Las imágenes del filme titulado Memorias de Culebra, despertaron la nostalgia de un grupo de funcionarios municipales, quienes comentaron sobre el pasado de la ciudad y lo compararon con los considerables cambios del presente.
El alcalde William Solís Bermúdez y varios empleados de la alcaldía culebrense, tuvieron la oportunidad de ver este documental que abarca la trayectoria histórica de la isla municipio y la lucha por la salida de la Marina de los Estados Unidos.
El ejecutivo municipal comentó sentirse orgulloso por el esfuerzo que los culebrenses han realizado a lo largo de la historia para construir el lugar en donde habitan hoy. Además, manifestó la necesidad de continuar exaltando a todas las figuras que fueron parte de la lucha para expulsar a la Marina de Culebra.
“Eso es lo que nos interesa, continuar echando adelante a Culebra, es nuestro propósito que la historia de Culebra pueda ser comentada por nuestros niños y jóvenes”, afirmó.
A Santiago Prieto, quien fue director de Arte y Cultura de Culebra por varios años, el documental logró recordarle algunos detalles acerca de cómo era el diario vivir de la población.
Prieto mencionó la falta de agua potable, la necesidad de lavar ropa a mano, la constante escasez de productos y todas las situaciones que implicaban ser la sede de la Marina. Sin embargo, considera que aún así vivían plenamente.
“Habían restricciones, pero unas restricciones que si te pones a pensar le daban vida a la Isla. Siempre se buscaba la forma. Vivíamos bien diferente”, aseguró.
Así también se expresó Jorge Andrade, asesor del alcalde, quien además resaltó las características de los culebrenses.
“Nuestra gente yo no sé si es diferente a la de la Isla grande, pero se comporta de una forma bien gentil, bien amable y valía la pena estar en Culebra pese a todas las limitaciones”, comentó.
Mario Albert, ayudante especial en la alcaldía,recordó un evento que marcó su niñez cuando la Marina de los Estados Unidos estaba en el proceso de marcharse.
“Me acuerdo como ahora que se hizo un grupo de culebrenses para disfrutar por primera vez de la playa Flamenco libre. Me acuerdo de Jaime Morales, yo andaba dentro de un Volkswagen que él tenía. Había un guardia de la marina que decía que ahí no se podía entrar [refiriéndose a la playa Flamenco], me acuerdo como ahora que Jaime le metió al portón y lo abrió. Entró todo el mundo”, detalló.
Albert también mencionó que la permanencia de la Marina en Culebra no siempre fue negativa. Habló sobre las veces en las que personal del ejercito repartía regalos durante navidad y comentó sobre la prosperidad que según él, existía en Culebra gracias al dinero de los militares.
Para Albert, todo lo sucedido a lo largo de la historia del municipio le enseñó la necesidad de adaptarse a los cambios, puesto que los considera inevitables.
“Para ese tiempo, todos los residentes vivían de una manera y cuando llegó la Marina se tuvieron que adaptar y cuando se fue también se tuvieron que adaptar…yo tengo que enseñarle a esa juventud que va creciendo que parte de la vida del ser humano es adaptación”, comentó.
El grupo de empleados coincidió en que para no perder el orgullo por nuestra identidad es necesario conocer la historia.
Esta iniciativa se enmarcó en la cercanía de un ciclo de actividades que conmemorarán los 135 años de la fundación de Culebra y el 40 aniversario de la salida de la Marina.