La Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), recibió recientemente la donación del archivo y parte de la obra artística del escultor Francisco Vázquez Díaz, conocido como Compostela, al Museo de Historia, Antropología y Arte (MHAA).
La colección cuenta con documentos, fotografías, entrevistas, manuscritos, libros y memorabilia del artista, así como dibujos originales realizados en Francia y España (1930-1931); dibujos hechos en Francia (1939) y Puerto Rico (1944) y dibujos de la reconocida colección de Pingüinos (1953). Así también se recibieron 16 esculturas de la obra artística Pingüinos de Compostela, entre otras piezas.
¨El archivo de Compostela, sus dibujos y obras escultóricas representan para el museo de la universidad una colección de gran valor, tanto artístico como educativo, que se conservará para las futuras generaciones. El mismo estará disponible en nuestra institución para futuras investigaciones en torno al artista, quien ha sido calificado, con justicia, como el padre de la escultura puertorriqueña¨, dijo Flavia Marichal, directora del MHAA, en un comunicado de prensa.
La formalización de la donación se realizó por parte de la sucesión del hijo y esposa de Compostela, Francisco Rafael Vázquez Arce, y Margot Arce de Vázquez, representados por sus hermanas e hijas, respectivamente, Carmen Margarita y María Consuelo.
“Lo que hemos hecho es cumplir con la voluntad expresa de mi padre de que su obra estuviera expuesta en museos de Puerto Rico”, expresó Carmen Margarita Vázquez Arce. Asimismo, recalcó que se le donó “a la universidad pública (del país), la cual ambos de mis padres defendían y que además es una institución muy prestigiosa a nivel internacional”.
Vázquez Díaz “Compostela” (1898-1988), artista español radicado en Puerto Rico desde los años 40, contribuyó grandemente al desarrollo de la escultura en la isla al formar una generación de escultores que trabajaron el mármol y la madera local. También fundó y dirigió el Taller de Escultura de la UPR y del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Las esculturas de pingüinos, constituyen la faceta mejor conocida del artista fallecido en el 1988. En ellas encontró el medio idóneo para reflejar la condición humana.