
De los productos consumidos en Puerto Rico el 84.4% son importados. Esta cifra es alarmante pues pone en relieve una crisis en la industria agrícola del país. La industria avícola no es la excepción, pues desde 1999 los pollos y huevos importados superan el producto local.
Desde hace varios años el tema de la seguridad alimentaria ha cobrado significativa relevancia mundialmente. Esto se debe a estudios que demuestran la posibilidad de que en algunos años haya una crisis de alimentos debido a que la tierra no da abasto para una población mundial que continúa en acenso. Por otro lado, los cambios climáticos y los fenómenos atmosféricos, cada vez más intensos e impredecibles, amenazan el libre acceso a productos importados.
Consciente de la vulnerabilidad de una isla territorialmente pequeña, como lo es Puerto Rico, la doctora Myrna Comas, catedrática del Recinto Universitario de Mayagüez, se ha dado a la tarea de crear conciencia y educar a la ciudadanía sobre esta realidad.
En los pasados meses Comas se ha dedicado a ir a diferentes conversatorios y programas radiales para hablar sobre una guía curricular de seguridad alimentaria que se ha desarrollado con el fin de llevar el mensaje de donde se encuentra Puerto Rico en cuanto a la seguridad alimentaria y cuáles son los puntos más vulnerables.
La vulnerabilidad de la Isla, según Comas, radica en cuatro factores clave: la alta dependencia de productos importados, las millas que recorren los alimentos antes de llegar a la mesa del consumidor, el bajo inventario de productos en el país y la falta de un plan de seguridad alimentaria en la Isla.
Según las estadísticas del 2008, Puerto Rico importa el 84.4% de los alimentos que se consumen; siendo Estados Unidos y China los mayores suplidores de alimentos. Esto significa que, siendo ambos países distantes, los alimentos recorren miles de millas antes de llegar a Puerto Rico.
Comas calcula que los alimentos importados desde Estados Unidos recorren no menos de 2,810 millas desde el lugar de producción hasta el lugar de consumo. En el caso de China, significa más de 10,000 millas terrestres, lo que se puede traducir a aproximadamente 47 días de transporte.
“Esto nos hace vulnerables porque entre más millas recorren los productos, mayor probabilidad de contaminarse o dañarse,” explicó la catedrática.
Otro de los puntos más vulnerables es la baja cantidad de alimentos almacenados en Puerto Rico. Según información que obtuvo para su tesis doctoral, la mayoría de los importadores que traen productos al país los almacenan en Estados Unidos, ya que les resulta menos costoso. Los productos entonces llegan justo a tiempo para ser distribuidos a las tiendas.
Estos datos significan que, en caso de una emergencia, Puerto Rico cuenta con alimentos frescos para tres días mientras que el suministro de aquellos no perecederos podría durar alrededor de 20 días.
Por último, Comas entiende que el hecho de que en Puerto Rico no exista una política ni un plan de seguridad alimentaria nos hace vulnerables ante el panorama de una crisis alimentaria.
“Se debe concretar un plan de desarrollo agropecuario y para eso hay que terminar el plan de uso de terrenos”, sostuvo Comas. La profesora entiende que el gobierno debe mostrar mayor interés y preocupación ante este tema y crear proyectos que atiendan la seguridad alimentaria del país.