Nota de la editora: Celebramos la vida y obra del gran David Ortiz Angleró, periodista, escritor, activista cultural y fundador del Periódico Diálogo de la Universidad de Puerto Rico, quien falleció hoy. Compartimos esta reflexión de sus aportaciones al quehacer social, político y cultural del País.
Estudiando para el curso de “Derecho y Literatura” que ofrezco en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), leía críticamente “Aleluyas” de José de Diego, una de las primeras manifestaciones de una poesía jurídica contestataria del imperialismo, mucho antes que surgiera la poética de Amiri Baraka, activista fundador del movimiento artístico afro-norteamericano. Recordé inmediatamente que David Ortiz Angleró, hace unos cuarenta y cinco añoshacía diversas poesías dedieguistas auspiciadas por el ICP e incluidas originalmente en su disco de vinilo titulado: “Perfil de José de Diego” impreso en 1967. No hay duda de que la voz de Ortiz Angleró enriquece los versos del bardo de Aguadilla y que deleitan y transportan estéticamente al que los escucha. El entusiasmo que generan esas poesías recitadas magistralmente en la voz privilegiada de David, nos estimula a disfrutar de otras aportaciones de la obra del “Caballero del Idioma”, como se le conoce al jurista, parlamentario y poeta don José de Diego. Sin lugar a dudas, el mayagüezano David Ortiz Angleró posee un registro vocal único en nuestro País y a la altura de cualquier otra cultura. Esa faceta de este juglar y poeta, promotor de nuestra cultura y actor mayagüezano, está entreverada con numerosas lecturas, aportaciones artísticas, meditaciones y experiencias culturales disfrutadas y asentadas. De ahí la calidad exquisita del manejo de sus recitaciones, actuaciones y realizaciones cinematográficas.
Más allá de sus contribuciones difundiendo las poesías de otros poetas puertorriqueños y de nuestra América, como Pablo Neruda, José Antonio Dávila, Julia de Burgos, Francisco Hernández Vargas y el español Miguel Hernández, congrega David en su persona y en su estilo, varias dimensiones artísticas que le convierten en uno de nuestros más completos hombres de la cultura. Su desempeño es de calidad polifacética y multidimensional. A los 32 años de edad fue electo, el 31 de enero de 1969, Presidente del sindicato del espectáculo, es decir, la APATE, (Asociación Puertorriqueña de Artistas y Técnicos del Espectáculo). Ascendió, luego, a la vicepresidencia del Bloque Latinoamericano de Actores y ejerció la secretaria general del Sindicato de Líderes Obreros. Además de esta vocación sindicalista, siempre se ha dedicado al cultivo de varias manifestaciones del arte, la actuación, la realización cinematográfica, el documentalismo, la locución poética y radial y el periodismo. Ortiz Angleró ha explorado y se ha desempeñado como teatrista, actor de radio, de teatro, de televisión y de cine. Dentro de cada faceta ha desempeñado, con total maestría, un papel destacado demostrativo de su dominio de estas diversas disciplinas y las cuales ha interpretado como el respetado profesional que es. Dos ejemplos de ello son su intervención como animador y organizador de eventos importantes como la Feria artesanal y artística Bacardí y la fundación y ejercicio como primer Director del periódico universitario Diálogo.
Consta a todo el País que Ortiz Angleró ha dedicado su exquisito estilo personal, su profundo talento y virtuosidad artística a la difusión y afirmación de la cultura puertorriqueña y latinoamericana. A tenor con ello ha empleado diversos medios de difusión masiva como radio, televisión, periódicos, teatro y eventos populares. Otra de sus aportaciones es la locución como medio de propagación de los valores de la cultura puertorriqueña. Así, emplea su voz para darle realce a otras expresiones y facetas artísticas promoviendo para ello el uso de la radio. Ello le llevo a ser condueño y animador principal de la estación Radio Nosotros de Aguadilla, aprovechando la coyuntura para propagar ideas y rasgos que educasen e ilustrasen a sus conciudadanos. La titularidad de dicha estación de radio es toda una declaración de intenciones patrióticas. Esas experiencias y aportaciones le han llevado también el cultivo del periodismo, buscando con ello el enriquecimiento popular y elevar la calidad del debate público.
David siempre ha estado dedicado a las Artes de la Representación y al cultivo de las letras, y ha publicado tres poemarios: La soledad es una flauta perdida (1977); Me llaman cimarrón y mi apellido es el tambor (1985); y La memoria extraviada y otras distancias (1994). Sobre su poesía ha dicho el doctor Ramón Luis Acevedo, que: “David es un auténtico poeta; un poeta visceral y comunicante, que maneja la palabra con soltura y confianza que pulsa sus diversos registros, que mantiene un ritmo sereno y consistente”. Además, es también hombre de acción volcado en las luchas por la defensa de la cultura nacional, la lengua castellana, natural de los puertorriqueños y la causa de la libertad. Una anécdota que, por sabida, no es menos interesante y demostrativa de su vocación por el arte y la cultura, confirma que desde su temprana niñez se dedicaba a la preparación de un teatro acartonado, donde exhibía tirillas cómicas recortadas de los periódicos. Relata, a esos efectos, la Fundación Nacional para la cultura Popular que desde los diez años de edad participaba en una Compañía Infantil de Teatro que su maestro Pedro Ojeda animaba y dirigía. El profesor tenía también programas de radiodifusión (WPRA) y por supuesto que el discípulo se inició poco a poco como locutor, impostando la voz. Así comenzó la andadura de este quijotesco hombre de la cultura.
La Universidad no podía estar ajena a las interesantes y novedosas aportaciones culturales de Ortiz Angleró y, al iniciarse la presidencia del profesor de Derecho, Fernando Agrait, éste auspició dos importantes eventos que han calado hondo en nuestro pueblo. Me refiero a la fundación del periódico Diálogo en septiembre de 1986y al auspicio de los trabajos para conmemorar dignamente el “Sesquicentenario de Eugenio María de Hostos, 1839-1989”; así como a la fundación del Instituto de Estudios Hostosianos, también auspiciado por el rector Juan R. Fernández. La dirección de Diálogo recayó en David Ortiz Angleró y la jefatura de redacción en el experimentado periodista y profesor universitario, Luis Fernando Coss. No podía estar en mejores manos el nuevo periódico universitario que venía a aportar nuevas corrientes de pensamiento y desempeñar un lugar importante en la promisión de la cultura. Estas letras constituyen un homenaje a nuestro amigo David Ortiz Angleró.
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El autor es abogado y profesor en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.