“El desempleo es un evento estresante que puede afectar el bienestar psicológico y físico de las personas dependiendo de los recursos de los que dispongan para afrontarlo y de otras variables que facilitan o inhiben su efecto.” (Dooley, Fielding & Lennart, 1996)
Actualmente se le ha atribuido al alto porciento de desempleo en el país a muchas de las situaciones negativas y violentas tales como robos, asaltos, asesinatos suicidios, maltrato, entre otros. Sin embargo, no se mencionan o proponen alternativas para que los desempleados puedan manejar esta situación estresante que puede desencadenar en frustración, ansiedad, depresión, situaciones familiares y sociales violentas.
Es importante que tengamos en consideración que el desempleo involuntario y prolongado puede tener consecuencias negativas en el funcionamiento del ser humano. Principalmente, los problemas económicos por lo regular ocasionan que la persona no pueda satisfacer sus necesidades fisiológicas adecuadamente, por ende la persona afectada entra en un estado de inseguridad y disfunción familiar y social, teniendo consecuencias directas en su autoestima y autoconcepto, pues el empleo provee a las personas una definición de sí mismo y de su autoimagen. Además, propicia un ambiente apropiado para que los individuos socialicen, establezcan metas, y mantengan sus funciones cognitivas y físicas.
En un estudio realizado en Caracas, Venezuela en el 2011 se identificó que la regulación emocional es una técnica adecuada para manejar el estrés que provoca estar desempleado y disminuye las consecuencias que esto puede provocar en la salud de las personas.
Explican los autores Monzón V. y Guarino L. que la regulación emocional se puede entender como un recurso que permite al individuo identificar los estados afectivos que deben ser mantenidos y cuáles deben ser modificados o eliminados. Además, señalan que el apoyo social también ayuda a la persona desempleada ya que puede hacer un trabajo de acompañamiento a otros que puedan estar en su misma situación. Explican que de esta forma el acompañamiento está orientado a reducir el aislamiento social, la soledad y a construir el sentido de pertenencia, felicidad y cercanía de la persona que lo recibe.
Tanto la regulación emocional como el apoyo social podemos encontrarlos en la Consejería Grupal ya que le brinda el espacio a las personas para establecer estrategias de manejo de las situaciones y le da la oportunidad de ofrecer y recibir apoyo social.
La Consejería Grupal es dirigida por un profesional de ayuda, entre ellos el Consejero Profesional, quien guía al grupo para alcanzar un fin en un período determinado (corto plazo). Usualmente el énfasis es el crecimiento, desarrollo y manejo de obstáculos y barreras que afectan el funcionamiento de las personas. Los resultados pueden ser muy favorecedores si observamos que no estamos solos, que podemos encontrar alternativas colectivas para nuestras situaciones.
La Consejería Grupal puede ser muy efectiva tanto para desempleados que están en la búsqueda activa de trabajo, o para desempleados que se encuentran lesionados y no han podido regresar a sus empleos por tiempo indefinido.
La autora es estudiante del Programa Graduado de Consejería en Rehabilitación en la Universidad Central de Bayamón.