Guillermo Rebollo Gil es ensayista, poeta, sociólogo, abogado y profesor universitario. También es parte del grupo de colaboradores permanentes de Diálogo Digital.
Los niños de Madonna dicen pussy en la casa y la madre se los deja pasar. Es culpa de Pussy Riot, explicó la cantante al público en un concierto en el Barclays Center de Brooklyn a beneficio de Amnistía Internacional. En el concierto tocaron los Flaming Lips, Imagine Dragons, Cold War Kids, entre otros. Madonna presentó a las dos ex integrantes del grupo, Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alekhina, quienes recién cumplieron una condena de cárcel en Rusia por algo conocido como hooliganism. Las presentó como Pussy Riot. De ahí que el grupo publicara una carta abierta, anunciando la ruptura debido a diferencias irreconciliables en materia de intereses, estrategias de lucha y el celebrity status de Nadezhda y Maria.
“Son unas envidiosas. Además, en términos políticos, es la decisión equivocada pues ahora es que su movimiento iba a recibir la atención debida”, me comenta un amigo en Río Piedras y explica: “Envidiosas porque Nadezhda está buena y se convirtió en la cara del grupo. Equivocada porque de qué sirve una agrupación de oposición sin visibilidad alguna, sin cobertura mediática. Además, vamos, fue muy cool que Madonna las presentara”.
Lo que no me quedó claro fue lo de los “términos políticos” y pregunté ¿por qué es significativo que luego de pasar más de un año en prisión al otro lado del mundo compartan el escenario con Madonna en Nueva York? ¿Se trata de un fin o de un medio? Por otro lado, ¿por qué sería Madonna la persona adecuada para presentar a dos ex prisioneras políticas? ¿Exactamente qué tiene en común el trabajo artístico de Madonna con los performances de Pussy Riot?
“Madonna ha transgredido normas durante toda su carrera profesional. Quizás ahora ellas podrán hacer lo propio”, afirma con convicción mi compañero del café y yo, algo atolondrado, respondo: “Pero, ¿de dónde tú te sacas que el objetivo del grupo era hacerse de una carrera profesional?”. Mi amigo me mira unos segundos en silencio, me acusa de ingenuo, cambiamos el tema, nos despedimos.
Madonna se lanzó como solista en 1982. Tiene a su haber más de una decena de discos. Es multimillonaria. Pussy Riot, por su parte, se describe como un colectivo punk activista radical. Sus integrantes performean desde el anonimato, en pro de una agenda feminista y anti-capitalista. No cobran por sus presentaciones, las que toman lugar de imprevisto en espacios públicos, de forma ilegal. El performance por el cual Nadezhda y Maria hicieron más de un año de cárcel duró menos de un minuto. Consistió en una canción en contra del primer mandatario ruso, interpretada en una iglesia. Gracias a ellas, los niños de Madonna dicen pussy en la casa y la madre se los deja pasar.