Además de sufrir los abusos de sus parejas o ex parejas, las mujeres maltratadas en Puerto Rico se enfrentan con la cobertura noticiosa de los medios del País, que a menudo justifica a los agresores y las culpa de los ataques que recibieron, poniéndolas en una clara situación de desventaja. Así se plantea en la tesis Martirizadas dos veces: el trato a las víctimas de violencia doméstica en las noticias de El Nuevo Día, presentada en la Universidad del Sagrado Corazón. (USC) como requisito de la Maestría en Redacción para los Medios. Como parte de la creación de este trabajo, compuesto de 31 artículos periodísticos, se analizaron 56 noticias sobre violencia doméstica publicadas en ese diario en el periodo entre junio de 2006 a septiembre de 2008. Para escribir los artículos, se evaluaron cinco aspectos vinculados a la redacción para los medios, como la redacción del titular y el primer párrafo, la ubicación de las noticias en el periódico, la extensión de las notas y el uso de elementos gráficos. Para el análisis se usaron como guía las recomendaciones de manuales de cobertura mediática para casos de violencia conyugal, publicados por organizaciones periodísticas, académicas y no gubernamentales en España,Venezuela y Argentina, debido a la ausencia de un material similar en Puerto Rico. De esta forma, se identificaron unas tendencias en las informaciones relacionadas a la violencia entre parejas o ex parejas en El Nuevo Día. Una de ellas se relaciona a la inclusión en las notas de los supuestos motivos que llevaron a los agresores a maltratar a sus víctimas, esto a pesar de que el comportamiento violento de ellos es injustificable. Información como ésta se encontró en los titulares y en el primer párrafo de las noticias. Algunas de las excusas fueron las condiciones de salud mental de los atacantes, diferencias entre la pareja y la más común, los celos. En esa línea, también se destacó la práctica de adjudicarle al amor el asesinato que ocurre en una situación de maltrato conyugal, lo que es incorrecto, porque nadie mata o hace daño por amor. Otra costumbre que se distingue en la cobertura de El Nuevo Día sobre el maltrato entre parejas es el uso de la expresión violencia doméstica para referirse a todos los incidentes que ocurren, sin considerar que este delito cuenta con cinco modalidades, de acuerdo con la Ley 54, que penaliza este crimen. El diario debería especificar cuál fue el delito que se cometió y definirlo, para que así los lectores distingan la diferencia entre uno y otro. Esta falta de información también causó que en ocasiones las notas fueran cortas y carentes de datos que ayudaran a comprender mejor el origen y las consecuencias de este tipo de abuso. Por otro lado, la ausencia de noticias sobre incidentes de violencia conyugal en la portada de El Nuevo Día es notable, ya que de 56 ediciones, sólo en cuatro se destacó este delito. Las otras historias estaban ubicadas en el interior del periódico, en secciones como Seguridad, que incluía las últimas noticias del área destinada para las hard news, y Puerto Rico Hoy, que con regularidad comienza a partir de la página 10. Con esto se deduce que el tema no es una prioridad para los encargados de escoger los temas que ocuparán la primera plana del diario. También se observó que de las noticias publicadas entre los meses de junio de 2006 a septiembre de 2008 en este rotativo, sólo se publicaron dos relacionadas a la violencia contra los hombres y ninguna sobre la violencia entre parejas del mismo sexo. Según los expertos, esta ausencia se debe, entre otras razones, a la poca radicación de querellas por estas manifestaciones de la violencia doméstica, debido a las burlas que reciben las víctimas en ambas situaciones. Sobre las imágenes seleccionadas para acompañar los escritos, la mayoría de ellas mostraban a los agresores, lo que les daba cierto protagonismo a ellos pero, por otro lado, mantenía ocultas a las perjudicadas. En cambio, otras fotos presentaban los rostros de las víctimas. Este hecho es contrario a la recomendación de los manuales de cobertura periodística para casos de violencia doméstica, debido a que en ellos se sugiere que la identidad de la víctima permanezca en el anonimato. Como en Puerto Rico falta un manual de este tipo, los medios locales carecen de una guía para publicar las notas sobre violencia doméstica sin desvalorizar la figura de la mujer abusada. A menudo los medios de comunicación presentan campañas de servicio público dirigidas a la erradicación del maltrato entre parejas. Como parte de esos esfuerzos, se le pide a todos los sectores de la sociedad que contribuyan a eliminar este mal. La prensa también es parte de la sociedad. Por lo tanto, debe colaborar en esta iniciativa con la publicación de escritos que sirvan de herramienta para que las mujeres maltratadas salgan del ciclo de violencia y alcancen la superación. Esto es imposible de lograr si los mismos medios son los que laceran la dignidad femenina. La autora es candidata a graduación en mayo de 2010 de la Maestría en Redacción para los Medios de la USC. Se ha desempeñado en los campos de la redacción periodística y comercial, las relaciones públicas y el mercadeo en organizaciones sin fines de lucro y la empresa privada.