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SAN PEDRO SULA, Honduras (Reuters) – Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) no lograron el martes una posición común para permitir el regreso de la reticente Cuba al organismo, de donde fue expulsada hace casi medio siglo por presiones de Estados Unidos. Aunque la isla de gobierno comunista ha dicho que no le interesa regresar a la OEA, una mayoría de los cancilleres de América Latina reunidos en Honduras quería su retorno sin condiciones para acercarla al resto de las naciones y como un gesto que impulse su incipiente diálogo con Estados Unidos. La actitud de Washington ahora es diferente de la que tenía en la Guerra Fría, cuando presionó para la expulsión de Cuba en 1962 en un mundo políticamente polarizado. Pero aunque ha mostrado acercamientos hacia Cuba, sólo prometió su voto a favor de la vuelta del país caribeño si la isla se abre a cambios democráticos. Tras horas de deliberaciones por parte de los cancilleres de los 34 países miembros, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que no se había llegado a un acuerdo. “En este momento no hay consenso y no hay acuerdo para tomar ninguna acción” sobre una resolución respecto a Cuba, dijo Clinton momentos antes de partir de Honduras hacia El Cairo, donde se encontrará con el presidente Barack Obama. Consecuentemente, Peter Hakim, presidente del Diálogo Interamericano, expresó en una entrevista para el periódico El País que “es lógico que EE UU busque posponer una decisión en este tema, ya que la Administración Obama no está lista para lidiar con las consecuencias políticas de esto en casa, necesita un poco más de tiempo. Si los países latinoamericanos presionan demasiado podría ser contraproducente y le harán más difícil a Obama restablecer relaciones normales con Cuba”. “América Latina, durante ocho años, dejó solo a Bush en esto. Ahora, en cuatro meses, quieren que Obama cambie una política de 47 años, no tiene sentido”, añadió Hakim en la misma entrevista. Más tarde, el canciller de Brasil, Celso Amorin, anunció que las negociaciones habían fracasado porque algunos países interpretaron algunos puntos de los considerados, incluidos en un proyecto de resolución, como condiciones para Cuba. “Había palabras (en el proyecto) como democracia, no intervención, derechos humanos (…) pero no son planteadas de ninguna manera como condición. No fue posible el acuerdo y hay que respetar las posiciones”, dijo Amorin a periodistas. Entre los más reticentes estaban Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez es un férreo crítico de Estados Unidos, y algunos de sus más cercanos aliados, como Bolivia y Nicaragua, dijo una fuente diplomática que prefirió el anonimato. Estos países no quieren incluir ningún tipo de condiciones a Cuba para el caso de que quiera regresar a la OEA. Amorin y otros funcionarios -como la canciller de México, Patricia Espinosa- tenían previsto abandonar la ciudad de San Pedro Sula, sede de la asamblea, y dejar la negociación en manos de funcionarios de segundo nivel que continuarán discutiendo el tema el miércoles. En representación de Estados Unidos quedó Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto para asuntos hemisféricos, quien dijo que “desde nuestro punto de vista estamos a punto de llegar a un acuerdo, pero desafortunadamente algunos de los países simplemente no pueden aceptar algunos aspectos de la resolución acordada por la gran mayoría de los países”. La carta constitutiva de la OEA establece que sus miembros deben ser países con gobiernos democráticos, representativos y pluralistas, algo que algunos especialistas ven como el principal escollo en el caso de que Cuba quisiera volver.
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que los países que integran la OEA tienen la obligación moral de derogar la resolución que expulsó a Cuba, pero al mismo tiempo descartó que el gobierno de Raúl Castro regrese al organismo. “Moralmente hay el compromiso de enmendar un error”, dijo Zelaya en rueda de prensa, pero agregó: “Primero se cae el cielo y la tierra o se abren los mares antes de que Cuba regrese a la OEA”. Estados Unidos, que mantiene un embargo económico contra la isla desde poco después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959, ha dicho además que el gobierno comunista deberá rendir cuentas en cuanto a derechos humanos y garantías personales si vuelve a la OEA. El presidente estadounidense, Barack Obama, busca una nueva relación con Cuba en medio de lo que Clinton ha llamado “un nuevo enfoque” de los vínculos entre Estados Unidos y América Latina. Obama ha propuesto “relanzar” sus relaciones con Cuba. Eliminó restricciones a los viajes de los cubano estadounidenses a la isla y ofreció reanudar conversaciones migratorias, algo que al parecer La Habana habría aceptado. Pero Cuba ha dicho que no tiene ningún interés por reincorporarse a la OEA, una organización que el ex presidente Fidel Castro calificó hace poco como “repugnante”. “Para Cuba es intrascendente la OEA”, dijo el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en una conferencia de prensa conjunta con Zelaya y el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, que también participa de la asamblea. Sin embargo, el mandatario nicaragüense agregó que es necesario anular la resolución de expulsión de 1962 porque países como Paraguay y Nicaragua en esa época tenían dictaduras de derecha y no fueron excluidos del organismo por ello. Asimismo, Ortega opinó que el presidente Obama ha mostrado “buena voluntad”, y que el presidente estadounidense está atrapado por las políticas de sus predecesores, según publicó hoy la página electrónica del periódico The New York Times. “La OEA continúa siendo un instrumento de dominación por los Estados Unidos”, agregó “Por eso es que esta reunión trató de un asunto tan profundo”, dijo.