Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos. Thomas Carlyle Son jóvenes que, cual terreno fértil, recibieron la semilla y ahora dan frutos. Se trata de 36 estudiantes del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) que fueron homenajeados por su alto desempeño académico y por pertenecer al Cuadro de Honor de esa Facultad. “Estamos muy orgullosos de tener estudiantes como ustedes, que realmente demuestran que esa capacidad existe, que es cuestión de querer, de proponérselo, de seguir adelante y dar el máximo de cada uno de ustedes. Los exhorto a que continúen siempre rindiendo el máximo”, expresó el rector interino del RUM, doctor Jorge Rivera Santos, al grupo de talentosos compuesto por 30 féminas y seis chicos. Por su parte, el doctor Héctor Santiago, decano interino del CCA, sostuvo que para la Facultad que dirige es motivo de gran satisfacción contar con estudiantes tan destacados. “El futuro del Colegio de Ciencias Agrícolas y de nuestra profesión está digna y claramente representado por los jóvenes que hoy homenajeamos. Es reconfortante reconocer que contamos con un grupo tan nutrido de estudiantes, de alto aprovechamiento académico”, dijo. La actividad, organizada por la doctora Gladys González, decana asociada del CCA, se celebró en el anfiteatro del Edificio Piñero y contó con la participación de padres y familiares de los agasajados. Asimismo, durante el evento se otorgaron algunos premios especiales que brindan diferentes entidades. Entre éstas, el Colegio de Agrónomos de Puerto Rico, el Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, la Sociedad de Horticultura del Oeste y la Fraternidad Alpha Zeta. Además, se ofreció el premio Profesor Reynaldo Nadal Grau, así como certificados de la Gamma Sigma Delta. “Son lo mejor de lo mejor. Cuando uno los ve a ellos, sabe que todavía hay esperanza, que Puerto Rico tiene un buen futuro con buenos profesionales y ellos son el mejor ejemplo de esa juventud que de verdad quiere a la Universidad, porque la defiende con sus actos y su desempeño académico de excelencia y sirviendo de orgullo para el pueblo de Puerto Rico y sus padres”, señaló por su parte el doctor Miguel Muñoz, presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR), quien compartió con los homenajeados en un ágape que se llevó a cabo en el vestíbulo del CCA, tras concluidos los actos protocolares. Muñoz comentó sobre el dato de que la mayoría de las pertenecientes al Cuadro de Honor fueran féminas. “Demuestra el cambio que ha habido en una profesión que tradicionalmente era de varones y que las mujeres están incursionando más en el campo de Ciencias Agrícolas”, sostuvo el también catedrático del CCA. “Tengo que decir que culturalmente las mujeres son más disciplinadas y nosotros los varones tenemos que ir aprendiendo más de eso, a ser más dedicados, más comprometidos con los estudios. Hoy en día, en este mundo profesional, los buenos empleos están disponibles para los que son competentes y dedicados”, puntualizó el Presidente Interino de la UPR. Un egresado de honor El invitado especial de estos actos de reconocimiento fue un egresado de la clase de 1939: Don Guillermo Irizarry Rubio, quien hace 70 años se graduó Magna Cum Laude de agronomía del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas. Durante su alocución, exhortó a los jóvenes a que dentro de su ocupada agenda académica no olviden la importancia de cultivar relaciones interpersonales. “Mi primer estímulo a ustedes es que el saber, el conocimiento no les aparte de la vida familiar, son las madres y los padres o los tíos u otros parientes que los alientan, la más sana fuente de sabiduría e inspiración que deben tener, nadie les quiere mejor”, expuso al principio de su presentación. Recomendó a los estudiantes a no aislarse de otras personas por causa de la tecnología. “La cibernética puede deshumanizar al hombre, nos ensimismamos en la máquina, nos apartamos de lo que nos rodea nos olvidamos del amigo, recibimos pláticas lejanas… se nos olvida la naturaleza e interaccionar con lo inmediato. Nos movemos en un mundo concreto muy apretado”, puntualizó el exalumno colegial de 93 años de edad. “Usen la tecnología de la comunicación, pero no pierdan conciencia de su propio ser y de los seres que le rodean. No pierdan conciencia de ese maravilloso mundo de 6,500 millones de seres que poblamos la Tierra… millones de seres con miles de forma de expresiones culturales en la pintura, literatura, música, artes y modos de vida”, sostuvo el experimentado agrónomo y economista, quien laboró en el gabinete de los gobernadores Luis Muñoz Marín y Roberto Sánchez Vilella, en este último caso como Secretario de Estado. Como parte de su intervención, Irizarry Rubio citó a varios escritores y académicos, entre ellos a Antonio S. Pedreira, de quien leyó un segmento de su ensayo Elogio a la soledad: “De tarde en tarde hay que abandonar esas posturas de primer plano, tomar vacaciones en el fondo de nuestra intimidad para sacar de allí luces de aurora, que nos alumbren las indecisiones y las derrotas. ¿De qué vale el conocimiento, si desconocemos el radio moral de nosotros mismos? ¿De qué vale el álgebra y la geometría si no aprendemos a resolver nuestros problemas personales?” Para concluir, recomendó a los homenajeados “que amen a la humanidad”. “Amen la aurora y el atardecer, vivan en armonía con todos y con ustedes mismos… las luces de ayer pueden ser muy útiles en alumbrar los caminos de mañana, hay que conocer estas luces, hay que buscar en la historia, la sabiduría que el ser humano ha producido, darle la valía que tiene y usarla para el bien de cada uno”, enfatizó el también miembro fundador del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico. Tras finalizado el mensaje del invitado especial, y luego de que los estudiantes recibieron sus premios, el joven Gustavo A. Rodríguez, del Departamento de Cultivos y Ciencias Agroambientales, agradeció en nombre de todos sus compañeros el reconocimiento. “Yo aprendí tanto con la charla de don Guillermo que es como haber vivido tres años de mi vida, de cariño le hemos llamado la biblioteca humana”, dijo con tono simpático el colegial. “De parte de todos los estudiantes, quiero agradecer a los padres que están apoyándonos siempre; a los profesores gracias por creer en nosotros los estudiantes y gracias a la doctora Gladys González… esta actividad es un honor para nosotros porque nos da motivación”, concluyó Gustavo. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.uprm.edu/news/articles/as2009158.html