa” que fortalezca la deliberación pública más allá del período electoral. La democracia no termina con el voto el 8 de noviembre. ¿O sí?