#Elecciones2016. A pocas semanas de las elecciones generales y en medio de un momento crítico para la economía y el desarrollo social de Puerto Rico, Diálogo conversa con los seis candidatos a la gobernación. La serie de entrevistas se estará publicando cada domingo. Conoce el sentir de los candidatos con relación a la UPR y sus propuestas para trabajar con la junta de control fiscal.
Mucho se ha hablado en los últimos cuatro años de la cuestionable relación que mantuvo la Universidad de Puerto Rico (UPR) con el actual candidato a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Ricardo Rosselló.
Cuando en agosto de 2012 el Recinto de Ciencias Médicas le concedió una plaza de catedrático auxiliar al hijo del exgobernador Pedro Rosselló, buena parte de la comunidad universitaria puso el grito en el cielo, por entender dicha acción como un premio político, en momentos en que un sinnúmero de profesores con larga trayectoria en la universidad esperaba porque se le brindara la estabilidad que ofrece una plaza permanente.
Pocas semanas después, una situación similar se suscitó cuando salió a relucir que La Editorial UPR publicaría Un mejor Puerto Rico es posible, un texto del recién nombrado profesor que muchos catalogaron de propaganda política. Más aún, el libro se publicó por delante de otras obras propuestas que llevaban años esperando por ver la luz del día.
Sin embargo, el favorito de las encuestas para hacerse con la gobernación en las elecciones del próximo 8 de noviembre rechaza que en el trato de la UPR hacia su persona haya trazo alguno de favoritismo.
Por el contrario, Rosselló prefiere resaltar los resultados de su estancia en el principal centro docente del país, y asegura que se siente “agradecido” por la oportunidad que se le presentó de contribuir a Puerto Rico desde la academia.
- Diálogo: Como es de conocimiento público usted tuvo una plaza en el Recinto de Ciencias Médicas por dos años. ¿Cómo describiría esta experiencia y qué logros alcanzó como investigador?
- Rosselló: Yo he tenido tres publicaciones, pude en colaboración con la compañía que he estado trabajando sacar una patente y por supuesto, ser profesor fue una experiencia gratificante por casi dos años como catedrático auxiliar. Posterior a eso, y a veces no se reseña mucho, pero tan pronto renuncié a la plaza…
- Diálogo: ¿Por qué renunció?
- Rosselló: Renuncié porque tenía una oportunidad de comenzar a desarrollar un centro de investigación en la Universidad Metropolitana, cuya base iba también a tener un espacio para el desarrollo de investigación en células madres. Era una oportunidad, la cogí, pero ciertamente bien agradecido de la oportunidad que tuve en Ciencias Médicas, tanto es así que cuando hice esa transición en 2014 me pidieron en mi departamento que me quedara en Ciencias Médicas y al día de hoy todavía soy profesor adjunto ad honorem. He seguido dando clases, participando, lo he hecho de manera gratuita para poder suplir las necesidades que tiene el recinto.
- Diálogo: Dentro de la comunidad universitaria se critica mucho el hecho de que La Editorial de la UPR publicara su libro Un mejor Puerto Rico es posible, que de hecho es ahora eslogan de su campaña, antes que otras obras que llevaban tiempo esperando su publicación.
- Rosselló: Miren, yo sometí lo que era nuestra propuesta para escribir el libro, yo lo tenía redactado, esto va por fases. O sea, que yo lo sometí con muchísimo tiempo de antelación, hice todos los procesos, de hecho, tomó bastante tiempo y por lo tanto yo no considero que se saltó a alguien o no se le saltó a alguien. Yo tenía una obra que estaba redactando, La Editorial tuvo un interés de publicarla y se publicó. Dicho sea de paso, no hay ningún beneficio para mí, toda la aportación que se generaba de las regalías fue una aportación hacia el [Hospital] Oncológico y como dije, es un libro que si tienen la oportunidad de leerlo [verán que] es una evaluación sistemática y cuantificable de los resultados del sistema colonial.
Una relación simbiótica entre la institución y el gobierno
Más allá de su experiencia personal dentro de la UPR, el líder novoprogresista entiende que la universidad puede y debe servir como un centro de avanzada, que a partir de la investigación y la innovación permita a Puerto Rico situarse a la vanguardia de un mundo en el que la única constante es el cambio. La urgencia para ello, claro está, se incrementa en la crítica coyuntura socioeconómica actual.
Rosselló asegura que bajo su administración la UPR recibirá hasta $450 millones adicionales. (Adriana de Jesús Salamán/Diálogo)
De la misma forma, considera que el sector público le puede sacar mayor partido a los recursos que se encuentran dentro de la universidad, para lo cual estarían desarrollándose iniciativas que forjarían una relación simbiótica entre la institución y el gobierno.
“Yo creo que [la UPR] debe jugar un rol muy importante [en el proceso de recuperación]. Muchas de las jurisdicciones que han tenido progreso tanto social como económico han vinculado a la universidad como parte esencial de ello. En el lado económico hemos visto cómo el desarrollo de patentes, propiedad intelectual y servicios que puede otorgar la universidad permite que otra fuente de recursos entre a la universidad y que ahí pueda seguir desarrollándose e investigando”, señaló el candidato de 37 años en su charla con Diálogo.
“Por otro lado, yo creo que puede colaborar con el gobierno en distintas áreas. Nosotros queremos crear las capacidades de lo que se llama ‘foresight’, o predecir. Ahora mismo nosotros estamos compitiendo con distintas jurisdicciones alrededor del mundo y estas jurisdicciones siempre tienen unas capacidades no solamente de ver lo que está ocurriendo en el presente, sino de poder anticipar lo que ocurrirá en el futuro. Y yo creo que la universidad del Estado puede jugar un rol fundamental en todo eso”, apuntó Rosselló.
Según el egresado del Massachusetts Institute of Technology con bachilleratos en ingeniería química e ingeniería biomédica con concentración en economía del desarrollo, y de la Universidad de Michigan con un doctorado en bioingeniería, a la UPR se podrían allegar al año unos $450 millones por concepto de adiestramiento y cursos de educación continua a servidores públicos que al presente conducen entidades privadas.
“Un área especifica sería la aspiración que tenemos de crear una academia acreditada para la seguridad pública. Y nosotros entendemos que existen las capacidades en la UPR para brindar algunos de estos servicios que le pueda allegar capital”, sostuvo.
- Diálogo: Durante este cuatrienio se presentaron medidas como el Proyecto del Senado 1050 y el Proyecto de la Cámara 2883 que establecían este tipo de alianzas con la universidad, pero quedaron engavetados. ¿Favorece estas medidas tal como se presentaron o con algún tipo de ajustes?
- Rosselló: Nosotros apoyamos medidas para hacerle llegar más recursos a la universidad a corto plazo que es a lo que nos hemos comprometido con el pueblo, pero a la misma vez a que la universidad pueda expandir el rol a diversas áreas para tener fuentes de ingreso adicionales a las del gobierno. Es el modelo que ha sido exitoso a nivel global y por supuesto que vamos a apoyar toda iniciativa que ayude a crear una universidad más fuerte, con más recursos y que nos permita desarrollar nuestro recurso humano, no tan solo al estudiantado tradicional, sino como dije, al servidor público y en otras áreas. Parte de nuestra plataforma, de nuestro modelo socioeconómico es que Puerto Rico pueda desarrollar su recurso humano al máximo de su potencial y la universidad nos permite esa plataforma.
Pocos refutarían la idea de que la universidad debe convertirse en un eje fundamental del proceso de desarrollar el proyecto de país, sea cual sea. Para ello, resulta necesario que sus políticas, sus currículos y sus modelos de enseñanza vayan a la par con el concepto de Puerto Rico que se pretenda desarrollar desde el gobierno.
Sin embargo, muchos dentro de la comunidad universitaria rechazan el nivel de intervención gubernamental que por largo tiempo ha caracterizado su relación con el Estado.
Para Rosselló, la llamada autonomía universitaria debe respetarse, siempre y cuando existan transparencia y procesos de rendición de cuentas respecto a los fondos públicos de los que se nutre la UPR.
“Eso es la parte más crítica que yo creo que debe haber y el Estado se debe asegurar de que eso ocurra. En términos de currículo y enseñanza debe haber mayor flexibilidad. Pero yo invito a que exista una política pública de cambios acelerados en términos de currículo, capacidad de ajustarse a cambios globales porque sabemos que en la universidad a veces se hace difícil esa transición de buscar cambios curriculares y nuevos mecanismos para estudiar”, expresó.
Durante los últimos dos cuatrienios, las administraciones de Luis Fortuño y Alejandro García Padilla han alterado el cuerpo más importante dentro de la estructura del sistema UPR. En 2010, la legislatura aumentó el número de miembros de la entonces Junta de Síndicos de 13 a 17, lo que permitió al partido de gobierno asumir control del ente a partir de los nuevos nombramientos.
En respuesta, la administración popular de García Padilla desmanteló el organismo en 2013 y constituyó la Junta de Gobierno, reduciendo la cantidad de miembros a 13 nuevamente.
El aspirante estadista planteó que no tiene intenciones de alterar nuevamente la estructura administrativa universitaria.
“Pero se debe garantizar que si se da esa continuidad no va a ser con fines políticos de la misma forma que cambiarlo sería con fines políticos”, aclaró Rosselló. “Nuestro objetivo es que sea un mecanismo que pueda ser dirigido por el aprovechamiento académico y que no sea dirigido por el vaivén de las administraciones públicas que cambian bastante rápido”, sostuvo.
Asimismo, se mostró en contra de la consolidación o eliminación de unidades del sistema UPR. Aquí aludió nuevamente a las fuentes de ingresos que le proveerán a la universidad mayor capacidad financiera para enfrentar los retos inmediatos.
“Yo no creo que como están esos recintos se deban propiciar cambios. Se deben quedar pero como hablamos anteriormente, que exista la posibilidad de cambios en currículos, enfoques particulares”, señaló Rosselló.
“Yo estoy en contra de que se eliminen esos recintos. De hecho, creo que es un gran activo de cara al futuro para la internacionalización de la educación y que un pool de 50 millones de hispanos [en Estados Unidos] que quieran un diploma acreditado pueda venir a Puerto Rico y tenerlo o pueda obtenerlo de manera virtual de cara al futuro. De la misma forma con Centro y Suramérica, pudieran convertirse en otra fuente de recurso adicional a la universidad y por supuesto, al pueblo de Puerto Rico”, explicó Rosselló.
- Diálogo: Ya para culminar con el tema de la UPR, ¿qué piensa usted del concepto de las luchas estudiantiles, que por décadas le han dado dolores de cabeza tanto al gobierno como a las administraciones universitarias, sobre todo bajo gobiernos del PNP?
- Rosselló: Yo creo que la protesta es algo factible. Creo que cuando es problemático es cuando impide a otros hacer lo que quieren hacer o tienen que hacer. He tenido muchas experiencias en distintos ámbitos universitarios y siempre hay protestas en distintos lugares pero para mí no es concebible, o es inaceptable que, por ejemplo, un investigador que está trabajando por 20 años con, digamos, un elemento vivo, no pueda tener paso hacia poder trabajar o velar lo que está haciendo su investigación y se pierda el producto de su investigación. Por lo tanto, la protesta en buena lid es justificable, lo que se convierte en negativo es cuando se convierte en obstáculo a otras personas que quieren seguir operando.
Ricardo, hijo de Pedro
Seguramente en el archipiélago borincano hay mucha gente asustada con las grandes posibilidades de que el hijo de Pedro Rosselló ocupe el cargo electivo más importante del país, apenas 16 años luego de que su padre finalizara su segundo mandato.
Una de las políticas más memorables de la década de 1990 fue la llamada ‘mano dura contra el crimen’, que catapultó la guerra contra las drogas a niveles insospechados y que, para muchos expertos, fue el detonante para la explosión en la cantidad de asesinatos y otros crímenes violentos que se alcanzó durante el periodo.
Ricardo Rosselló, sin embargo, rechaza que su filosofía para atender el todavía crítico asunto de la criminalidad deba encasillarse dentro de la doctrina de la mano dura.
“Hay dos vertientes. Está la vertiente de prevención que nosotros atendemos y de tener una mano amiga y está la vertiente de tener una fuerza, un departamento de seguridad pública que pueda tener una misión y una visión de atender y combatir el crimen, siendo su mayor escala el narcotráfico. Por lo tanto, toda nuestra política pública va en esa dirección”, indicó el líder penepé.
Entre sus propuestas, Rosselló mencionó la creación del Departamento de Seguridad Pública, que integraría administrativamente los cuerpos policíacos, los bomberos, el sistema 911 y agencias como Disco (Directoría de Servicios al Conductor) y Cesco (Centro de Servicios al Conductor).
También habló del concepto de “policía de la comunidad”, que sería adiestrado para “tener un rol más preventivo, más de ayuda comunitaria”.
Por último, recalcó la importancia de prevenir que adolescentes de entre 12 a 17 años caigan en la trampa de la actividad criminal, pues aseguró que es en esta etapa de la vida donde mayor propensidad existe a incursionar en las conductas delictivas. Para ello tiene pensado adoptar el modelo vigente en decenas de ciudades de Estados Unidos conocido como After School All-Stars, una organización sin fines de lucro que en colaboración con las escuelas ofrece actividades luego de finalizado el horario escolar regular.
- Diálogo: En cuanto al tema del narcotráfico y la llamada guerra contra las drogas, ¿usted estaría dispuesto a adoptar medidas que se distancien de las que tradicionalmente se han adoptado en Puerto Rico y que hayan sido efectivas en otros países o jurisdicciones de los Estados Unidos? Pensando quizás en la descriminalización de las drogas o al menos de algunas drogas.
- Rosselló: A Puerto Rico hay que tomarlo en contexto. Puerto Rico es un puerto de transbordo de drogas. Si tú descriminalizas una droga todavía tienes el flujo de las otras. Así que…todas estas estrategias se tienen que atender y hay distintas vertientes para cada cual. Pero lo cierto es que seguimos siendo un puerto de transbordo de drogas que crea, genera violencia. Los países que son puertos de transbordo típicamente así lo son, así que tenemos que trabajar para que cuando un narcotraficante vea a Puerto Rico como destino para traficar, lo vea como uno donde no puede tener mayor ganancia y opte por irse a otros lugares. De otra forma vamos a invitar un flujo de drogas y narcóticos que creo que es la dirección equivocada.
Otro de los enfoques de Rosselló en términos de mejorar la administración gubernamental del país es maximizar el acceso a fondos federales. Después de todo, mencionó que los fondos federales son una de las cuatro vías para añadir “valor” a Puerto Rico, junto a la exportación, el crédito y la inversión.
El presidente del PNP entiende que en total hay entre $2,600 a $2,800 millones que no ingresan a Puerto Rico desde el gobierno federal, y que se pudieran dirigir tanto a las arcas gubernamentales como a las de entidades privadas y sin fines de lucro en la isla.
Rosselló citó un estudio que realizaron la firma Estudios Técnicos y el economista Joaquín Villamil junto a una experta estadounidense que concluyó que de las 827 “oportunidades competitivas” que el gobierno federal ofrece, Puerto Rico solo participaba en unas 200.
“De inmediato vamos a crear una oficina única, le estamos llamando el Centro de Oportunidades Federales para poder hacer precisamente eso: cumplir [con los estándares que establece el gobierno federal para otorgar los fondos]. Y también, para que haya un vínculo transparente desde esta oficina hasta donde los fondos tengan que llegar”, resumió.
Espere este miércoles la ‘ñapita’ de nuestra entrevista a Rosselló, en la que aborda el tema de la junta de control fiscal, la reestructuración que propone del aparato gubernamental y la ruta que plantea para que Puerto Rico se convierta en el estado 51.
A continuación, Rosselló habla sobre su visión de lo que debe ser la UPR:
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Manuel Guillama Capella
Periodista. Es estudiante graduado del Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Completó un bachillerato en Información y periodismo en la misma institución. Apasionado y conocedor del deporte local e internacional.
