Un panorama de hostilidad, desespero y violencia se ha apoderado del País durante los 10 meses de incumbencia del gobernador, Luis Fortuño. Es a partir del 21 de agosto, en aquella avenida Universidad que se ha presenciado a una juventud víctima de la fuerza de la Uniformada. Unos por querer pasarla bien y otros por querer ser solidarios con un País hundido en la desesperanza y la incertidumbre, ante la inseguridad laboral y económica. Los sucesos ocurridos aquella noche de “jangueo estudiantil”, marcaron el inicio de lo que sería una lucha entre los “azules” y la juventud puertorriqueña a través de las pasadas semanas. Los incidentes por el uso de la fuerza excesiva de la Policía en la Isla se han vuelto la orden del día en los últimos meses. Poniendo en entredicho las políticas de mesura del Cuerpo.
Primero fueron los sucesos acontecidos en la avenida Universidad, luego prosiguió la confrontación policíaca con los empleados de las oficinas de Zona Franca y Rojo Chiringa donde la Policía entró por la fuerza a sus instalaciones en busca de un video grabado por uno de los cineastas con relación a un homicidio que se había ejecutado frente a sus predios el pasado 27 de agosto. A estos sucesos se le suma el forcejeo que se suscitó en la escuela Intermedia Antonio R. Barceló en Canóvanas, contra niños de 12 y 13 años dentro del plantel escolar cuando varios policías intervinieron en una trifulca que surgió entre varios estudiantes y padres. Bajo este violento escenario, maestros y estudiantes alegaron haber sido agredidos por oficiales que lanzaron gas pimienta. Hubo ardor y llanto en ese escenario donde se presenció un capítulo más de las agresivas intervenciones policíacas contra estudiantes. Lo reciente De esta forma, en horas de la tarde del viernes 9 de octubre, la fuerza policial volvió a imponerse, pero esta vez ocurrió en la escuela superior Luis Hernaiz Veronne, en Canóvanas, cuando agentes de la División de Operaciones Tácticas de la Policía arremetieron en contra de estudiantes de la escuela, ubicada frente al residencial Jesús T. Piñero, que intentaron expresarle su sentir al Primer Mandatario, quien ofrecería una conferencia de prensa en los predios del residencial. La trifulca comenzó cuando se les negó la entrada a los alumnos a la actividad dirigida por Fortuño. Tras varios intentos fallidos de los estudiantes para acceder al lugar, se inició una avalancha de huevos contra los autos de la avanzada de Fortuño, que intentaron salir por la avenida Autonomía, en Canóvanas evadiendo al cuerpo estudiantil. Miembros de la Unidad de Operaciones Tácticas de la Policía arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los jóvenes que decidieron alzar su voz en repudio de los depidos masivos de los empleados públicos, entre otros reclamos. A consecuencia del incidente, nueve alumnos fueron detenidos-siete varones y dos féminas-, fueron llevados al Cuartel de la Policía de Canóvanas. Mientras que tres policías resultaron heridos por las piedras lanzadas durante la protesta. Francisco del Valle, defensor legal de los jóvenes arrestados, indicó a una emisora radial que se está trabajando con el Procurador de Menores para que se pueda determinar si finalmente se les radicarán cargos a los estudiantes, los cuales, según su experiencia, podrían quedar bajo la custodia de sus padres sin la radicación de cargos. Sin embargo, el abogado enviado por el legislador Charlie Rodríguez tardó tres horas en poder tener acceso a los menores, los cuales se mantuvieron en todo momento bajo la supervisión de los oficiales. Por su parte, Héctor Ferrer, presidente del Partido Popular Democrático, condenó la utilización de la fuerza policíaca en contra de la juventud puertorriqueña, por lo que le hizo un llamado a todo el estudiantado a que continúen manifestando su repudio contra las acciones tomadas, pero de una manera pacífica y consciente. A su vez, el secretario del Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, protestó por la desproporción de fuerza que se está utilizando, incluso “cuando la vida del Gobernador ni siquiera se ha visto amenazada”.
Tras estos incidentes, uno se cuestiona: ¿Será que la violencia se convirte en una medida para contraatacar la violencia? Huevos de protesta y Orden Ejecutiva La semana pasada Roberto García, autodenominado “Tipo Común”, lanzó un huevo al Gobernador durante una conferencia de prensa en Fajardo, ahora son niños y jóvenes quienes lanzan huevos a los vehículos oficiales. Es así como el “huevo” se ha convertido en un símbolo de protesta de las subsiguientes manifestaciones en todo el País. Cabe destacar que desde aquel primer incidente en Fajardo, las medidas de seguridad alrededor de la figura de Fortuño se han reforzado. Pero también hay que recordar la reciente Orden Ejecutiva que autoriza la activación de la Guardia Nacional como medida “preventiva” en perturbaciones sociales. Esta Orden, que carece de explicación sobre lo qué es una perturbación social concretamente, podría agudizar los incidentes de violencia entre las fuerzas de seguridad del Estado y los ciudadanos, como pudo haber ocurrido hoy en la escuela pública en Canóvanas. Todos estos sucesos arrojan luz y pánico sobre lo que podría ocurrir el próximo 15 de octubre durante el Paro Nacional, donde se espera que miles de puertorriqueños salgan a las calles a protestar en contra de la política de despidos masivos y la Ley 7. Nota: El mismo día que le tiraron un huevo a Fortuño en Fajardo. Frente a la Mansión Ejecutiva en la calle Fortaleza del Viejo San Juan, también hubo incidente con la Policía. Vea el video abajo: En esta historia colaboró Karisa Cruz Rosado.