Entre las verdes montañas de la cordillera central se aloja el cuatro más grande del mundo. El instrumento, de 30 pies de largo, 9 de alto y 3 de ancho es impresionante. Sin embargo, su grandeza va más allá de sus dimensiones.
Esta obra que ha hecho brillar a Puerto Rico ante el mundo es una creación del artesano barranquiteño Luis Ángel Colón Ortiz. Desde sus 14 años, Colón Ortiz se dedica a elaborar artesanías e instrumentos musicales. Este oficio, al igual que el de barbero, lo aprendió de su padre, por quien siente una profunda admiración.
En el año 2000 Colón Ortiz se encontraba en el entierro del padre de un amigo. Mientras veía la caravana de autos que escoltaban al féretro, comenzó a pensar en su padre. “Cuando mi papá muera, ¿que le haría yo?”, fue lo que pensó, según expresó mientras conversaba con Diálogo.
“Yo siempre me he dedicado a hacer cosas más grandes (retos como artesano), pero siempre pensando en él”, manifestó Colón Ortiz, orgulloso del legado de su progenitor. Con la pregunta retumbando en su mente, regresó a su hogar y se dispuso para descansar. Esa misma noche, la respuesta a su interrogante fue contestada a través de tres sueños.
El sueño uno, dos y tres
La noche después del entierro, mientras dormía, Colón Ortiz vio un cuatro gigante. La imagen clara del impresionante instrumento hizo que se despertara. Inmediatamente, buscó un lápiz y papel y realizó los primeros trazos sobre un plano que más tarde lo ayudaría a construir el instrumento. Acto seguido, regresó a la cama.
Poco después, el cuatro gigante volvió a despertarlo. Esta vez, Colón Ortiz se encontraba dentro del instrumento. Desde allí podía ver las vigas y los acabados del cuatro. Salió de la cama y regresó al lugar donde había dejado el diseño que realizó luego del sueño anterior. La idea de cómo sería el instrumento fue mucho más clara desde entonces.
Volvió a la cama sin sospechar que la pesadilla tendría una continuación. Por tercera ocasión en una misma noche el cuatro gigante irrumpió su sueño y esta vez cayó sobre el artesano. “No, yo tengo que hacerlo”, concluyó después, según narró a Diálogo.
La locura de perseguir un sueño
“La gente me decía que estaba loco”, pronunció Colón Ortiz, quien estuvo aproximadamente seis meses construyendo el segundo instrumento más grande del mundo. Fue en casa de su hermano donde bajo una enorme carpa comenzó a montar las partes del cuatro. Según el artesano, su trabajo llamaba la atención de la gente. Sin embargo, no quería decir lo que era hasta que estuviese terminada su obra. No fue hasta que estuvo casi completada cuando los curiosos pudieron descubrir lo que traía entre manos. ¡Era un cuatro gigante!
“Lo hice para satisfacer un deseo mío y jamás pensé que iba a impactar tanto al pueblo de Puerto Rico y a nuestra cultura”, indicó Colón Ortiz. Según el también músico, la reacción de la gente al ver el cuatro, dentro y fuera del País, es impresionante.
Por su obra, Colón Ortiz fue escogido para ser miembro de la Colección Mundial de Instrumentos Musicales. “Eso para mí fue más que un Record Guinness”, dijo emocionado, pues él y su descendencia representarán a Puerto Rico en dicha organización de por vida. Esto lo inspiró a elaborar la familia del cuatro puertorriqueño y a iniciar otros proyectos.
En su taller, Colón Ortiz guarda un tiple gigante el cual mide 25 pies de largo, 7 pies de alto y 2.5 pies de ancho. Además, entre sus planes está elaborar una bordonúa, que era la “guitarra jíbara” del siglo diecinueve en el conjunto típico puertorriqueño.
Este instrumento, que tenía ocho cuerdas y ahora tiene diez cuerdas, produce un sonido más grave que el cuatro y que el del tiple puertorriqueño. La confección de la bordonúa no ha sido posible debido a limitaciones de dinero. Sin embargo, el hombre de 41 años no se detiene.
En camino a romper récords
Luis Ángel Colón lleva intentando registrar el instrumento en el libro de Record Guinness. Sin embargo, esto no ha sido posible debido a que, según el artesano, en el viejo mundo no conocen el cuatro puertorriqueño y lo confunden con la guitarra. De ser aceptado, sería el segundo instrumento musical boricua en recibir la certificación.
Actualmente, una guitarra de 58 pies de largo es el instrumento más grande del mundo, seguida por el cuatro puertorriqueño de Colón Ortiz. Sin embargo, los obstáculos para llegar al “Record Guinness” lo ha inspirado a competir por el instrumento más grande del mundo.
El nuevo sueño de Colón Ortiz es realizar un cuatro de 125 pies. El mismo tendría dos niveles donde se ubicaría un museo, escuela de cuatro, área de juegos para niños, espacio para artesanos, entre otras actividades.
“Yo recibo a mucha gente los fines de semana y siempre me preguntan a dónde pueden ir a comer”, dijo el artesano. Por eso, el lugar será un restaurante temático donde las personas podrán aprender sobre el instrumento musical. Colón Ortiz propone aprovechar esta necesitad para educar nombrando a los platos según las partes del instrumento y a las bebidas según al nombre de las piezas que se ejecutan en el cuatro. De esta manera, tanto los puertorriqueños como las personas que visiten el País podrán conocer mejor el instrumento nacional y la música autóctona.
A pesar de que el proyecto se encuentra en sus inicios, Colón Ortiz ya hizo un diseño de lo que será el instrumento más grande del mundo. Por eso, buscará el apoyo de la Compañía de Fomento, de la Compañía de Turismo, del Instituto de Cultura y de toda la ciudadanía para concretarlo. Según el artesano, este proyecto le dará una exposición mundial al cuatro puertorriqueño.
Finalmente, este gestor de la cultura puertorriqueña añadió que, hacer realidad sus sueños, “son cositas que me motivan a echar hacia delante, que me motivan a vivir por nuestra cultura, por la cultura puertorriqueña”.