Las medidas de ahorro y generación de ingresos contempladas en el plan fiscal revisado de la Universidad de Puerto Rico (UPR) expresadas por separado entre el presidente interino de la institución, Darrel Hillman, y su homólogo en la Junta de Gobierno (JG), Walter Alomar, no concuerdan. Así lo informaron los líderes estudiantiles que se reunieron ayer con Alomar.
Una de las diferencias está en el sistema trimestral presentado el miércoles ante la Junta Universitaria. De acuerdo con Alomar esta es solo una propuesta de Hillman y los rectores, y no necesariamente se contemplará en el plan fiscal.
Además, contrario a la expectativa del presidente interino de la institución de que el aumento del costo de la matrícula a nivel subgraduado sea fijo, los estudiantes aseguraron que Alomar se mantuvo firme en que será de manera escalonada y que alcanzará hasta $150 el crédito, contrario a los $200 que estimó la semana pasada.
Estas contradicciones, a dos semanas de entregar el documento a la Junta de Control Fiscal, han levantado sospecha entre algunos líderes estudiantiles.
El presidente del Consejo General de Estudiantes (CGE) de la unidad de Ponce, Juan de Jesús Oquendo, expresó que “la visión del plan fiscal que tiene Alomar no es la misma que tiene Hillman. Por ejemplo, Alomar no tiene en su visión contemplar un sistema de cuatrimestres”. El alumno calificó el proceso como uno “desorganizado y al garete”.
“No hay comunicación entre la Junta de Gobierno y Hillman. A mí me cuesta creer que a dos semanas no tengamos los números. Que no lo quieran hacer público por no causar revuelo o que no quieren gastar energía y esfuerzo discutiendo con la comunidad universitaria, son otros veinte. Los números los tienen que tener, el plan fiscal tiene que estar casi planchado”, añadió por su parte el líder estudiantil del Recinto Universitario de Mayagüez, Marcus Ramos Cintrón.
De acuerdo con los representantes, de contemplarse finalmente el sistema trimestral, Alomar dijo que le dará la potestad a los Senados Académicos para elegir si se acogen al cambio.
Alomar les expresó asimismo que las contradicciones se deben a que “el plan fiscal cambia a cada instante”.
Uno de los datos que ha jugado un papel protagónico es la reducción en la matrícula, pues la administración trabajaba con una proyección de 60,000 estudiantes. Actualmente, de acuerdo con los documentos presentados, están basándose en 55,000 a nivel sistémico.
Según lo expresado por Alomar ayer, el costo por crédito para el próximo año académico, que comienza en agosto, aumentará a $75 a nivel subgraduado, lo que generaría un ingreso a la institución de unos $19 millones.
Mientras, para las escuelas graduadas el costo por crédito a nivel de maestría aumentará de $143 a $160; y a nivel doctoral, de $143 a $175. A las escuelas del Recinto de Ciencias Médicas el aumento en el crédito sería de un 5%.
“Él cambia mucho. Él dice que la semana pasada no tenía unos números, que ahora tiene otros, y después la semana que viene salen otros. Entonces, puede ser que el plan fiscal sea igual o no porque todo está sujeto a cambio”, expuso de Jesús Oquendo.
Diálogo solicitó una entrevista con Alomar, pero el presidente de la JG no estuvo disponible.
Cambios en las exenciones y costos por servicio
Otro de los cambios en las medidas que tomará la UPR ante un recorte gubernamental de $41.3 millones para el año académico 2018-2019 son las exenciones de matrícula.
A pesar de que Alomar había señalado que las exenciones se convertirían en un sistema de mérito y competencia, ayer les informó a los estudiantes que lo que se contempla es una reducción donde la UPR solo aporte entre el 33% y el 50%, lo que generaría ahorros de entre $11.2 y $8.4 millones, respectivamente.
Estos estimados están basados en que existen unos 10,000 estudiantes que reciben la exención de matrícula completa. Sin embargo, en este número –provisto por Alomar– se incluye a los hijos de veteranos, que aunque de entrada reciben un 50% de descuento en la matrícula, pueden cualificar para una exención completa dependiendo de sus méritos.
También, Alomar expresó que, aunque no aumentarán las cuotas de mantenimiento y tecnología –como dijo la semana pasada–, sí incrementarán los costos por servicios tal y como se contemplaba en el plan fiscal anterior. Esta acción generaría unos $6.4 millones para el sistema.
Entonces, los costos por cuota de laboratorio costarán $100; la solicitud de graduación $80; la solicitud de admisión $30; la readmisión $35; las transferencias de universidades privadas $50; las reclasificaciones $20; entre otros aumentos como los costos por transcripción de crédito y la solicitud de prórroga.
Además, se añadirán nuevos costos por servicios como $50 de cuota a los estudiantes que deseen tomar cursos de verano, $10 por cada baja parcial, $15 por bajas totales y $20 por cada repetición de cursos.
Otra de las cifras cuestionadas por los estudiantes son los $20 millones en ajustes presupuestarios a las unidades y recintos del sistema, pues Alomar les indicó que la reducción se hará dependiendo cuánto puede recortar cada uno.
“La preocupación principal de la falta de participación en el plan fiscal y de que no haya claridad en cuanto a las proyecciones de los próximos años y cuáles son los retos que vamos a enfrentar, es que la comunidad universitaria se va a resistir a las transformaciones y los cambios. Mientras haya oscurantismo y falta de transparencia, lo que creas es desconfianza y resistencia”, indicó Ramos Cintrón.