Yangon (Reuters)-Por Aung Hla Tun RANGUN (Reuters) – La activista pro democracia de Myanmar Aung San Suu Kyi goza de buena salud y está lista para defenderse de los nuevos cargos en su contra que han provocado la ira internacional hacia los gobernantes militares del país asiático, dijo su abogado. Kyi Win, el principal abogado defensor de Suu Kyi en un juicio que comenzará el lunes, pudo reunirse con la premio Nobel de la paz por una hora en su “casa de huéspedes” dentro de la prisión Insein el sábado. “Ella me pidió que le dijera a sus amigos y a todo el mundo que está muy bien”, sostuvo a Reuters Kyi Win. “Está preparada para decir la verdad, que nunca violó la ley”, agregó. De cara al juicio a puertas cerradas, la policía alistó barricadas cerca de Insein, la prisión más conocida del país y donde se alojan muchos prisioneros políticos. Suu Kyi, enfrenta hoy un juicio que podría terminar en una sentencia de prisión por cinco años, lo que provocó las amenazas de sanciones internacionales más duras contra el régimen militar gobernante. El régimen militar ha ignorado la indignación internacional ante lo que los críticos consideran cargos amañados contra la Premio Nobel de la Paz, acusada de romper las condiciones de su arresto domiciliario, que iba a concluir el 27 de mayo después de seis años. Win Tin, un alto cargo de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND) y el prisionero político más veterano hasta que fue liberado el año pasado, encabezó una protesta de 200 miembros de la LND en el exterior de la Prisión Central de Insein, controlados por policías armados junto a unas barricadas y miembros de las milicias progubernamentales. Al menos uno de los manifestantes fue arrestado cerca de la prisión. Además, agentes de paisano fotografiaban la protesta y se ordenó el cierre de los negocios de la zona. Un miembro del partido dijo que en el juicio uno de los testigos fue el oficial de policía que presentó cargos contra Suu Kyi y otras dos mujeres. La Premio Nobel no se dirigió al tribunal. Su juicio fue suspendido hasta el martes por la mañana, explicó. El Gobierno llamó a 22 testigos contra Suu Kyi en un juicio a puertas cerradas. Si es declarada culpable, podría ser condenada a entre tres y cinco años de prisión. “Está preparada para decir la verdad, que nunca quebrantó la ley”, dijo su abogado, Kyi Win. Diplomáticos estadounidenses ingresaron en la prisión donde John Yettaw, el intruso estadounidense que desató el caso al entrar a principios de mes en la residencia de Suu Kyi sin que sus motivos estén claros, afronta un juicio por varios cargos. Los críticos sostienen que el juicio pretende mantener detenida a la carismática líder de la oposición de cara a las elecciones multipartidistas de 2010, que Occidente considera una fachada para mantener las más de cuatro décadas de poder militar en la antigua Birmania. Los generales no han olvidado la arrasadora victoria de la Liga en los comicios de 1990, que la junta anuló. Los generales han mantenido detenida a Suu Kyi durante 13 de los últimos 19 años, la mayor parte en su casa junto a un lago en Yangón, vigilada por la policía, sin acceso telefónico y con las visitas restringidas. Los gobiernos occidentales, Naciones Unidas, grupos de derechos humanos y otros premios Nobel han condenado los cargos sobre Suu Kyi y pedido su inmediata liberación. En Bruselas, el jefe de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, dijo que el grupo, que renovó las sanciones contra Myanmar en abril, debería considerar medidas más duras en protesta por el tratamiento hacia Suu Kyi.