Si usted es de esas personas que les gusta estar pendiente a cómo va la cinematografía puertorriqueña, apunte bien este nombre: Alejandro Pedrosa.
Durante los pasados cuatro años, Pedrosa ha sido un francotirador silencioso detrás de la cámara. Lejos del desenvolvimiento de párvulo cinéfilo que sobra en las redes sociales, el tipo se tiró a la calle, a trabajar como se supone. Ha realizado distintos trabajos de publicidad y en la música ha participado de filmaciones con artistas como Cultura Profética, Calle 13 y Juanes.
Con esfuerzo y sudor ya se consolida como director de renombre. Este año ha sido particularmente dulce para él, con proyectos de envergadura a su haber, como el documental que realizó sobre el debut como solista de Ileana Cabra Joglar, donde expone la madurez artística de quien se convirtió en iLe, más allá de Calle 13.
Y el martes de esta semana, Pedrosa vio cómo su trabajo como cinematógrafo retumbó todavía más a nivel internacional, con el estreno del vídeo de la legendaria banda mexicana Café Tacvba, Un par de lugares. El video fue dirigido por Pedrosa, en colaboración con Rubén Albarrán, vocalista y compositor de la canción, y fotografiado por otro boricua, el joven veterano Eduardo Mariota, cuya sólida obra se desplaza ya a nivel mundial.
Filmado en una playa de la localidad azteca de Nayarit, con la oaxaqueña Leila Takeda, campeona nacional de surf, como figura principal de la historia, el vídeo “es un adelanto de un nuevo ciclo de música que la banda está creando con el multipremiado productor argentino Gustavo Santaolalla, con quien ha trabajado desde su primer disco de estudio”, según explicó la banda a través de un comunicado de prensa. Para la agrupación de rock, el vídeo “resalta la importancia de lograr una conexión profunda con la naturaleza y por ello se eligió el mar nayarita, un lugar muy significativo para los cuatro integrantes del grupo”.
Café Tacvba –Albarrán, Joselo Rangel, Quique Rangel y Emmanuel del Real– grabaron Un par de lugares en el estudio Soga Recordings en Jiutepec, Morelos, México, en julio pasado, bajo la producción de Santaolalla. El ingeniero estadounidense Nathan Mick Guzauski, que ha trabajado con Michael Jackson, Eric Clapton, Prince y Daft Punk, se encargó de la grabación y la mezcla, en su primera colaboración con la banda. El mastering fluyó a cargo del estadounidense Tom Baker, de Precision Mastering, quién ha masterizado temas para Nine Inch Nails, Velvet Revolver, Zoé y Bajofondo.
Un par de lugares, de Café Tacvba:
Sobre el significado de esta nueva canción, Albarrán indicó en el parte de prensa que “habla sobre la ausencia y sobre cómo estando en ese par de lugares –que son la mente con sus pensamientos y recuerdos, y el corazón con sus sentimientos– podemos superar el dolor que nos causa”.
Pedrosa, mientas tanto, reflexionó ante la prensa internacional sobre cómo la sensibilidad humana siempre ha mantenido una conexión especial y un profundo respeto por la naturaleza.
“El sistema ignora constantemente que los recursos naturales tienen fecha de caducidad, por ende hay que compartir información y crear más sensibilidad hacia el tema. Rubén [cantautor, de Café Tacvba] siempre tuvo esto muy claro mientras compartíamos ideas para lograr la historia de este video y eso fue lo que buscamos proyectar,” puntualizó el puertorriqueño.
De Café Tacvba no hay mucho que decir, es posiblemente la banda más icónica del verdadero rock mexicano, no pop –y cuidado si del rock latinoamericano en general –de los últimos 25 años. Pero Pedrosa, un boricua producto de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), comienza a despuntar en el mundo audiovisual. Y por eso nos sentamos a dialogar un rato con él. A continuación, presentamos la conversación que sostuvimos con Pedrosa, mientras este hacía escalas en distintos aeropuertos en ruta a encontrarse con el corillo de iLe en Barcelona.
Diálogo: Bueno, Alejandro, ya después de este vídeo de Café Tacvba y de tus perspicaces peripecias con ILE, la fama y la fortuna ronda tu puerta. Pero aún, para muchos, eres un desconocido, así que, por favor, preséntate a nuestros lectores.
Alejandro Pedrosa: Mi nombre es Alejandro Pedrosa y me dedico a contar historias a través de mis viajes, el film y la fotografía. Estudié comunicaciones en la UPRRP y viví un rato en Madrid y México. A mi entender, el choque de tanta riqueza cultural fuera de los Estados Unidos fue lo que más me impactó a la hora de compartir información y crear ideas nuevas, así fue cómo surgió mi blog, llamado Worldjunkies, que fue donde empezó todo. Worldjunkies ahora es mi compañía y casa productora, donde dirijo (y a veces fotografío también) documentales, comerciales y, hoy en día, vídeos musicales. Recientemente trabajé el documental de iLe –Haciendo Ilevitable (que está en youtube)– y colaboro con varios artistas musicales de Puerto Rico en documentar sus procesos creativos.
Haciendo Ilevitable, pieza que Pedrosa y Worldjunkies develaron hace unos meses.
D: Sabemos que te graduaste de COPU y aquí está el lector universitario choreto…. ¿Qué significa para ti la Universidad de Puerto Rico? ¿Cómo crees que ayudó a moldear tu estilo cinematográfico, tu ímpetu como profesional?
AP: La UPR fue un espacio donde la información estaba dispuesta, esperando a que uno se descubriera entre una multitud de mentes inquietas. El intercambio de ideas entre la población universitaria fue constantemente una fuente de aprendizaje de teoría y vida sin olvidar los fundamentos de la calle de cada cual. En la vida me he topado con mucha gente que critica la insistencia teórica del sistema UPR, sin embargo toda esa teoría es la principal fuente en donde encuentro los fundamentos para mis ideas y las de otros artistas que respeto mucho también. Hay mucha gente talentosa en el aspecto técnico, pero muchas veces sus ideas mueren al carecer de algún trasfondo o base en el que se sostenga algún tema o conflicto. Para mí, la UPR es eso, la solidificación de la raíz de las ideas, el proceso de observación para entender el porqué de las cosas; y además, un lugar donde se pasa cabrón.
D: Por teléfono nos comentaste algo que ya uno no escucha mucho y es eso de que “la calle es la mejor universidad”. Eso quizás no lo entiendan los que de bachillerato siguen corrido hacia maestría porque sus padres pueden pagarla o se embrollan en un préstamo, o aquellos que simplemente ya tienen una pala para ejercer alguna “profesión” en alguna empresa y allí se atornillan. Es normal ver a los que se gradúan a veces sin entender cómo, y luego llegan a las oficinas y los trabajos creyéndose que saben. Por favor, ilustra a la juventud sobre lo importante de ese taller llamado calle.
AP: La universidad es una herramienta que nos pone en ventaja a todos, es una fuente de conocimiento innegable. Sin embargo, pensar que todo se aprende allí es una idea falsa. La “calle” –sea cual sea la tuya– te va a dar cosas que ninguna universidad te ofrece en un currículo. Desde el día uno que estás en la calle, te enfrentas a miles de variables incontrolables, y, de alguna manera u otra, uno tiene que buscar la manera de lograr su objetivo. Ya sea en medio de tu primera filmación, en un juego de baloncesto en el caserío o cuando no te alcanzan los chavos para echarle gasolina al carro y llegar a tu casa, la calle constantemente te va a retar a que soluciones problemas en el momento. Y como dice un cliché muy correcto: la práctica hace la perfección. Conscientemente, uno suma todas esas experiencias de vida y crea un carácter propio; a eso le añades tu educación formal (o informal) y llegar a un trabajo nuevo en vez de ser un problema, se vuelve una oportunidad.
D: Te pongo en el spot… ¿mejor canción de Café Tacvba?
AP: No creo en eso de mejores canciones, muchos temas son logrados como universos individuales, ya sea en sus letras o sus armonías y ritmos musicales. Te puedo decir que antes de este vídeo, el tema que más escucho de Café Tacvba es Olita de altamar. Esa canción me llena de energía y me pone a viajar, no sé qué más pedirle a una canción.
D: ¿Dónde radica la clave para que mejore el futuro de la industria audiovisual puertorriqueña?
AP: Pienso que la clave radica en hacer cultura audiovisual de aquí con un lenguaje de aquí. A veces la gente ve cosas de afuera que son buenísimas y quieren apuntar a esas estéticas ignorando (espero que inconscientemente) que aquí tenemos materia visual única y rica en contenido. El otro día vi el filme Antes que cante el gallo de Arí Maniel Cruz y a pesar de ser una película fuerte, salí feliz de la sala, feliz porque visual y narrativamente reconocí a mi país en pantalla, me vi ahí, me sentía en algún lugar de la historia. Quisiera sentir eso más a menudo.
D: ¿Qué es lo próximo? ¿Te veremos acaso algún día con un largometraje o en el cine comercial?
AP: Ahora mismo estoy en un avión camino a España a trabajar en la próxima gira de iLe, pero llego a trabajar en un video musical al que le tengo muchas ganas. En México estuve platicando e intercambiando ideas con un grupo de gente muy creativa y ya tenía una banda pendiente en Puerto Rico con ganas de un video y ya vamos tirando ideas a la mesa. Un largometraje vendrá en el futuro, es uno de mis sueños a cumplir pero respeto mucho la idea y el trabajo que eso conlleva. No le tengo prisa pero tampoco suelto la idea, espero pronto que de esa libreta con mil ideas sueltas, escoja una y me ponga a escribir.