Una nueva generación de fármacos que se administran por la nariz podría sustituir el uso de jeringuillas cuando los dentistas necesitan anestesia local. Este descubrimiento, que fue reportado en la revista científica Farmacéutica Molecular, también podría ofrecer alivio a aquellos que sufren migraña u otras condiciones de salud similares. A pesar de que las visitas regulares al dentista son importantes para tu salud oral, muchos lo pensamos dos veces a la hora de hacer la cita. A unos nos da temor el instrumentito tipo anzuelo que raspa los dientes y saca la placa. A otros les disgusta el taladrito portátil o el que vibra y da “dentera”. Y ni decir de la molestia de la jeringuilla con anestesia para las extracciones y el “root canal”. Gracias a los avances en el desarrollo de la anestesia y cómo ésta se administra, es muy probable que en el futuro no se necesiten más las jeringuillas. Un grupo de científicos recientemente publicó un artículo donde describen el descubrimiento de una nueva vía de administración de anestesia: ¡por la nariz! Los científicos William Frey, Neil Johnson y Leah Hanson, todos médicos en un hospital de St. Paul, Minnesota, utilizaron ratas como animal experimental. A estas ratas les dieron a respirar los anestésicos lidocaína y xylocaína mediante un aerosol. Los investigadores notaron que la lidocaína y la xylocaína viajaron a través del nervio trigémino, uno de los nervios faciales que permite que experimentemos sensaciones en la nariz, boca y cara. El resultado de este desplazamiento de los anestésicos es que se acumularon en los dientes, quijada y boca de las ratas en una concentración veinte veces mayor comparada con la cantidad de anestesia en el cerebro o la sangre. Se cree que, como el sistema nervioso de las ratas es análogo al del ser humano, el mismo efecto se obtendría si las personas inhalan la anestesia nasalmente, ya sea en gotas o en aerosol. Una vez los dientes, quijada y boca están adormecidos, el trabajo del dentista sería mucho menos molestoso y doloroso para el paciente. El inesperado efecto de recibir la anestesia por la nariz podría aplicarse en la creación de una nueva generación de medicamentos no-invasivos para el dolor dental y la migraña. Otra condición de salud que podría aliviarse con el anestésico internasal es la neuralgia trigeminal, una inflamación del nervio del mismo nombre que provoca agudísimo dolor alrededor de los ojos, en las mejillas y en la parte baja de la cara que puede ocurrir sorpresivamente al beber, comer, masticar, afeitar o cepillar los dientes. Los científicos también están considerando administrar la anestesia directamente a los senos maxilares, unas cavidades localizadas justo debajo de los ojos y a ambos lados de la nariz. Los investigadores creen que si la anestesia llega directamente a estas cavidades, sería más efectiva y rápida. Para acceder al texto original puede visitar: www.cienciapr.org.