No era casualidad que entre las manos del público en la Charla Magistral del Festival de la Palabra 2013 se encontrara un mismo libro, Simone. Algunos ya desaliñados de tanto ser leídos, otros recién comprados, y sólo uno que otro marcado pero bien cuidado, como cuando se le tiene amor a algo. Y no era para menos, allí estaba el escritor puertorriqueño Eduardo Lalo, a pocos meses de haber sido galardonado en Venezuela con el Premio Rómulo Gallegos.
Mientras que el escritor leía su discurso titulado Las cinco extremidades ante los presentes en el Museo de Arte en Puerto Rico (MAPR), muchos no podían contener la emoción de levantarse a ovacionar en muestra de apoyo a lo que escuchaban: críticas sobre el sistema de educación en las escuelas del País. Según Lalo, en sus tiempos de escuela elemental, había maestras y maestros sin convicción ni compromiso, quienes no eran lectores.
“Los Estados invierten billones de dólares en producir analfabetos, ciudadanos entrenados para darle la espalda de por vida a la cultura. En el caso de la sociedad puertorriqueña que, como sabemos, se ha enfrentado por décadas a un deterioro en picada, se estima un analfabetismo del 12% y uno funcional de más del 30% de la población adulta. El restante 58% de la ciudadanía no necesariamente ha desarrollado las capacidades para interpretar y gozar de un texto. Esta situación alucinante, este desastre producido por décadas de robo, corrupción e incapacidad, es lo que encontramos con solo salir de este recinto; es lo que aunque nos resistamos a reconocerlo, llevamos ya dentro de nosotros. Es lo que nos ha formado, es con lo que muchos luchamos a diario”, expuso Lalo en su discurso.
Del mismo modo, el galardonado de la noche hizo alusión a la importancia de la lectura, la que describe como un body art, y el uso de la misma como una quinta extremidad del cuerpo humano. La lectura también fue descrita por el escritor como un arma que inhibe de las confrontaciones negativas. “Nadie se suicida, nadie mata, nadie agrede, nadie insulta mientras lee un texto”, dijo el escritor.
Diálogo tuvo la oportunidad de cuestionarle a Lalo sobre el sistema de educación en Puerto Rico, a lo que el autor recomendó a los maestros y maestras de la Isla a ser mejores lectores y tener más creatividad. De la misma manera, aconsejó renovar el currículo escolar, incluyendo nuevos textos y escritos que estén más a la vanguardia.