Dicen por ahí que los robots revolucionarán la cirugía. Y es que los autómatas se están preparando académicamente para graduarse con Magna Cum Laude, y conseguir empleo en algún hospital con el propósito de poder asistir las operaciones realizadas por los médicos cirujanos. Al parecer los robots se han vuelto aliados de la medicina, y tienen planeado invadir los quirófanos con el fin de ayudar a estos galenos a mejorar la manera en la que operan a los pacientes. Por lo que en unos diez años es probable que no haya necesidad de realizar las grandes incisiones externas que tanto mortifican al paciente, al médico y hasta trauman a las mujeres luego de una operación. Logrando a su vez que se minimice el dolor y se acorte el tiempo de recuperación del paciente post-operatorio. Según el portal BBC Mundo, algunos científicos han señalado que en un futuro los “robots cirujanos” podrían ser insertados en el cuerpo humano a través de orificios como el ombligo, para que puedan ayudar a los cirujanos durante la intervención quirúrgica. Inclusive, ya existen prototipos de robots capaces de poder navegar el interior del cuerpo humano y tomar fotografías en lugares de difícil acceso. ¿Se habrán inspirado en el guión de los directores Steven Spielberg y Michael Bay para crear estos robots cirujanos? Pero no todo es color de rosa, y ni la tecnología es perfecta. Por lo que varios cirujanos, entrevistados por la BBC, indicaron que una de las desventajas del uso de robots durante el procedimiento quirúrgico es la falta del sentido de tacto; ya que a través de un robot no podrían distinguir la sensación de algo duro o blando dentro del cuerpo del paciente. Sin embargo, añaden que son pequeños detalles de aprendiz que mejorarán con el tiempo. Como dice el refrán: “la práctica hace al maestro”, pero en este caso sería “la práctica hace al cirujano robótico”.
Además, explicaron que no sólo ellos tienen que adiestrarse, sino que debe afinarse a la perfección el entrenamiento y el uso de las computadoras que controlarán el funcionamiento de estos robots. Y para que estos robots puedan funcionar como se debe sería necesario reducir su alto precio y fabricarlos en un tamaño bastante reducido. No obstante, ya existen varios robots modificados que les dan una manita de hojalata en el quirófano a varios cirujanos europeos. Entre ellos se encuentra el modelo italiano Ares (Sistema Quirúrgico Endoluminal con Ensamblaje y Reconfiguración), un robot que se auto-ensambla dentro del organismo después de que el paciente se ha tragado hasta 15 componentes separados, y posteriormente ayuda al cirujano a llevar a cabo el procedimiento. El segundo en la pasarela robótica es conocido como el Freehand o manos libres, ya que es una cámara robótica con la que se puede controlar una operación quirúrgica mínimamente invasiva. La cual a diferencia de la cámara tradicional, controlada manualmente por un asistente, sería controlada por el mismo cirujano con el simple manejo de cabeza y un pedal. El tercer modelo se llama DaVinci, y aunque no tiene nada que ver con la pintura y el arte, es un experto en la extirpación de tumores, próstata y operaciones gástricas y neurológicas. Sus brazos robóticos pueden rotar hasta 360 grados lo que permite al cirujano operar con más precisión que si estuviera utilizando sus propias manos. Y es que aunque en Puerto Rico se ha empezado a utilizar este tipo de robots en el área quirúrgica, el proyecto sigue en pañales y necesita el apoyo de los planes médicos los cuales no han querido cubrir los altos costos de las operaciones realizadas por los robots cirujanos. Pero la pregunta ganadora es, ¿dejarías que un robot invadiera quirúrgicamente tu cuerpo? ¿Te someterías a una cirugía a lo “Tranformers”?