#Elecciones2016. A pocas semanas de las elecciones generales y en medio de un momento crítico para la economía y el desarrollo social de Puerto Rico, Diálogo conversa con los seis candidatos a la gobernación. La serie de entrevistas, que se estarán publicando cada domingo, comenzó la semana pasada con el aspirante del PPT, Rafael Bernabe. Conoce el sentir de los candidatos con relación a la UPR y sus propuestas para trabajar con la junta de control fiscal.
“Los líderes ganan credibilidad por su trayectoria”. Así respondió David Bernier a Diálogo al defender su candidatura a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD).
“Cuando un candidato político propone algo, hay que buscar qué ha hecho en su vida, se evalúa su trayectoria y, a base de lo que ha hecho y de la manera en la que ha actuado en momentos difíciles, gana credibilidad. Yo pongo mi trayectoria a consideración de la gente, que miren lo que yo he hecho en escenarios difíciles y en gobiernos compartidos”, sostuvo el presidente del PPD.
Y es que Bernier llega a la carrera por la gobernación con la misión de salvar un partido tradicional en crisis. Y se presenta, no solo como un pasado esgrimista nacional y medallista centroamericano, sino –a su modo de ver las cosas– como el único que puede encaminar a Puerto Rico hacia la ruta del progreso.
Con apenas 39 años, Bernier cuenta con una amplia trayectoria en el servicio público. Luego de su participación en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, aceptó el nombramiento de la entonces gobernadora Sila María Calderón para dirigir la Oficina de Asuntos de la Juventud (2003-2004). Más tarde, bajo la administración de Aníbal Acevedo Vilá, ocupó el cargo de secretario del Departamento de Recreación y Deportes (2005-2008).
Además, el patillano se puede dar el lujo de decir que presidió el único organismo con aires de soberanía en la colonia, pues estuvo al frente del Comité Olímpico de Puerto Rico (2008-2012) bajo el gobierno de Luis Fortuño.
Pero con esta candidatura, Bernier, tal vez, enfrenta el reto más decisivo, pues lidera un partido que protagoniza un fuerte escándalo de corrupción que podría acarrearle un alto costo político.
El caso que lleva el Tribunal Federal contra el recaudador del PPD, Anaudi Hernández, y en el que se han visto involucrados importantes figuras de esa colectividad, como el expresidente de la Cámara, Jaime Perelló, y la senadora Mari Tere González, así como otros importantes miembros cercanos a la cúpula popular, podría impactar el resultado final de la contienda electoral.
“Todos los partidos están en crisis y la única ruta para retomar el país es cambiar las estructuras de los partidos”, comentó Bernier al ser abordado al respecto.
“El único presidente de partido tradicional que está dando un paso a transformar soy yo, sacando de la papeleta a los que hay que sacar, estableciendo rutas distintas. Mientras, los otros partidos tradicionales, el PIP (Partido Independentista Puertorriqueño) y el PNP (Partido Nuevo Progresista), han optado por continuar con sus estructuras”, anotó.
“Yo creo que hay que sacudir el palo, aunque eso sea problemático y aunque eso genere debate en tonos altos de la política, porque esa es la única ruta para retomar el país”, aseguró.
A pesar del llamado de Bernier a analizar individualmente a los respectivos candidatos del partido, muchos dentro del PPD continúan insistiendo en el voto íntegro bajo la Pava en las venideras elecciones. A partir de esa discrepancia interna, diversos sectores, tanto dentro como fuera del partido, han cuestionado la capacidad de liderazgo del presidente del PPD.
“En ese tema en particular yo he sido enfático en que el pueblo merece y necesita los mejores candidatos. En lo que concierne a la credibilidad que tiene que tener el gobierno en los próximos cuatro años para que el país tenga la tranquilidad de que su liderato le va a garantizar un gobierno íntegro, esa evaluación tiene que ser rigurosa”, dijo Bernier, quien ha solicitado públicamente a Perelló que renuncie a sus aspiraciones de reelección a la Cámara.
Al llegar al tema del estatus, Bernier –quien por meses luego de anunciar su candidatura a la gobernación defendió la celebración de un plebiscito de estadidad ‘sí’ o ‘no’–, destacó la necesidad de que se adopte un proceso que surja de un consenso de país, sin descartar de plano una asamblea constituyente que atienda el tema.
Muchos pudieran pensar que esta ambigüedad no es más que otro episodio de politiquería en búsqueda de atraer los votos de distintos sectores del espectro político nacional en los que el PPD se ha recostado en este siglo para salir adelante electoralmente. Sin embargo, Bernier aseguró que su historial de servicio público es suficiente evidencia para que el país tenga la tranquilidad de que, en esta ocasión, el resultado será diferente, y que el dilema del estatus no será echado al zafacón bajo su administración.
UPR: la clave será garantizar su presupuesto
Para Bernier, quien es producto del sistema público de enseñanza desde nivel elemental hasta nivel graduado en la Universidad de Puerto Rico (UPR), “la universidad es el activo más importante con el que cuenta el pueblo para poder superar su crisis y tener nuevamente una sociedad de oportunidades; una sociedad justa; una sociedad producto de un proceso de crecimiento, en donde hayan oportunidades para todos”.
Sobre la influencia de la UPR en la sociedad puertorriqueña, el doctor en odontología egresado del Recinto de Ciencias Médicas, destacó que “va siempre a depender de cómo el gobierno la entienda y ubique su espacio. En el caso mío tengo muy claro el rol que tiene que jugar [la universidad], respetando su autonomía universitaria, garantizando que no se afecten sus recursos, pero -de igual forma- logrando una interacción saludable entre los procesos universitarios y el gobierno”.
Pero, ¿cómo respetar la autonomía universitaria, tomando en cuenta el intervencionismo político-partidista que ha caracterizado a la UPR? De acuerdo con Bernier la clave será garantizar su presupuesto.
“Si no hay recursos suficientes para que la UPR pueda operar, siempre va a estar la institución necesitada de ir al gobierno nuevamente, y mientras más necesita de esa intervención del gobierno para asistirle en sus procesos operacionales, más vulnerable está a ese intervencionismo político-partidista. Por eso es tan importante la renegociación de la deuda y no insistir en la ruta de la austeridad extrema, porque si hay un sector que se va a afectar es la Universidad de Puerto Rico”, subrayó.
Asimismo, el líder del PPD hizo énfasis en que “hace falta una universidad sólida, una universidad solidaria con ellos mismos, con sus procesos. Tiene que ser muy estricta la universidad misma, la comunidad universitaria, en defender esa autonomía universitaria con sus actos, siendo transparente, siendo responsable. Y de igual forma, trazar la raya para no permitirle a los gobiernos que intenten influenciar alterando y vulnerando la autonomía universitaria”.
- Diálogo: Usted ha dicho que la universidad tiene que ir acorde a lo que sea un plan de país, o sea, que de alguna manera tiene que existir esa relación entre la universidad y el gobierno. ¿Cómo se da ese balance?
- Bernier: Ese balance yo creo que lo puede lograr el Consejo de Educación. Esa puede ser la herramienta que permita planificar esa interacción entre la universidad y el gobierno. Te voy a dar un ejemplo dramático. El 50% de la economía nuestra todavía hoy depende de la manufactura, del sector industrial. Ahí es donde están los empleos más remunerados. Esa área está evolucionando de lo químico a lo biológico. La universidad no se ha dado cuenta de eso.
- Diálogo: Pero en su plan estratégico se propone la creación de alianzas con el sector privado para que contraten universitarios a cambio de asignarle proyectos especiales que puedan ser ejecutados por la universidad como contratista, ¿cuál será el perfil de esas empresas? Porque usted habla de biotecnología y la UPR en Mayagüez estableció alianzas con organizaciones de esa naturaleza, entre ellas Monsanto, bajo esa misma filosofía que usted propone. Hoy día gran parte de la empleomanía de Monsanto, por ejemplo, son egresados de Mayagüez.
- Bernier: Bueno, eso va a depender del interés que presente la empresa de ser parte del proyecto y la demanda del estudiante interesado en tener una experiencia de empleo en su último año de bachillerato. Se hace un listado de empresas interesadas y otro listado de estudiantes participantes y los vas ‘matcheando’.
- Diálogo: Pero, ¿se tomará en cuenta el historial de estas empresas?
- Bernier: Digo, tienen que ser empresas que legalmente puedan hacer relaciones con Puerto Rico.
- Diálogo: En el caso de Monsanto, es legal su “contribución”, pero sabemos de su historial y de las demandas que enfrentan internacionalmente cada año…
- Bernier: No hay un prejuicio (en la propuesta). Al final lo que hay es que buscarle oportunidades a los muchachos para que echen pa’lante. Darle empleos a nuestros muchachos que se educan y que tienen derecho a ganarse la vida dignamente. No hacemos ese proyecto pensando a favor o en contra de cualquier empresa, simplemente una empresa que tenga decreto en Puerto Rico, que son todas, se le da la oportunidad de participar en este proyecto.
Por otro lado, sobre la Junta de Gobierno, Bernier entiende que es un cuerpo que debe “reevaluarse”. Dicho proceso, según él, debe ser parte de una continua evaluación con el fin de ajustar la junta a la realidad del país y su principal centro docente.
Del mismo modo, aseguró que la composición de la Junta de Gobierno de la UPR tiene que ser fiel al cumplimiento de su reglamento sin importar su composición.
“[La Junta de Gobierno de la UPR] tiene que ser estricta consigo misma y mantener la transparencia y una gobernanza saludable, una comunicación continua con la comunidad universitaria, con los distintos sectores, para que su legitimidad no se vea afectada. Es fundamental que la Junta de Gobierno mantenga ese carácter de legitimidad con la comunidad universitaria, para que esté fuerte, sólida y pueda defender la institución y el sistema de las pretensiones partidistas”, subrayó.
- Diálogo: Pero, ¿entiende que la junta debe tomar una dirección distinta o que puede continuar trabajando bajo esos estándares de transparencia que usted propone?
- Bernier: La junta hay que revisarla. Yo creo que su constitución o sus componentes deben responder al carácter menos vinculado posible al cambia y cambia de los gobiernos de turno. Hay que mirarlo, pero tiene que ser siempre un ejercicio de la propia universidad. Y en el respeto de esa autonomía, establecer –a base de la experiencia histórica– cuál es la composición que más puede fortalecer a la universidad, particularmente, permitirle defender su autonomía universitaria. Yo soy un defensor de la autonomía universitaria, como también he sido un defensor de la autonomía olímpica, y la protegí del gobierno, pero la autonomía es para hacer las cosas bien.
Junta de control fiscal, reestructuración y desarrollo
Ante la llegada de una junta de control fiscal que ya anunció este pasado viernes que asumirá el manejo de las finanzas de múltiples entidades gubernamentales, en los procesos de gobernanza del país, Bernier asegura que es vital elegir a un candidato capaz de plantear y defender las prioridades de Puerto Rico. Incluso, asegura que de ser electo gobernador, hará hasta lo imposible por ser eco de los reclamos del pueblo.
No obstante, pese a que el gobernador formará parte de las discusiones de la junta, no es secreto que la figura del primer mandatario no contará con poder decisional alguno.
- Diálogo: Usted, de ser electo como gobernador, podrá formar parte de ese cuerpo, sin embargo no tendrá voto. En ese sentido, ¿qué significa gobernar un país bajo esas condiciones y qué expectativas tiene usted sobre su plan, considerando que su gobierno estará condicionado a las decisiones de esa junta?
- Bernier: Yo he sido muy abierto y le he dicho al pueblo, a la universidad, a los jóvenes, a los pensionados, a los servidores públicos, a la clase media, cuáles serían las consecuencias de que la ruta que la junta de control fiscal no sea la de reestructurar la deuda y ampliar el sector privado. La ruta que yo propongo es la de la reestructuración de la deuda y el desarrollo económico antes que nada, la eficiencia gubernamental sin despedir empleados públicos y una reforma contributiva justa. Para todo he ido presentando planteamientos específicos.
- Diálogo: ¿Quiere decir que su rol dentro de ese cuerpo se limitará a proponer ideas y defenderlas?
- Bernier: El gobernador tiene otros roles. La junta atiende los asuntos fiscales y presupuestarios, pero yo tengo que trabajar junto a la legislatura en una serie de políticas públicas que no tienen que ver con lo de la junta.
Así las cosas, Bernier añadió que “es vital evitar la ruta de la austeridad extrema”, pues lastimaría dramáticamente a los sectores más vulnerables.
“Esa es la verdad. Son dos rutas posibles, la ruta que yo propongo es la de la reestructuración de la deuda y el desarrollo económico antes que nada, la eficiencia gubernamental sin despedir empleados públicos y una reforma contributiva justa”, puntualizó.
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