El economista José Caraballo Cueto manifestó que tiene serias dudas de que la reducción en el salario mínimo en Borinquen, genere automáticamente más empleos.
De acuerdo con el profesor de la Universidad de Puerto Rico en Cayey (UPRC), la mayor parte del empleo en el archipiélago borincano responde al nivel de productividad y no a un tope salarial. O sea, que se piensa desde la perspectiva de que en la medida que aumenta la producción habrán más empleos.
“Por ejemplo, yo soy empresario, tengo un nivel óptimo de empleomanía. Si me bajan el salario mínimo, para qué entonces voy a contratar más gente, si ya tengo la gente que necesito para trabajar. Si contrato más gente voy a tener una productividad más baja y yo no quiero eso. Yo lo que voy a tener es más ganancias. Pero que vaya a contratar más gente con eso, yo no sé. Como empresario yo no lo haría”, comentó Caraballo Cueto durante su participación en un foro sobre salario mínimo, celebrado la semana pasada en la Universidad de Puerto Rico-Recinto de Río Piedras.
Igualmente, Caraballo Cueto aseguró que como sociedad es necesario legislar estatalmente el salario mínimo federal y buscar cuál es el salario mínimo óptimo de Puerto Rico; que —a su modo de ver— no son los $15.00 propuestos por Bernie Sanders durante la campaña primarista del Partido Demócrata ni tampoco la propuesta de $4.25 que ha hecho la Junta de Control Fiscal al actual gobierno penepé.
De igual modo, el economista se cuestionó las razones por las que el gobierno ha dado tantos incentivos y exenciones al sector industrial, “simplemente porque vende, y no le exigen nada”. Caraballo Cueto señaló, además, que el aumento del salario mínimo en Puerto Rico en el 2006 no tuvo efecto estadísticamente significativo sobre los sectores de alto salario, como las Farmacéuticas, “donde hasta el menos que gana, obtiene remuneración económica por encima del salario mínimo”.
“Las personas que trabajan en un almacén ganan de $10 a $12 la hora. Así que el nivel de producción de estos sectores de alto salario en la isla está movido por el nivel de producción”, indicó, al tiempo que señaló que Puerto Rico nunca ha tenido una tasa de desempleo menor del 10% y que en octubre del año pasado, la cifra exacta registrada fue de un 12.1%, que de acuerdo a los datos del Departamento del Trabajo, supuso una reducción de al menos 11,000 trabajadores en comparación a octubre del 2015.
El profesor añadió que el año que Puerto Rico obtuvo su tasa de desempleo más baja (1969 / 10.3%) el salario mínimo se legislaba estatalmente y era de $1.10 por hora.
“Esa suma, si es traída al año 2013 a base de la proporción de salario mínimo sobre salario promedio, daría $13.45. De manera que ese salario mínimo de 1969, probablemente, era más alto que el actual federal”, indicó.
De otro lado, Caraballo Cueto aprovechó para señalar que el ahorro en Puerto Rico es prácticamente 0%, por lo que, con el aumento del salario mínimo en el 2006, el efecto se tradujo en un incremento en los gastos de la gente.
“Nuevamente, el factor que más explica el movimiento del empleo es el nivel de productividad. Ambos sectores tienen menos de 2% del empleo total de Puerto Rico. En términos generales, ese aumento del salario mínimo tuvo un efecto positivo, pero bien moderado, sobre el empleo en la isla, que prácticamente se mueve si aumenta la producción. Si no aumenta la producción, no aumenta el empleo”, sentenció.
Por su parte, el también economista Julio César Hernández, sostuvo en su exposición que cuando la economía está débil, aumentar el salario mínimo representa un problema. En esa misma línea, el profesor del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) dijo que algunos estudios que se han hecho, demuestran que el salario mínimo causaba una reducción en el empleo que se genera, “pero una reducción pequeña”.
“Lo que sí es que si yo aumento 100% el salario mínimo, aquí baja el 35% del empleo. La propuesta de aumentar el salario mínimo a $15.00 de Bernie Sanders, representaría un aumento de casi 100%, pues ese aumento de $15.00 generaría una reducción de 35% en el empleo. Eso es lo que dice la estimación”, detalló, no sin antes asegurar que Puerto Rico no tiene una cultura de estudiar política pública.
“En Estados Unidos hay como cuatro agencias que se dedican a la evaluación de política pública, a evaluar su presupuesto y saber qué impacto económico tienen las cosas que se piensan hacer. Nosotros tomamos las decisiones de política pública por lo que sentimos que es lo correcto. Y eso es lo que nos tiene en la crisis en la que nos encontramos”, opinó.
El doctor Hernández puntualizó que el país necesita urgentemente evaluaciones de política pública para garantizar un estudio amplio de los pros y los contra. Según el profesor, es momento de crear un mecanismo que nos permita manejar nuestras decisiones económicas de forma más eficiente y productiva.
Tanto Hernández como Caraballo Cueto cuentan con los estudios más recientes sobre el tema del salario mínimo en Puerto Rico y su impacto en la sociedad puertorriqueña, en el contexto de su realidad socio-económica.