Washington, D.C.– El 44 por ciento de los adultos en Estados Unidos está absolutamente seguro de que obtendrá la vacuna para la gripe H1N1 este año, y el 51 por ciento de los padres de familia está seguro de que sus hijos obtendrán la vacuna, según un estudio de la Universidad de Harvard. Pero lo preocupante es que sólo un 33 por ciento del público cree que la vacuna es completamente segura. El estudio muestra el escepticismo de los estadounidenses respecto a la vacuna, que se creó muy rápidamente; y uno de los temores principales es que pueda ser más dañina que benéfica. La encuesta también demostró que por lo menos seis de cada 10 adultos no están completamente seguros de ponerse la vacuna; mientras que un 41 por ciento dijo que no la obtendrá; y el 6 por ciento de ellos dijo estar inseguro. Las dudas se presentan a tan sólo unos días antes de que el presidente Barack Obama firmara una declaración de “emergencia nacional” sanitaria a causa de la epidemia de gripe A H1N1, que hasta el momento causó más de 1,000 muertes y 20,000 hospitalizaciones en todo el país. Con esta declaración se agilizarán los trámites en los hospitales y los enfermos serán atendidos con mayor rapidez. También se facilitará la atención de los ancianos con seguro Medicare y la atención médica a los niños. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que por lo menos 100 niños han muerto en el país a causa de la gripe. Las autoridades de salud están en alerta, debido a las variaciones que puede sufrir la gripe y, hasta el momento, la distribución de la vacuna ha sido limitada y reservada para ciertos grupos en riesgo. Pese al límite y la falla en el cálculo inicial (no hay tantas vacunas disponibles como se pensaba), son muchas las personas que, según la encuesta, están reacias a vacunarse, incluso si ésta está disponible en el futuro. Esto se debe en parte al temor por los efectos secundarios que pueda presentar la vacuna; escepticismo respecto a contraer el virus; y la accesibilidad a medicamentos retrovirales para tratar la gripe. Mientras tanto, los padres de familia que no les pondrán la vacuna a sus hijos decidieron no hacerlo por temor a que éstos se enfermen al obtenerla. También temen que las entidades de salud no estén brindando la información correcta sobre la seguridad o falta de seguridad de la vacuna. “Creemos que estos hallazgos son importantes para los oficiales de salud para que se preparen por si surge una demanda de la vacuna y si la gripe se convierte en una enfermedad severa”, dijo Robert J. Blendon, profesor de Salud Pública de Harvard. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.conciencianews.com/index.cfm?p=articulos&id=416