Algunos viernes me hace falta que me mientan (en la cara) como en los viejos tiempos. Y ahora corro por una hora casi por necesidad Veo los minutos que se acaban y quisiera aumentarlos A veces corro como si huyera El resto como si intentara alcanzar a alguien Corriendo a los que huyen ¿Será que han sido tantos? Siempre corre más rápido el perseguido y mi hermanita tiene razón y estoy exhausta las millas que corro dependen de la música como todo en la vida, en la mía las canciones que duelen me llevan a la decena ¿quién lo hubiese dicho? que corro para acelerarme el corazón para que me sude la columna como quien suda una fiebre a la fuerza pierdo pulgadas de dos en dos como se pierden los amantes y mis caderas ganan, los/las ganan y la costurera no entiende que mi corazón está cerquita de mi ombligo por algo me lo pusieron tan arriba (el ombligo) y al otro tan contraproducentemente abajo y a veces el mejor momento de la semana es hacerle el amor a la regadera tengo el control del agua dice mi vidente a quien tengo abandonado por miedo un miedo que tengo clavado en el vientre miedo de que me vuelva a decir más verdades infalibles y por lo mismo dolorosas por eso quiero que me mientan que me canten nanas por las noches que me desenreden el pelo mientras me tararean ay turulete y quisiera sentir la tinta cuando me despierto un relieve en mis costados como otra herida de guerra me sigo tocando el cuerpo mañana tras mañana rogando que no falte nada con una almohada entre las piernas aunque pierda la de la cabeza cuerpo caprichoso a fin de cuentas ahora tengo las mismas piernas flacas con un hambre inmensa de correr con la misma necesidad con que mis oídos piden mentiras con la misma necedad con la que perdono con la misma testarudez con la que olvido con la misma idiotez con la que sueño con la misma niñería con la que juego a amar, ¿qué son los cuentos de hadas? si no unas mentiras hermosas el primer acercamiento a los polvos mágicos la carnada perfecta para pescar sapos un pie forzao’ para soñar una licencia para mentir una excusa para esperar y ya cuando la espera (poción mágica al fin) se acaba como el arsénico en botellita de cristal el único antídoto es correr, correr sin saber a dónde ni por qué. Para ver el poema entero visite: http://siemprejueves.blogspot.com/